Irak propone el fin de las patrullas de EE UU para junio
Washington ultima el plan para prolongar su presencia militar en el pa¨ªs ¨¢rabe
Estados Unidos admite la utilidad de fijar un calendario de objetivos para la retirada de sus tropas de Irak, pero durante una visita a Bagdad ayer, su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, evit¨® dar fechas. Ambos pa¨ªses negocian desde hace 10 meses el marco legal para extender la presencia militar norteamericana cuando el 31 de diciembre concluya el mandato de la ONU, incluida la posibilidad de que los estadounidenses dejen de patrullar las ciudades iraqu¨ªes desde junio. Rice, cuyo inesperado viaje cre¨® expectativas de un anuncio inminente, asegur¨® no obstante que el acuerdo est¨¢ "muy, muy pr¨®ximo".
"Hemos convenido que merece la pena incluir en ese acuerdo algunos objetivos, algunos plazos, de c¨®mo puede desarrollarse [la retirada]", declar¨® Rice durante una conferencia de prensa conjunta con su hom¨®logo iraqu¨ª, Hoshyar Zebari. La secretaria de Estado norteamericana pon¨ªa as¨ª fin a una r¨¢pida visita a Bagdad para impulsar un compromiso de borrador alcanzado entre las dos partes y que, seg¨²n las filtraciones a la prensa local, contempla la retirada de las fuerzas estadounidenses de todas las ciudades iraqu¨ªes antes de junio de 2009.
Esta concesi¨®n deber¨ªa ayudar a vencer el recelo de los iraqu¨ªes, cuyos dirigentes han expresado ese deseo en repetidas ocasiones. M¨¢s problem¨¢tica es su insistencia en que EE UU retire todas sus tropas de combate para el a?o 2011 como muy tarde. Washington se ha negado hasta ahora a fijar fechas concretas. "Cualquier calendario habr¨¢ de tener en cuenta la situaci¨®n sobre el terreno", insisti¨® Rice.
"Por supuesto que las fuerzas estadounidenses est¨¢n aqu¨ª por invitaci¨®n del Gobierno iraqu¨ª", admiti¨® antes de precisar que "el objetivo es que las fuerzas iraqu¨ªes se responsabilicen de la seguridad de Irak". No obstante, siempre se refiri¨® a los plazos como "tentativos", lo que hace pensar que se est¨¢ buscando una redacci¨®n ambigua que permita salvar la cara a ambas partes.
El Ej¨¦rcito estadounidense se halla en Irak desde que derroc¨® a Sadam Husein en 2003, al frente de una parca coalici¨®n internacional y al amparo de un discutido mandato de la ONU que concluye el pr¨®ximo 31 de diciembre. Ante la aproximaci¨®n de esa fecha, Washington empez¨® a negociar en noviembre de 2007 un Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas para amparar a los 144.000 soldados que en la actualidad tiene desplegados en el pa¨ªs. Sustituir el mandado de la ONU por un pacto entre Washington y Bagdad se considera un paso importante para la soberan¨ªa de Irak, porque le otorga la capacidad de opinar de forma directa sobre la presencia de soldados internacionales en su territorio por primera vez desde 2003.
Rice tambi¨¦n se reuni¨® con el primer ministro iraqu¨ª, Nuri al Maliki, quien al parecer habr¨ªa se?alado numerosas objeciones al borrador de acuerdo, en especial respecto a la inmunidad de los soldados estadounidenses. "En ¨²ltima instancia, ser¨¢ el primer ministro quien tenga que dar el aprobado", se?al¨® Rice. Pero no solo. El acuerdo necesita la aprobaci¨®n del Parlamento, que no se re¨²ne hasta el 9 de septiembre. Al margen de que la coalici¨®n gubernamental disponga de la mayor¨ªa de los 275 esca?os de la C¨¢mara, su discusi¨®n por los legisladores amenaza con polarizar a¨²n m¨¢s a los iraqu¨ªes. Los seguidores de M¨²qtada al S¨¢der, un cl¨¦rigo chi¨ª populista y furibundamente antiestadounidense, aprovecharon la visita de Rice para recordar su oposici¨®n al acuerdo. Aunque s¨®lo controlan 30 esca?os, tienen una gran capacidad de movilizaci¨®n callejera.
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