"Se est¨¢ perdiendo pompis"

Enrolla su ropa interior en forma de canutillos que ordena cuidadosamente en cajitas nacaradas; tiene una colecci¨®n de polos de pico de color rosa, dise?ados expresamente para llevar sobre los hombros; luce pantal¨®n blanco impecable y mocasines de charol negro, y sus eses sibilantes conducen sus frases hacia un l¨¢nguido "o sea". Borjandr¨¦s Leporteral de la Mediamata y Muchoted¨¦n es un entra?able pijillo, sombra del megapijo que fue. "Con la edad, te vas templando, o sea", explica. El pijer¨ªo no es un grupo homog¨¦neo. As¨ª se ha demostrado en la Primera Convenci¨®n de Pijos Europeos, que se ha celebrado en Espa?a bajo el lema "Superfuerte de la muerte", con debates que Borjandr¨¦s define como "jebis jebis, jebim¨¦tal". El principal punto de conflicto: hay partidarios de la ese arrastrada y defensores de la ese seca. Algunos dicen "ossea" y otros prefieren "os¨¢". Es la peculiar jerga pija, un habla repleta de largas vocales neutras nasales que muchas veces derivan en vocal inversa. Por ejemplo: "mi pap¨¢" es "mi pap¨®¨®¨®", o incluso, entre pijos muy cerrados, "mi pop¨®¨®¨®¨®". Tambi¨¦n hay mucha discusi¨®n entre el pijo litri y el pijo nihilista. Estas divisiones, seg¨²n Mediamata, debilitan al pijer¨ªo, "una minor¨ªa oprimida que exige, reclama y espera atenci¨®n del Gobierno, o sea, pero ya".

-?En qu¨¦ se concreta esa opresi¨®n?

-Hoy, decir pijo es insultar. Pues yo digo: supern¨®. ?No puede haber personas delicadas, o sea, con un poquito m¨¢s de clase que otras? Pues yo digo: supers¨ª. ?O todos tenemos que ser Torrente?

-Usted no es conservador.

-?Ca! Ni mucho menos. Un pijo puede ser tan transgresor como cualquiera, os¨¢. F¨ªjese en mi melenita. Larguita, ?eh? Pues ah¨ª est¨¢ el caso. Lo que pasa es que un poco decimos las cosas a nuestra manera, y muchas veces haciendo labores ¨²tiles, como recuperar vocablos que se est¨¢n perdiendo. Un ejemplo que pongo: se est¨¢ perdiendo pompis. Ya nadie dice pompis, o sea! Aunque estamos creando neologismos interesantes, como tracatr¨¢s.

-?Qu¨¦ es tracatar¨¢s?

-Pompis, hombre. Hay quien prefiere tracapum, pero es groserote, por onomatop¨¦yico. Pum, ?entiendes?

-Supers¨ª.

-Ya te digo, Rodrigo, que si te fijas me como un higo, ja ja. Perdona, se me ha ido el peloto, Maroto.

En este encuentro europeo, no todo han sido debates superfuertes. Tambi¨¦n ha habido actividades l¨²dicas, como concursos de n¨²mero puck, ese gran olvidado de la telefon¨ªa. "Casi nadie recuerda su n¨²mero puck", lamenta Borjandr¨¦s, que pide a los pijos que no se escondan m¨¢s y salgan del armario.

-?Hay mucho pijo secreto?

-?C¨®rcholis, y tanto! Es que al final, os¨¢, la gente normal, qu¨¦. ?No vamos a tener derecho a nada? Todo es para las del velo y los del double R.

-?Double R?

-Mariquitas. Doble rabo.

-Ah.

-Era por ser fino, pero si hay que decirlo con todas las letras, pues ah¨ª vamos. Sin tapujitos. Nos quieren caricaturizar como mojigatos, pero tambi¨¦n corremos nuestras juergas, o sea.

Leporteral recuerda su primera experiencia sexual: "Mi primer besito chupando fue con 15 a?os". La expresi¨®n "besito chupando" es creaci¨®n suya. Para referirse a relaciones sexuales completas: "Con cosita dentruki". La crisis econ¨®mica le parece "superhorrible", aunque piensa que "les est¨¢ bien empleado a muchos, porque la avaricia rompe el saco". Acaba la conversaci¨®n y Muchoted¨¦n insiste en pagar la consumici¨®n. Un campari con lim¨®n. Ladea su viserita sobre la melena engominada, se ajusta su polo y se despide con un largo "adiossss".