M¨¢scaras contra la lona
La regi¨®n acoge una velada de lucha libre al estilo mexicano
A un lado del cuadril¨¢tero, Antroboy y Met¨¢lico; Artillero y Hooligan, al otro. Los dos ¨²ltimos llegan haciendo gestos de desprecio a las gradas. Todos enmascarados. Hooligan incluso finge escupir a un c¨¢mara. Comienza la primera ca¨ªda, que no round.
Dicen de la lucha libre mexicana que no es un deporte por lo que tiene de teatralidad y acrobacia, pero parece que es precisamente en estos elementos donde reside su atractivo. Anoche se celebr¨® la ¨²ltima velada de la gira del 75? aniversario que el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) ha realizado por Espa?a. La plaza de toros de San Sebasti¨¢n de los Reyes acogi¨® a 28 luchadores que trajeron este espect¨¢culo a los madrile?os.
Antes de entrar, Daniel, ecuatoriano de 11 a?os, enumera nervioso a sus ¨ªdolos de la lucha libre, con sus correspondientes llaves y contrallaves favoritas. ?l, su padre y su mejor amigo de 10 a?os ganaron las entradas en un sorteo de un peri¨®dico latino. Muchos de los asistentes son latinoamericanos y rondan la edad de Daniel. "Esto no es como el pressing catch (lucha libre americana). Los mexicanos hacen acrobacias", dice.
"En nuestro pa¨ªs se hace esto como terapia", dice uno de los luchadores
Por el sonido de los cuerpos contra la lona se puede deducir que, deporte o no, la lucha libre mexicana no es ninguna pantomima. Durante una sesi¨®n de relevos australianos (tres contra tres), Nitro, uno de los luchadores, recibe un fuerte golpe y cae del ring al albero de la plaza de toros. Tiene que ser atendido por los servicios de protecci¨®n civil. Sale por su propio pie, pero aturdido, y con el hombro derecho dolorido y aparentemente dislocado. Gran parte del m¨¦rito de estos luchadores es su maestr¨ªa para caer con mucho ruido y sin muchas consecuencias para sus corpulentas anatom¨ªas.
Dami¨¢n 666 lleva unos pantalones con el lema "Perro del mal" impreso en una de las perneras y se define como una "bestia del Apocalipsis". A sus 47 a?os, tiene una agilidad espl¨¦ndida sobre el ring. Defiende su oficio como un espect¨¢culo familiar. As¨ª es como se quiere importar a Espa?a. Gustavo Sep¨²lveda, uno de los organizadores de la CMLL, afirma que la acogida en las anteriores paradas espa?olas (Valencia, Santander y Marbella) ha sido buena.
Astroboy, otro de los luchadores, acostumbrado al p¨²blico mexicano, encuentra al espa?ol menos apasionado, de momento. "En M¨¦xico se va a la lucha como terapia, a mentar a la madre, a gritar, a decir lo que no se puede decir en casa y en el trabajo".
Stuka y Met¨¢lico son "t¨¦cnicos", igual que Astroboy. Ellos son los buenos, y los rudos son los malos. Su labor es provocar al p¨²blico, y lo logran. Aunque el de San Sebasti¨¢n de los Reyes es algo m¨¢s t¨ªmido, Artillero, el primer rudo de la velada, se lleva muchos abucheos y un "chinga a tu madre" que delata alg¨²n compatriota en las gradas, cuando vuela sobre el cuello de un contrincante.
"Nosotros estamos abriendo camino en Espa?a, y abrir camino en el mundo del espect¨¢culo siempre es dif¨ªcil", comenta Met¨¢lico. Ninguno de ellos se quita la m¨¢scara ni antes ni despu¨¦s de luchar en el cuadril¨¢tero. "Lo hacemos por respeto a nuestro personaje y al p¨²blico", dice otro luchador. "El misterio de nuestra personalidad es parte del espect¨¢culo".
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