Obligadas a entenderse

El sector naval de la bah¨ªa de C¨¢diz est¨¢ en auge. Ahora que otras empresas se quejan del frenazo de la econom¨ªa, cuando la industria atraviesa una racha de vacas flacas, los astilleros gaditanos tienen que echar la vista atr¨¢s cuatro a?os para recordar lo que significa una crisis. Entonces, cuando se llev¨® a cabo la ¨²ltima reconversi¨®n de lo que hoy es Navantia, las empresas de la industria auxiliar que trabajaban para las factor¨ªas de Puerto Real, San Fernando y C¨¢diz no pod¨ªan imaginar cu¨¢l ser¨ªa su situaci¨®n actual.

Navantia tiene carga de trabajo asegurada para los pr¨®ximos cuatro a?os. Contratos importantes, como la construcci¨®n de tres buques ro-ro para Acciona o patrulleras para Venezuela, que los astilleros, con sus plantillas mermadas, no pueden asumir en solitario. Es la gran oportunidad de la industria auxiliar naval. Sin embargo, pueden perderla si no reaccionan. La estructura del sector, muy atomizado en peque?as y medianas empresas, no est¨¢ de su parte. S¨®lo compa?¨ªas con suficiente capacidad t¨¦cnica y productiva se har¨¢n con los contratos que encargue Navantia y, para ello, las alrededor de 300 empresas que operan en la provincia deben llevar a cabo acuerdos y colaboraciones que multipliquen su fuerza.

El sector estima que la uni¨®n no es suficiente y reclama inversiones en I+D

La construcci¨®n env¨ªa ahora trabajadores a la industria naval

El gerente de la Fundaci¨®n Andaluza Fondo de Formaci¨®n y Empleo, dependiente de la Consejer¨ªa de Empleo, ha sido claro: "O encajan el futuro con un nuevo modelo organizativo, o tendr¨¢n problemas", ha sentenciado Fernando Vill¨¦n. "El problema es que va a haber un cambio en la forma de trabajar de Navantia, que a partir de ahora encargar¨¢ partes completas de los buques a otras empresas", explica el gerente de la Fundaci¨®n. Es decir, que la industria auxiliar deja de ser una mera proveedora de mano de obra, como ocurr¨ªa la mayor¨ªa de las veces hasta ahora, y se convierte en lo que ya son las empresas auxiliares del sector aeron¨¢utico, que asumen piezas completas que despu¨¦s son ensambladas en la factor¨ªa matriz.

La Junta de Andaluc¨ªa y los empresarios han tenido ya algunos contactos, pero habr¨¢ m¨¢s. Enrique Mart¨ªnez Robles, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), de la que depende Navantia, tiene previsto reunirse con los representantes del sector en el mes de septiembre para trasladarle de primera mano los planes de futuro de los astilleros gaditanos.

El sector est¨¢ de acuerdo. Deben sumar fuerzas. Pero creen que este cambio organizativo no es suficiente. "Para hacer una empresa m¨¢s competitiva deber¨ªamos estar adem¨¢s apoyados para desarrollar proyectos de I+D o, por ejemplo, tener oportunidades para ampliar las instalaciones o la maquinaria", sostiene Manuel Escal¨®n, propietario de la empresa Pyme Equipos El¨¦ctricos y miembro de la Federaci¨®n de Empresarios del Metal. Para Escal¨®n, la recomendaci¨®n de Vill¨¦n no es nueva. "Es algo que ya venimos haciendo muchas empresas. Cuando queremos acceder a una contrataci¨®n de mucho volumen, o cuando engloba parte de trabajo que no corresponde a nuestra actividad, colaboramos con otras compa?¨ªas para complementarnos. Es algo que est¨¢ en la mente de todo el sector porque abre m¨¢s posibilidades y no limita comercialmente a las empresas", asegura el empresario.

Escal¨®n apunta tambi¨¦n a la formaci¨®n especializada como v¨ªa para mejorar la posici¨®n de estas empresas en el mercado. Una demanda que ya ha tenido respuesta. La Junta ha puesto en marcha un programa de cursos de formaci¨®n dotado con 8,5 millones de presupuesto para que parados de la construcci¨®n puedan tener salida en el sector naval. Cuatro a?os despu¨¦s de la reconversi¨®n, las tornas han cambiado: la construcci¨®n, destino de muchas v¨ªctimas de la crisis de los astilleros, env¨ªa ahora trabajadores a la industria naval.