De Pek¨ªn a Se¨²l, la hora de la filosof¨ªa
Adem¨¢s de las formas de sociedad que comparten con los animales, los humanos tienen cosas como moneda, propiedad, gobierno y... congresos de filosof¨ªa", dec¨ªa con humor el pensador americano John Searle en la conferencia que clausuraba en Pek¨ªn en agosto del pasado a?o el Congreso Internacional de Filosof¨ªa de la Ciencia. Como es sabido, en la capital china, la filosof¨ªa deja este a?o paso a los fastos ol¨ªmpicos, lo cual acent¨²a la reminiscencia griega. Mas, reemplazada en Pek¨ªn por el deporte, la filosof¨ªa no se ha ido muy lejos..., concretamente a Se¨²l, otra ciudad ol¨ªmpica, donde ha tenido lugar el m¨¢s gen¨¦rico Congreso Mundial de Filosof¨ªa. Es la primera vez que se celebra en Asia este acontecimiento, cuya primera edici¨®n tuvo lugar en Par¨ªs en 1900. Excepcionalidad expl¨ªcitamente se?alada por el presidente del congreso, el dan¨¦s Peter Kemp. La sede de la pr¨®xima edici¨®n ser¨¢ Atenas, lo cual algunos interpretar¨¢n como un retorno a casa. Retorno, en cualquier caso, tras haberse enriquecido en esta confrontaci¨®n a la alteridad, y liberado quiz¨¢s de alg¨²n prejuicio.
Seg¨²n Peter Kemp, la filosof¨ªa debe erigirse en contrapoder para establecer un nuevo orden internacional
Arist¨®teles dec¨ªa que la disposici¨®n filos¨®fica era propia de hombres libres
Es obligado preguntarse de d¨®nde procede este inter¨¦s por organizar congresos filos¨®ficos en estos dos grandes pa¨ªses asi¨¢ticos. En Se¨²l, la repercusi¨®n local ha sido muy grande y cabe decir que constituy¨® el acontecimiento cultural del momento (la inauguraci¨®n cont¨® con la presencia del primer ministro).
No puedo dejar de se?alar un penoso punto en com¨²n entre ambas celebraciones; a saber, la testimonial representaci¨®n de la mayor¨ªa de los pa¨ªses asi¨¢ticos y muchos de la Europa no comunitaria y de Am¨¦rica Latina. Pues, obviamente, no todos los continentes est¨¢n homologados en lo referente al peso que en la educaci¨®n se est¨¢ en condiciones de otorgar a la filosof¨ªa.
El pa¨ªs extranjero con mayor representaci¨®n ha sido Rusia. Tambi¨¦n fueron numerosos los participantes espa?oles (el profesor Tom¨¢s Calvo, de la Complutense, fue uno de los responsables de la organizaci¨®n). Caso quiz¨¢s especial es el de la propia Corea, que ya el pasado a?o en Pek¨ªn ten¨ªa una representaci¨®n muy amplia.
En todo caso, el enunciado mismo del Congreso de este a?o parece sugerir que en su guerra por la dignificaci¨®n de la condici¨®n humana, la filosof¨ªa ha de hacer una pausa consagrada a meditar sobre s¨ª misma: Rethinking Philosophy Today es, en efecto, el t¨ªtulo general, que cabr¨ªa enfatizar como volver a plantearse en nuestro tiempo qu¨¦ es eso de filosof¨ªa. En tal sentido, repensar hoy la filosof¨ªa no incita a otra cosa que a seguir filosofando, seguir confront¨¢ndose a aquellos problemas que constituyen universales antropol¨®gicos. A decir verdad cualquier tiempo pasado hubiera sido adecuado para que un encuentro de fil¨®sofos se fijara como meta el poner de nuevo sobre el tapete los problemas filos¨®ficos.
A mi juicio, lo m¨¢s relevante quiz¨¢s ha sido la expl¨ªcita consideraci¨®n de temas vinculados a la relaci¨®n Oriente-Occidente por lo que a la filosof¨ªa se refiere. Conviene al respecto precisar que la universalidad de la filosof¨ªa ha sido a veces puesta en tela de juicio precisamente en boca de los que a ella se dedican. La divergencia est¨¢ viciada por un equ¨ªvoco respecto a lo que hay que entender por el t¨¦rmino mismo filosof¨ªa. Es dif¨ªcil imaginar que en lugar alguno el hombre deje de preguntarse por el hombre, es decir, que no haya alguna forma de antropolog¨ªa filos¨®fica. Y as¨ª para todas y cada una de las interrogaciones que han alimentado la historia de la filosof¨ªa. Los que enfatizan el lazo entre la filosof¨ªa y la ascendencia cultural grecolatina se ver¨ªan sorprendidos al constatar el gran n¨²mero de sesiones en que los problemas que atravesaron a Plat¨®n, Leibniz o Kant eran retomados con todo rigor por colegas asi¨¢ticos, en absoluto desarraigados de su cultura. Obviamente, ello no fue ¨®bice para que hubiera m¨²ltiples sesiones sobre aspectos filos¨®ficos de budismo o confucionismo, en las que, de hecho, se hallaron implicados muchos participantes europeos o americanos.
Afirmar o negar la universalidad de la filosof¨ªa es casi una cuesti¨®n de optimismo o pesimismo antropol¨®gico. La reivindicaci¨®n de la filosof¨ªa seguir¨ªa vigente aun en el caso en que la globalizaci¨®n del libre mercado llegara a ser compatible con la reducci¨®n de las abismales diferencias econ¨®micas entre pa¨ªses y entre ciudadanos de cada pa¨ªs (perspectiva ut¨®pica donde las haya). Pues, como indicaba en este congreso la profesora turca Ioanna Ku?uradi, esta mayor equidad s¨®lo supondr¨ªa efectiva generalizaci¨®n de los derechos humanos si se acompa?ara de una educaci¨®n general tendiente a desarrollar en cada individuo las facultades que le caracterizan como ser humano. Y aqu¨ª entra en juego la filosof¨ªa: educar a la humanidad a trav¨¦s de la filosof¨ªa equivaldr¨ªa a posibilitar que se actualizara en cada uno de nosotros el conjunto de potencialidades que nos marcan como seres de raz¨®n; equivaldr¨ªa simplemente a ayudarnos a realizar nuestra humanidad (la educaci¨®n ha de fertilizar un ¨®rgano, no puede sustituirse a ¨¦l, se?alaba ya Plat¨®n).
Arist¨®teles pretend¨ªa que la disposici¨®n filos¨®fica era propia de los hombres libres. Mas en tal caso, la neutralizaci¨®n de tal disposici¨®n en la inmensa mayor¨ªa de las personas constituye un ¨ªndice de la ausencia de libertad efectiva.
En Se¨²l, Peter Kemp enfatiz¨® la importancia del congreso en base a la convicci¨®n de que "los poderes tecnol¨®gicos, militares y econ¨®micos no poseen el monopolio del poder en el mundo". A su juicio, la filosof¨ªa, dada su capacidad de "exponer falsedades e ilusiones" generadas por dichas fuerzas y proponer "un mundo mejor como morada de la humanidad", podr¨ªa erigirse en contrapoder, cuya misi¨®n ser¨ªa, ni m¨¢s ni menos, que "luchar para crear una ciudadan¨ªa mundial y establecer un nuevo orden mundial".
La verdad es que, compartiendo con Kemp la concepci¨®n militante y casi redentora de la filosof¨ªa, soy menos optimista que ¨¦l respecto a que la generalizaci¨®n del esp¨ªritu cr¨ªtico y de la exigencia de lucidez que la filosof¨ªa supone pueda realizarse en base a competir con los poderes reconocidos como gestores del mundo. Por decirlo en t¨¦rminos muy cl¨¢sicos (y poco de moda), quiz¨¢s la acci¨®n transformadora de la sociedad sea condici¨®n de la realizaci¨®n de la filosof¨ªa y no al rev¨¦s. Quiz¨¢s sea ¨²til recordar aquella tan desconsoladora como l¨²cida Miseria de la Filosof¨ªa, con la que Marx daba respuesta a la edificante y compasiva pero inoperante Filosof¨ªa de la Miseria de Proudhom.
Un ¨²ltimo apunte: ni la concepci¨®n de la filosof¨ªa como derecho cultural de cada ser ling¨¹¨ªstico, ni la constataci¨®n de la diversidad de culturas en las que la filosof¨ªa se despliega, dieron lugar a la reivindicaci¨®n de una filosof¨ªa popular, o de una filosof¨ªa patri¨®tica. La filosof¨ªa ha de servir a las personas (contribuyendo a esa educaci¨®n integral a la que antes me refer¨ªa) y ha de sostener a toda patria portadora de valores universales (la Francia de la Revoluci¨®n, por ejemplo), pero s¨®lo lo har¨¢ permaneciendo fiel a s¨ª misma, es decir, siendo cabalmente filosof¨ªa.
V¨ªctor G¨®mez Pin es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
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