Primero investigar, despu¨¦s desglosar

La situaci¨®n de la causa abierta por la brutal agresi¨®n al profesor Jes¨²s Neira discurre de momento por los cauces m¨¢s correctos. El juez de Majadahonda ha denegado la personaci¨®n como acusaci¨®n de la Comunidad de Madrid -el conflicto de intereses con sus m¨¦dicos es evidente-, ha tomado declaraci¨®n al detenido y ha comenzado a interrogar a los facultativos que atendieron a Neira. Se trata de determinar las responsabilidades, civiles o criminales, que toquen a cada cual.

Y para eso, lo mejor es que, por el momento, el proceso siga bajo una ¨²nica direcci¨®n judicial, en el juzgado de Majadahonda. Es cierto que la causa es compleja y que puede haber dos tipos de responsabilidades bien diferenciadas: la del agresor, Antonio Puerta, y las de los m¨¦dicos, que atendieron sucesivamente al profesor Neira. Pero eso no justifica que en este momento se segregue la causa y, como pretende la Comunidad, se instruyan separadamente la agresi¨®n de las responsabilidades m¨¦dicas.

Desde el punto de vista de la defensa del agresor, lo m¨¢s rentable ser¨ªa que toda la causa se instruyera en un solo juzgado. Cuantas m¨¢s culpas a compartir, a menos se toca. L¨®gico que su defensa haya empezado a esgrimir causa de atenuaci¨®n de la responsabilidad, como la embriaguez y la drogadicci¨®n. La posici¨®n de la defensa ser¨ªa la de intentar que la mayor parte de responsabilidad recaiga no sobre el agresor, sino sobre los m¨¦dicos. A veces ha funcionado.

La instrucci¨®n debe tender a determinar provisionalmente las responsabilidades de cada cual: qu¨¦ tipo de lesiones se derivan de la agresi¨®n y qu¨¦ tipo de secuelas podr¨ªan haberse derivado de una supuesta desatenci¨®n o negligencia m¨¦dica, en el caso de que ¨¦sta se hubiese producido. Y en tal hip¨®tesis, diferenciar si tales secuelas pudieron detectarse al atender a Neira en un ambulatorio o en su visita a un hospital con todos los recursos. L¨®gicamente, si ahora mismo se trocease la causa entre el juzgado de Majadahonda y los que correspondan a M¨®stoles y Puerta de Hierro, tales responsabilidades se diluir¨ªan y ser¨ªan mucho m¨¢s dif¨ªciles de establecer.

De ah¨ª que la Comunidad de Madrid, en un asunto que puede concluir en el pago de una fuerte suma en concepto de responsabilidad civil, ya se haya apresurado a reivindicar que el asunto lo lleven "los juzgados competentes" a los que pertenecen los distintos hospitales. Es decir, que se desglose la causa y se redistribuya entre cuantos m¨¢s juzgados, mejor. Es lo que los expertos penalistas denominaban ir¨®nicamente acciones para mejor dilatar. A todo el que le toca pagar, cuanto m¨¢s tarde mejor, y eso vale tambi¨¦n para todas las administraciones.

Con todo, s¨ª es cierto que una cosa es la agresi¨®n y otra la cuesti¨®n m¨¦dica. Y posiblemente ambas cuestiones deber¨¢n separarse, pero no mientras el profesor Neira siga en coma, ni mientras no queden delimitadas provisionalmente las responsabilidades de cada parte.