Tosar, en la piel del 'Si?or Afranio'

"No conoc¨ªa la historia y cuando me la contaron me pareci¨® sorprendente". El actor Luis Tosar, como todos los que no conozcan la biograf¨ªa de Ant¨®n Alonso R¨ªos, qued¨® fascinado con la peripecia que este diputado agrarista vivi¨® en los montes de Galicia en la guerra civil. A Alonso R¨ªos la sublevaci¨®n del 36 lo sorprende como maestro en Tomi?o y, con mucho ingenio, opt¨® por esquivar la muerte de una forma muy singular: transform¨¢ndose en un mendigo.

El que era voz emergente del agrarismo gallego y uno de los impulsores del Estatuto de Galicia, que deb¨ªa someterse a refer¨¦ndum en junio de 1936, pasa a ser en pocos d¨ªas el naturista brasile?o Afranio do Amaral. Durante tres a?os muy duros, deambula por el sur de Galicia sobreviviendo como mendigo y como jornalero, camuflado en pueblos y aldeas en los que meses antes hab¨ªa mostrado su brillante oratoria. Despu¨¦s pasar¨¢ a Portugal, donde consigue un pasaporte falso para trasladarse a Marruecos y huir definitivamente a Buenos Aires.

El diputado gallego se hizo pasar en la guerra por un naturista brasile?o

El actor alaba "el desdoblamiento de un personaje atractivo y delicado"

A?os m¨¢s tarde, Alonso R¨ªos escribir¨ªa el libro autobiogr¨¢fico Si?or Afranio, ou como me rispei das gadoupas da morte, de donde parte la idea de este trabajo dirigido por V¨ªctor Coyote, y donde las fronteras entre documental y ficci¨®n son imperceptibles. "Por eso me atrajo el proyecto, porque no es habitual que te ofrezcan una historia as¨ª, mezclando documental y ficci¨®n, y adem¨¢s para m¨ª supon¨ªa un cambio de c¨®digo", confiesa Tosar.

"Hay un personaje de ficci¨®n, Afranio, pero tambi¨¦n tiene una parte interior real que es Alonso R¨ªos. Es una especie de Doctor Jekyll y mister Hyde, un desdoblamiento de un personaje muy interesante, atractivo pero delicado", explica el director sobre este trabajo, que ser¨¢ el tercer documental de una filmograf¨ªa marcada por historias fronterizas. Para Coyote "deb¨ªa de ser muy dif¨ªcil para un maestro y orador tener que reprimirse para hablar lo menos posible".

La construcci¨®n de este complejo personaje tambi¨¦n ha supuesto un reto para Tosar, que ha tenido que superar la prueba de interactuar con actores naturales, personas que ofrecen su testimonio pero que no son actores, como el pintor Mario Rodr¨ªguez, que conoci¨® a Alonso R¨ªos. "Hab¨ªa tenido alguna peque?a experiencia de trabajar con gente que no eran actores, como en Te doy mis ojos, y es un reto bonito. El actor es el que tiene que acoplarse a ellos, adaptarse a su naturalidad, si no acaba pareciendo de cart¨®n-piedra", explica Tosar, que estos d¨ªas est¨¢ iniciando en Zamora el rodaje de Celda 211, de Daniel Monz¨®n.

Es la primera experiencia del actor lucense en el campo del documental y declara que ha sido "como volver al cine de guerrilla, con un plan de rodaje algo salvaje, pero muy divertido, improvisando muy bien con lo que encuentras por el camino". A pesar de la intensidad del rodaje, de su estreno en el documental y de la complejidad de su personaje, Tosar est¨¢ muy satisfecho de haber trabajo a las ¨®rdenes de V¨ªctor Coyote. "Es un tipo con un punto un poco loco pero con una personalidad muy clara y a m¨ª eso me gusta. Hab¨ªa d¨ªas que improvisaba nuevas ideas, pero siempre con mucha capacidad de resoluci¨®n", explica.

El documental, o "documovie", como lo define el director, tambi¨¦n profundizar¨¢ en otros aspectos interesantes, que tienen que ver con su deambular por los montes de todo el sur de Galicia. "Vamos a prestar especial atenci¨®n al paisaje, y a la sociedad de esa ¨¦poca, especialmente a los esmoleiros (mendigos), un grupo considerable en esos a?os, con un funcionamiento singular", avanza V¨ªctor Coyote sobre este trabajo. El documental se emitir¨¢ en los pr¨®ximos meses y formar¨¢ parte tambi¨¦n de una exposici¨®n itinerante sobre el Si?or Afranio, el personaje que salv¨® la vida de Alonso R¨ªos, mientras se iba enterando de que muchos de sus amigos hab¨ªan sido asesinados. En Buenos Aires, Alonso R¨ªos falleci¨® en 1980 al arrojarse debajo de un tren. Un final parad¨®jico para un hombre al que tanto esfuerzo le cost¨® sobrevivir.