Hasta que Bill Clinton call¨®
Con gran elegancia y generosidad, Bill Clinton dio el mi¨¦rcoles por concluido el mandato de la saga que lleva su nombre. Aunque todo su discurso de esa noche estuvo plagado de elogios a Barack Obama y de su perfecta capacitaci¨®n para ser presidente de Estados Unidos, Clinton no habr¨ªa cedido su lugar prominente en el Partido Dem¨®crata si no hubiera pronunciado la frase final: "Todos aquellos que sigan creyendo en un lugar llamado Hope tienen que salir y elegir a Obama presidente de Estados Unidos". Bill Clinton naci¨® en un pueblo llamado Hope, en Arkansas. Hope significa esperanza en ingl¨¦s, y el camino hacia un lugar llamado Hope fue el eslogan con el que lleg¨® a la Casa Blanca en 1992. Hope, la esperanza, hab¨ªa sido siempre el reino de Clinton, como ¨²ltimo presidente dem¨®crata.
Ahora, ese emblema y el futuro del partido quedan en manos de Barack Obama. Clinton lo nombr¨® el nuevo monarca de Hope, le entreg¨® la corona y le prometi¨® su lealtad y la de los suyos. "Hillary, Chelsea y yo trabajaremos para hacer a Barack Obama presidente", afirm¨®.
Quienes le conocen mejor miran con cierta cautela este paso de la antorcha. No acaban de creer que Clinton, que los Clinton -Chelsea ha pronunciado ya algunos discursos- se retiren de la escena tan f¨¢cilmente y para siempre. ?Y si Obama pierde? Incluso si gana, Joe Biden ser¨¢ mayor dentro de ocho a?os, pero Hillary tendr¨¢ s¨®lo 68, ?por qu¨¦ no volver a intentarlo?
Es posible que no sea para siempre, pero lo que es seguro es que esta retirada no ha sido tan f¨¢cil. El discurso de Bill Clinton fue precedido en esta convenci¨®n por otro de Hillary Clinton, que llam¨® a la unidad y respald¨® a Obama, pero no tuvo una sola palabra de reconocimiento o elogio hacia ¨¦l. Ha sido muy duro para ella y para los Clinton. No s¨®lo perder, que para un pol¨ªtico lo es todo. Sino llegar a esta convenci¨®n convertidos en instrumentos de la propaganda electoral del Partido Republicano.
Ellos son, desde luego, parcialmente responsables de su ca¨ªda. Principalmente por los errores cometidos durante las primarias. Pero tambi¨¦n por su ambici¨®n de perpetuarse a toda costa. Hasta que Bill Clinton habl¨® el mi¨¦rcoles, esta convenci¨®n no fue la convenci¨®n de Obama sino la convenci¨®n de los Clinton. Hasta las siete de la tarde de ese d¨ªa, el apellido Clinton monopoliz¨® el espect¨¢culo y sembr¨® el p¨¢nico de la divisi¨®n. S¨®lo cuando Bill Clinton call¨® y le dej¨® el micr¨®fono a Joe Biden, empez¨® la dinast¨ªa Obama.
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