En punto muerto

La negociaci¨®n del nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica se encuentra en el mismo punto que antes de la comparecencia en el Congreso del vicepresidente Solbes. El motivo es que la sesi¨®n de ayer, forzada por la oposici¨®n, no buscaba alcanzar ning¨²n acuerdo, sino recordar al Gobierno que se encuentra en minor¨ªa y poner en evidencia la divisi¨®n de los socialistas en este asunto.

El vicepresidente guard¨® para sus r¨¦plicas datos sobre la distribuci¨®n del gasto p¨²blico en Espa?a que demuestran no s¨®lo que es uno de los pa¨ªses m¨¢s descentralizados de Europa, sino que el aumento de gasto real ha sido mucho m¨¢s acusado en las autonom¨ªas que en la Administraci¨®n central debido a la asunci¨®n de nuevas competencias. Con ello Solbes buscaba reafirmar la ortodoxia en la gesti¨®n de la Hacienda central, frente a los argumentos de los representantes de CiU y ERC; y tambi¨¦n de ICV, la formaci¨®n que propici¨® la comparecencia de ayer en virtud de un compromiso que liga impl¨ªcitamente el acuerdo de financiaci¨®n con la negociaci¨®n de los presupuestos. El PP y CiU avalaron esa vinculaci¨®n con argumentos econ¨®micos; ERC consider¨®, adem¨¢s, que era pol¨ªticamente leg¨ªtimo.

Aparte de esos datos, el debate se limit¨® a transmitir la foto fija de posiciones ya conocidas. Solbes desgran¨® los elementos del documento de bases rechazado por la Generalitat y otras comunidades aut¨®nomas, reafirm¨¢ndose en que el Ejecutivo lo sigue considerando como punto de partida para la negociaci¨®n. En realidad, no pod¨ªa esperarse otra cosa por parte del vicepresidente: revisar la posici¨®n del Gobierno hubiera sido tanto como reconocer una derrota sobre el fondo de la cuesti¨®n en debate. Intent¨® negar la responsabilidad del Gobierno central en el incumplimiento del plazo previsto en el Estatuto de Catalu?a para el acuerdo de financiaci¨®n y, al mismo tiempo, recurri¨® a la doctrina del Tribunal Constitucional para avalar su interpretaci¨®n de la bilateralidad.

La r¨¦plica de los diversos portavoces catalanes dej¨® claro, sin embargo, que lo que se discute no es tanto la bilateralidad o multilateralidad para alcanzar el acuerdo de financiaci¨®n, como el significado de la bilateralidad. Mientras que para el vicepresidente Solbes consiste en negociar con la Generalitat el nuevo sistema, aunque reservando al Estado central la facultad de armonizar despu¨¦s los eventuales acuerdos con los alcanzados con otras comunidades, para los portavoces catalanes el foco se debe poner en la bilateralidad, minimizando la multilateralidad. Solbes tuvo inter¨¦s en aclarar que lo que el Estatuto catal¨¢n impide es que los mecanismos de solidaridad modifiquen la posici¨®n de Catalu?a en renta per c¨¢pita, y no en gasto per c¨¢pita, que, efectivamente, puede ser mayor en comunidades que no son contribuyentes netas. En este sentido, aunque el debate no sirvi¨® para avanzar en el acuerdo, s¨ª contribuy¨® a relativizar algunos argumentos.