La pr¨¢ctica del botell¨®n se extiende en las playas de Alicante
La empresa municipal de limpieza ha recogido tres toneladas de envases
Una botella de alcohol, hasta 20 euros. Una bolsa de hielo, 1 ¨® 2 euros. Estar con los amigos al raso, tomando una copa y disfrutando de una noche de verano, no tiene precio. O s¨ª. En Alicante, la multa por beber en la v¨ªa p¨²blica es como m¨ªnimo de 90 euros. Sin embargo, el fen¨®meno del botell¨®n no cesa, y en algunas zonas de la ciudad aumenta su n¨²mero de adeptos. En plena crisis econ¨®mica, los precios de las copas en los pubs no acompa?an a que esta costumbre de los j¨®venes, y no tan j¨®venes, acabe.
"Si es por suciedad que habiliten zonas, pero es dif¨ªcil echar abajo la costumbre"
A la 1.30 de la ma?ana de un jueves, cientos de personas se concentran en los alrededores del hotel Hesperia de la zona del golf de Alicante. Un grupo de madrile?os conversa en un banco. A sus pies, innumerables bolsas y varias botellas de ron. Est¨¢n de vacaciones y tienen claro qu¨¦ les sale m¨¢s econ¨®mico: "Como mucho nos gastamos 10 euros en la botella m¨¢s lo que cueste el hielo, y una copa dentro puede costarnos unos siete", asegura ?scar, de 20 a?os. En Madrid tambi¨¦n hacen botell¨®n, y aseguran que al acabar de beber, "limpian todo".
Inusa, empresa adjudicataria de la limpieza de Alicante, ha tenido que aumentar los dispositivos en esta zona y en otros "puntos de botell¨®n" de la ciudad. La empresa detall¨® que durante los fines de semana, hasta agosto, se hab¨ªan recogido hasta 2.925 kilos de envases. "Sinceramente, no limpiamos", afirma Jorge, de 27 a?os, mientras se llena otra copa. Otra joven de 20 a?os cree que "deber¨ªan recoger todo cuando se van", pero "es muy dif¨ªcil concienciar a la gente", lamenta. "Cuando acabamos no estamos en condiciones de recoger nada", a?ade un amigo.
Aunque est¨¢ prohibido, el consumo de alcohol en las calles persiste. Los controles policiales en el enclave del golf han aumentado y este mes se pueden ver valladas las zonas m¨¢s cercanas a los pubs, donde la gente acostumbraba a hacer botell¨®n. "Me parece bien lo que han hecho, pero en realidad aqu¨ª no molestamos a nadie", defiende Arturo, de 19 a?os, respecto a la acci¨®n policial. "Si es por la suciedad, que habiliten zonas; pero por lo dem¨¢s, es dif¨ªcil echar abajo esta costumbre", asegura una chica que brinda por su cumplea?os con sus amigos.
Los desorbitados precios de las copas son la raz¨®n por la que los j¨®venes defienden esta pr¨¢ctica. Y aunque la costumbre est¨¦ vinculada generalmente a los j¨®venes universitarios, las consecuencias de la crisis la ha extendido entre otros sectores de la poblaci¨®n. "Estoy en crisis, por eso estoy aqu¨ª", explica un comercial de la compa?¨ªa de telefon¨ªa Orange, cuya edad no detalla porque "es superior a la media".
Sin embargo, el botell¨®n ha adquirido otros significados. "Me lo paso aqu¨ª mejor que dentro", comenta una universitaria de Elche. Son puntos para conocer gente nueva, ligar, charlar con los amigos o reencontrarse.
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