El escolta del tiroteo de la estaci¨®n de Abando queda en libertad con cargos
El guardaespaldas sac¨® primero su arma en la discusi¨®n con el vigilante
Carlos D. J., el escolta de un concejal del PP cuyos disparos hirieron a un vigilante jurado y a un viandante en la estaci¨®n de tren de Abando el pasado viernes ha quedado en libertad con cargos y pendiente de acusaci¨®n, seg¨²n fuentes judiciales. No tuvo que pagar ninguna fianza. C¨¦sar Carmona, el vigilante herido en el tiroteo, que permanece ingresado en el hospital de Basurto, tambi¨¦n ha sido imputado por los hechos. Su estado ha mejorado.
Carlos D. J. apenas llevaba seis meses ejerciendo como escolta
El v¨ªdeo de las c¨¢maras de seguridad de esta estaci¨®n por la que transitan unos 50.000 usuarios en un d¨ªa normal, entre viajeros y clientes de las tiendas, deja claro que fue el escolta el primero en sacar su arma reglamentaria durante el incidente. La grabaci¨®n del incidente emitida ayer por TVE muestra a Carmona discutiendo con D. J. y el otro escolta del concejal del PP Santiago P¨¦rez. Segundos despu¨¦s, el vigilante deja la disputa para responder las preguntas de una mujer y se va bajando las escaleras mecanicas, que est¨¢n a apenas unos metros del lugar donde segu¨ªan los guardaespaldas. Desde arriba, D. J. sigue increpando a Carmona, saca su pistola y le apunta con ella. Carmona, a su vez, desenfunda la suya.
Despu¨¦s de que el otro escolta pidiera calma, ambos guardan sus armas un instante. Carmona avisa a los equipos de seguridad de la estaci¨®n, sube las escaleras y vuelve a ir a por D. J. Ya en la primera planta, ambos se enca?onan otra vez, a pesar de estar rodeados de personas que podr¨ªan recibir un disparo fortuito. Los tiros del escolta alcanzan al vigilante jurado en la pierna y en el hombro izquierdo, y a S. A., un joven que tuvo la mala suerte de pasar por all¨ª. Carmona cae al suelo tras los impactos y, a su vez, dispara, al menos una vez. Su impacto atraviesa la puerta de cristal del restaurante. D. J. se acerca al vigilante herido en el suelo y le quita el arma de una patada, guarda la suya y se va de la escena. Instantes despu¨¦s, ser¨ªa detenido por agentes de la Ertzaintza.
Fuentes de la defensa de Carlos D. J. explicaron que el escolta apenas llevaba seis meses ejerciendo como guardaespaldas. Est¨¢ abatido tras lo ocurrido. Este dominicano de 31 a?os se vino a vivir a Espa?a a la edad de tres a?os, tiene la nacionalidad espa?ola y reside en Bilbao. Est¨¢ casado con una espa?ola y su madre tambi¨¦n tiene la nacionalidad.
A pesar de que en un primer momento el Departamento de Interior dijo que los dos implicados en el tiroteo se conoc¨ªan, este punto queda a¨²n sin clarificar. Las mismas fuentes de la defensa de D. J. aseguran que era la primera vez que se ve¨ªan, que no hab¨ªa ni odio ni rencillas previas entre ellos. Siempre seg¨²n estas fuentes, el incidente que deriv¨® en tiroteo empez¨® cuando el guarda jurado se acerc¨® a los dos escoltas y les espet¨®: "Os est¨¢is riendo de m¨ª".
La empresa que contrat¨® a D. J. como escolta, Ombuds, no quiso aclarar qu¨¦ medidas tomar¨ªa a ra¨ªz del grave incidente. Por su parte, la empresa para la que trabaja Carmona, LPM Seguridad, indic¨® que su trabajador recibir¨¢ la asistencia de sus servicios jur¨ªdicos.
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