El fin de la era de los PC y sus consecuencias
LOS LIBROS SIGUEN SIENDO espacios privilegiados de reflexi¨®n hasta para entender las nuevas tecnolog¨ªas. El ¨²ltimo que lo ilustra es The Big Switch: Rewiring the World, from Edison to Google, escrito por Nicholas Carr, especialista del impacto de la inform¨¢tica en el mundo empresarial.
Carr explica los cambios que ayudan a percibir de manera m¨¢s clara las grandes tendencias detr¨¢s del desorden de la Web 2.0. Nos invita tambi¨¦n a medir cr¨ªticamente el impacto social de esas evoluciones.
El paso de la inform¨¢tica por una evoluci¨®n similar a la que conoci¨® la electricidad a finales del siglo XIX es el tema de la primera parte. Carr muestra c¨®mo la energ¨ªa el¨¦ctrica se produc¨ªa localmente (cada empresa produc¨ªa la que necesitaba) hasta que fue posible producirla masivamente y transportarla sobre grandes distancias por un coste m¨ªnimo.
Toda tecnolog¨ªa puede ser usada para emancipar o controlar. Todo son herramientas. Lo que cuenta es preguntarse qui¨¦nes las usan y para qu¨¦.
"Los sistemas inform¨¢ticos privados, construidos y operados por cada compa?¨ªa son desplazados por servicios brindados a trav¨¦s de Internet por centrales de datos".
Hoy d¨ªa, "los sistemas inform¨¢ticos privados, construidos y operados por cada compa?¨ªa son desplazados por servicios brindados a trav¨¦s de Internet por centrales procesadoras de datos", escribe. Las m¨¢s grandes son construidas por Google, Microsoft y Yahoo, pero otros se crean y ofrecen sus servicios a quienes los quieran. Da lugar a lo que el llama el World Wide Computer, sucesor de la World Wide Web. La red es la computadora.
La gente medianamente avanzada ya tiene una noci¨®n del fen¨®meno cuando deja sus documentos en la red y/o usan aplicaciones que no est¨¢n en sus m¨¢quinas. Es lo que se llama la computaci¨®n en las nubes o cloud computing porque no se sabe con precisi¨®n d¨®nde est¨¢ el servidor, ni los documentos ni las aplicaciones.
El Big Switch es un viaje del otro lado de este mismo fen¨®meno, del lado que lleva las empresas a adoptarlo, lo cual nos termina afectando a todos. Conf¨ªan servidores, aplicaciones y documentos a entidades especializadas y pueden prescindir del costoso departamento inform¨¢tico. Les permite aprovechar importantes econom¨ªas de escala y, en muchos casos, sistemas m¨¢s fiables.
Muchas empresas cambian a rega?adientes, pero el fen¨®meno y su l¨®gica son implacables. Una nueva tecnolog¨ªa, nos recuerda Carr, llega a la madurez "cuando quienes han crecido con ella se vuelven adultos y empiezan a empujar a sus padres hacia los m¨¢rgenes".
El impacto social de la computaci¨®n es el segundo gran tema, en el cual Carr se aplica a tomar distancias con las visiones m¨¢s optimistas del futuro inform¨¢tico, en particular, las que alaban sus virtudes liberadoras.
"Los sistemas computacionales en general e Internet en particular ponen un poder enorme en las manos de los individuos, pero ponen un poder m¨¢s grande en las compa?¨ªas, gobiernos y otras instituciones cuya funci¨®n es controlar a los individuos. Los sistemas computacionales no son, en su coraz¨®n, tecnolog¨ªas de emancipaci¨®n. Son tecnolog¨ªas de control", afirma.
"Aun cuando Internet todav¨ªa no tiene centro, t¨¦cnicamente hablando el control puede ser ejercido ahora mediante c¨®digo inform¨¢tico desde cualquier parte. Lo diferente del mundo f¨ªsico es que se vuelve m¨¢s dif¨ªcil detectar la acci¨®n de control y su ejercicio m¨¢s dif¨ªcil de discernir".
Para Carr, las consecuencias sociales de la evoluci¨®n tecnol¨®gica en curso "ser¨¢n determinadas en amplia medida por la manera en la cual la tensi¨®n entre las dos caras de su naturaleza -liberadora y controladora- se resolver¨¢". Pero todas pecan de la misma debilidad: creen que la resoluci¨®n de dichas tensiones depende de la "naturaleza" de la tecnolog¨ªa en cuesti¨®n. No es as¨ª. Algunas de sus caracter¨ªsticas favorecer¨¢n su uso emancipador y otras su uso con fines de control social.
En el fondo, la evoluci¨®n depende m¨¢s de los conflictos entre fuerzas sociales y humanas que promueven su uso emancipador y fuerzas que lo combaten. Toda tecnolog¨ªa puede ser utilizada para emancipar o controlar. Todas son herramientas. Lo que cuenta, al final, es preguntarse en cada caso qui¨¦nes las usan, para qu¨¦ y para quienes.
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