Carta a Lissavetzky y Blanco
Estimados Jaime y Alejandro:
Gracias por vuestro apoyo personal en Pek¨ªn. Os colocasteis al lado de los deportistas y los invitasteis a continuar pensando conjuntamente con vosotros en el desarrollo del deporte de ¨¦lite espa?ol. Pues bien, yo acepto esta invitaci¨®n encantado. De ah¨ª esta carta.
No mencionar¨¦ los logros que obtuvimos en China. Para m¨ª una medalla ganada tiene valor durante s¨®lo un d¨ªa. A la ma?ana siguiente empiezo a pensar en qu¨¦ hacer para ganar la siguiente. Naturalmente hay muchas conclusiones que sacar de los ¨²ltimos cuatro a?os. No es importante si el resultado obtenido en Pek¨ªn es bueno o malo. ?Lo m¨¢s importante es que Espa?a a¨²n puede hacerlo mejor!
Yo soy holand¨¦s y por eso me permito realizar una peque?a comparaci¨®n con Holanda, un pa¨ªs mucho m¨¢s peque?o que Espa?a, con menos atletas en Pek¨ªn. Cuando estaba en Barajas con otros ganadores de medallas esperando en vano las maletas de Pek¨ªn, no pod¨ªa evitar pensar en el equipo holand¨¦s, que en esos momentos era recogido por autocares junto al avi¨®n para ir directamente al estadio Ol¨ªmpico de Amsterdam. Nadie tuvo que esperar su maleta ni pasar por un control de aduana. En el estadio hab¨ªa m¨¢s de 10.000 aficionadas y familiares. El equipo ol¨ªmpico era bienvenido en casa. Se rend¨ªa honor a ganadores de medallas, la prensa ten¨ªa la posibilidad de entrevistar a atletas y a entrenadores. Las familias pod¨ªan reunirse en su propio entorno con los atletas que hac¨ªa m¨¢s de un mes que no ve¨ªan. As¨ª, los atletas est¨¢n felices, la prensa feliz, la familia feliz y el equipo vuelve a ser el centro de atenci¨®n, por lo que tambi¨¦n los patrocinadores est¨¢n contentos. El contraste con la llegada del equipo espa?ol fue grande. Nadie nos dio la bienvenida, cada uno tuvo que buscar su maleta, entre centenares de maletas rojas. Del COE ya no se divisaba a nadie. Fue la llegada a casa m¨¢s triste de los cuatro Juegos en los que particip¨¦. Indigno de atletas ol¨ªmpicos. Una oportunidad perdida para que los seguidores pudieran ver a los deportistas de los que durante tantas semanas disfrutaron.
En la Villa Ol¨ªmpica de Pek¨ªn, las ambiciones de Espa?a no fueron evidentes. Desde lejos pod¨ªa reconocer los apartamentos de los diferentes pa¨ªses. Banderas de m¨¢s de un metro colgadas de forma profesional, terrazas para compartir la experiencia y el esp¨ªritu ol¨ªmpicos y, sobre todo, informaci¨®n sobre el propio pa¨ªs, qui¨¦n juega ese d¨ªa y cu¨¢les son los resultados. No fue hasta pasados unos d¨ªas que se desenrollaron cautelosamente algunas banderas personales. La iniciativa result¨® insignificante al lado de nuestros vecinos: China, Francia, Corea y Australia. Nosotros est¨¢bamos con los del waterpolo en la segunda torre. Las primeras cinco plantas del edificio eran de Espa?a, los cuatro superiores, de Francia. Sin embargo, en el vest¨ªbulo de la entrada todo era franc¨¦s: la cantidad de medallas francesas, notificaciones log¨ªsticas, notas de apoyo, calendario social... R¨¢pidamente corri¨® la broma de que nosotros ¨¦ramos "inquilinos de los franceses".
Durante la totalidad de los Juegos hubo movimiento en la puerta de la oficina del COE, atletas y entrenadores que quer¨ªan compartir ¨¦xito y dolor, que ten¨ªan preguntas o simplemente quer¨ªan conversar un poco. El jefe de expedici¨®n, Cayetano Cornet, y su equipo, han hecho todo lo que pod¨ªan, y m¨¢s. Les debo mil gracias, pero all¨ª apenas hab¨ªa un espacio para encontrarse, aparte de dos banquitos de parque que constantemente estaban ocupados. ?Por qu¨¦ no una terraza o un sal¨®n de encuentro dentro del recinto, como el que ten¨ªan tantos otros pa¨ªses en la Villa? Francia ten¨ªa dos terrazas, Australia ten¨ªa un sal¨®n enorme con sala de juntas, Internet, etc. El Reino Unido, otro tanto.
Durante estos a?os hemos construido una relaci¨®n especial con los del waterpolo y con Almudena Cid, debido a que ellos tambi¨¦n entrenan en el CAR de Sant Cugat. Bajo el lema Juntos sabemos m¨¢s, a veces hablamos. Ya antes de los Juegos de Atenas yo defend¨ªa ante el CSD y el COE que se celebraran reuniones entre los entrenadores de los diferentes deportes. El deporte de ¨¦lite se determina en gran medida por detalles. Espa?a es un gran pa¨ªs deportivo con conocimiento especializado y de alto nivel en diferentes deportes. Podemos aprender mucho los unos de los otros, debido a que no somos rivales. Hasta ahora a¨²n no se ha dado una reuni¨®n de estas caracter¨ªsticas. Hace a?os que se habla de un centro de conocimiento / biblioteca / instituto de investigaci¨®n en Madrid. Una aspiraci¨®n muy noble, pero la competencia va corriendo mientras nosotros perdemos el tiempo. No cuesta nada que los principales entrenadores se sienten juntos tres veces al a?o y se haga una lluvia de ideas sobre diversos temas como trabajo de fuerza, aclimataci¨®n, alimentaci¨®n, entrenamiento mental, carga f¨ªsica, aerodin¨¢mica, an¨¢lisis de v¨ªdeo, ciencia de la planificaci¨®n...
No nos comportamos suficientemente como un equipo. A pesar de la magn¨ªfica ropa Li-Ning de Pek¨ªn, hay pocas cosas que compartimos. Un equipo no surge por s¨ª mismo y, menos a¨²n, si se arranca tarde. Mis jugadores tuvieron que ir a la sede del COE a la una de la noche, antes de la salida a Pek¨ªn, para completar la reserva de ropa. Para luchar juntos por las medallas al menos tenemos que conocernos unos a otros. Es importante conocer los motivos rec¨ªprocos. Con el equipo de hockey ¨ªbamos a por el oro, algunos atletas iban s¨®lo a participar y estaban m¨¢s ocupados haciendo fotos y pidiendo aut¨®grafos. A lo mejor se comportar¨ªan diferente si escucharan de los aspirantes a medallas que eso es molesto. ?Cu¨¢l es nuestra meta? ?Queremos todos lo mismo? El ¨²nico momento en el que se unific¨® el equipo espa?ol fue cuando nos visit¨® la Reina en la Villa.
Durante cuatro a?os, mi equipo y mi federaci¨®n han tenido la posibilidad de prepararse muy bien para Pek¨ªn gracias al apoyo del CSD. No tengo quejas al respecto. Fue un verano magn¨ªfico para el deporte espa?ol. Fue el resultado de a?os de duro trabajo, de un presupuesto serio para el deporte de ¨¦lite y del plan ADO. Pero lo podemos hacer mucho mejor. Hubo demasiadas medallas de madera, demasiado bronce que podr¨ªa ser plata y demasiada plata que pudo ser oro. CSD y COE, unid fuerzas. La preparaci¨®n para Londres empieza hoy.
Espa?a, lo puedes hacer mucho mejor.
Maurits Hendriks es seleccionador del equipo masculino de hockey hierba, plata en Pek¨ªn.
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