'Googlear'

AGoogle no le gusta que los internautas empleen el neologismo googlear para definir otras actividades que no sean la de buscar en Google. No quieren que se banalice la marca. Pero al paso que va la compa?¨ªa, googlearemos sin querer. Google est¨¢ en la telefon¨ªa m¨®vil, en los programas de ofim¨¢tica en l¨ªnea (gratuitos), en portales de v¨ªdeo y, ahora... en el restringido club de los navegadores.

El lanzamiento del Chrome no es un episodio m¨¢s de engorde de su cartera de servicios. Tiene alcance estrat¨¦gico. Hasta hace poco, el sistema operativo del ordenador albergaba todos los programas. Y ah¨ª reina Windows. Pero cada vez m¨¢s, tareas como el correo, la edici¨®n de textos o las hojas de c¨¢lculo se residencian en Internet con la ventaja de que pueden usarse desde cualquier m¨¢quina, en cualquier lugar. Y ah¨ª, el cobijante principal es el navegador. Chrome no quiere ser s¨®lo un navegador sino, sobre todo, una plataforma web.

Es lo que Bill Gates tem¨ªa en los a?os noventa cuando lanz¨® la batalla contra el navegador entonces reinante, Netscape: que relegara su sistema operativo a un papel menos principal. Ofreci¨® Internet Explorer gratis y asociado a Windows. Liquid¨® a Netscape. Google no es un actor in¨¦dito en el mundo de los navegadores. Subvenciona la fundaci¨®n que mantiene Firefox (est¨¢ en el 19% de los ordenadores dom¨¦sticos), un navegador de c¨®digo abierto, como Chrome, que ha mordido el dominio del Explorer. El movimiento de Google en el campo de los navegadores no ha sido el ¨²nico de este semestre. Microsoft acaba de lanzar la octava versi¨®n de su Explorer y Firefox present¨® su nuevo modelo en junio. Apple actualiz¨® hace poco su Safari. El mimo de las compa?¨ªas a sus navegadores demuestra que tienen claro el lugar que ocupar¨¢n en el planeta digital.

Hay a quien le aburre saber que un d¨ªa u otro en su vida inform¨¢tica tropezar¨¢ con Microsoft. Pronto le puede pasar algo parecido con Google. Microsoft ha dicho que vigilar¨¢ a Chrome por si incurre en pr¨¢cticas que mermen la competencia en Internet. Una acusaci¨®n que conoce en carne propia. La cosa va en serio.