"Necesito el dinero para salir adelante"

Mar¨ªa, de 30 a?os, vive en una vivienda social del barrio de La Coma de Paterna con sus cuatro hijos de 12, 11, 8 y 3 a?os. Su pareja lleva ya seis a?os en la c¨¢rcel "y le quedan a¨²n bastantes", comenta desde el umbral de su puerta mientras, por detr¨¢s, su peque?o asoma la cabeza y la escucha con curiosidad.

Sus ¨²nicos ingresos son los 10 o 12 euros que consigue obtener al d¨ªa limpiando cristales y pidiendo. Eso y la ayuda que recibe de C¨¢ritas. Participa en un programa de inserci¨®n laboral por el que obtiene 150 euros al mes. Este a?o la ¨²nica ayuda social que ha recibido es una paga anual de 300 euros que facilita el ayuntamiento. Con todo ello subsiste a duras penas. "Me hace falta m¨¢s dinero, falta para comer", comenta, "ahora empieza el colegio y los ni?os no tienen ni zapatillas, ni el ch¨¢ndal..."

Mar¨ªa, que bajo este nombre oculta su verdadera identidad, encaja perfectamente en el perfil del beneficiario a quien se dirige la renta garantizada de ciudadan¨ªa. En una situaci¨®n muy similar est¨¢ su vecina de rellano, que al o¨ªr la conversaci¨®n sale de casa y se acerca para contar su situaci¨®n.

"Mi marido tambi¨¦n est¨¢ preso, lleva ocho meses", comenta. Tampoco tiene ingresos propios, despu¨¦s de que se la haya acabado una prestaci¨®n por desempleo. Tanto ella como sus tres hijos subsisten con la pensi¨®n de 300 euros que cobra su madre que les acompa?a en el piso. No es mucho, pero suficiente para anular la bonificaci¨®n que tiene su vecina en el alquiler que pagan al Instituto Valenciano de Vivienda por falta de ingresos estables. Mar¨ªa s¨®lo paga 10 euros al mes; ella 100. Al contrario que su vecina, ella s¨ª que ha solicitado la renta de ciudadan¨ªa a trav¨¦s de los servicios sociales municipales. "A m¨ª me da igual si tengo que ir a un cursillo o trabajar en lo que sea, pero necesito la ayuda para salir adelante", apunta.