Dif¨ªciles relevos
El verano ha reforzado dos evidencias: la continuidad de la crisis crediticia global, un a?o despu¨¦s de su emergencia, y la cercan¨ªa a la recesi¨®n de las principales econom¨ªas de la OCDE. Ambas condicionan de forma muy significativa el horizonte de recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola.
En mayor medida que otras, la econom¨ªa espa?ola sufre la alteraci¨®n en la actividad de los mercados internacionales de cr¨¦dito, porque son pocas las que tienen una dependencia tan acusada de la financiaci¨®n exterior. Es el reflejo, en esencia, de ese d¨¦ficit en la balanza de pagos por cuenta corriente cuya severidad tampoco ha suavizado el verano. A diferencia de otras igualmente dependientes del ahorro del resto del mundo, como la estadounidense, la importancia relativa de nuestro desequilibrio es mayor, al tiempo que no tenemos el grado de diversificaci¨®n de fuentes de financiaci¨®n de aqu¨¦lla. La gran mayor¨ªa ha de ser a trav¨¦s de instrumentos de cr¨¦dito, con muy poca inversi¨®n extranjera directa neta.
Que Alemania, Francia o Reino Unido est¨¦n m¨¢s cerca de la recesi¨®n que Espa?a es el m¨¢s serio de los agravantes
La esperanza de que la demanda exterior de bienes y servicios espa?oles compensara, ya fuera parcialmente, el hundimiento de la demanda interna se ha visto frustrada por una muy intensa y r¨¢pida desaceleraci¨®n de nuestros principales socios. Los recientes datos de la OCDE, Eurostat y las proyecciones del Banco Central Europeo (BCE) no permiten confiar en ese relevo en la determinaci¨®n del crecimiento.
Que Alemania, Francia o Reino Unido est¨¦n m¨¢s cerca de la recesi¨®n que Espa?a, s¨®lo sirve para confirmar la virtualidad del refr¨¢n y conceder falso consuelo a los menos diligentes. En realidad, es una gran complicaci¨®n, el m¨¢s serio de los agravantes de las expectativas de los agentes econ¨®micos espa?oles, y la variable que probablemente obligar¨¢ al Gobierno a revisar los fundamentos en los que esperaba asentar los pr¨®ximos presupuestos y algunas decisiones excepcionales de pol¨ªtica econ¨®mica.
Los intentos por oxigenar financieramente a las peque?as y medianas empresas, anunciados este verano, van en la direcci¨®n correcta, pero ser¨¢n insuficientes. Es probable que a estas alturas, la anemia, las adversas expectativas, el racionamiento crediticio aplicado durante el ¨²ltimo a?o, haya postergado definitivamente esas decisiones de inversi¨®n privada que pod¨ªan favorecer el relevo de sectores deprimidos.
El ¨²nico relevo en el que puede confiarse es en el mayor protagonismo de la inversi¨®n p¨²blica. Espa?a todav¨ªa tiene un stock de capital p¨²blico relativamente bajo, especialmente en aquellas modalidades que ayudan a la diversificaci¨®n productiva, a reducir vulnerabilidad y, en definitiva, a fortalecer la competitividad, todo ello a trav¨¦s de una mayor productividad. Afortunadamente, tambi¨¦n la deuda p¨²blica es baja; mantenerla donde est¨¢ no garantiza una recesi¨®n m¨¢s suave, pero utilizar adecuadamente el margen existente s¨ª puede favorecer una salida de aqu¨¦lla en mejores condiciones. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.