Los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos antes de que se posesione Trump chocan con la frontera cerrada de Biden

El nombre del presidente electo flota sobre dos fronteras. Mientras una sucesi¨®n de caravanas migrantes comienza su camino desde el sur de M¨¦xico, en las puertas ¡ªcerradas¡ª de Estados Unidos se notan las primeras se?ales de una ola migratoria que intenta llegar a suelo estadounidense a la desesperada antes de que Donald Trump previsiblemente implemente sus planes en materia migratoria, su prioridad, como ha dicho una y otra vez. A dos semanas de la victoria electoral del republicano, el flujo de migrantes sigue siendo bajo, como lo ha sido desde que Joe Biden firm¨® un decreto que limit¨® dram¨¢ticamente las entradas a comienzos del verano, pero en los ¨²ltimos d¨ªas las detenciones de grupos de m¨¢s de cien personas en la frontera apuntan a un cambio de tendencia para los meses finales de la Administraci¨®n dem¨®crata, que se est¨¢ preparando para ello.

En Eagle Pass, Texas, que ha estado en el epicentro de la crisis de migrantes reciente, el domingo se detuvieron 154 inmigrantes sin papeles, seg¨²n el Departamento de Seguridad P¨²blica de Texas (DPS, por sus siglas en ingl¨¦s). El grupo inclu¨ªa 20 menores que viajaban solos y seis personas provenientes de Afganist¨¢n. El lunes, en San Miguel, Arizona, la Patrulla Fronteriza detuvo a m¨¢s de 230 personas indocumentadas. En ambos casos se ha se?alado que los grupos estaban a salvo y siendo procesados. Esto, bajo la normativa actual que en efecto ha suspendido las solicitudes de asilo y que adem¨¢s permite las expulsiones en caliente a quienes crucen la frontera fuera de los accesos oficiales, significa que con toda probabilidad la mayor¨ªa de estas personas ser¨¢n deportadas, si es que no lo han sido ya. Aunque el panorama que se vislumbra bajo la nueva administraci¨®n de Trump es de un cierre total de la frontera, como ¨¦l mismo ha anunciado, la realidad es que en este momento, pr¨¢cticamente, ya lo est¨¢.

De todas formas, el escenario de un pico repentino en el flujo de migrantes de cara a la toma de posesi¨®n de Trump el pr¨®ximo 20 de enero ha estado en la agenda de las autoridades migratorias desde antes de las elecciones. NBC News report¨® que un d¨ªa antes de las elecciones, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se hab¨ªa reunido con sus asesores m¨¢s importantes y los jefes de Aduanas (CBP) e Inmigraci¨®n (ICE) para hablar sobre lo que una posible victoria de Trump significar¨ªa para la frontera y prepararse para ello.

Seg¨²n las fuentes an¨®nimas citadas por el medio estadounidense, las cuestiones que se trataron fueron si hab¨ªa la capacidad para lidiar con un aumento en el n¨²mero de migrantes intentando entrar al pa¨ªs de manera irregular, espec¨ªficamente si hab¨ªa suficiente espacio en los centros de detenci¨®n temporales para alojar a posiblemente miles de personas antes de ser deportados. Y, en la misma l¨ªnea, si se planeaba con mantener el procesamiento y expulsi¨®n r¨¢pidos, o si, por el contrario, sin techo para albergar n¨²meros mayores de migrantes de manera temporal, se volver¨ªa a la pol¨ªtica de liberaci¨®n en territorio estadounidense mientras se produce una cita judicial que defina su destino migratorio, tan criticada por la derecha.

Aunque no se conocen p¨²blicamente las conclusiones a las que se llegaron en esa reuni¨®n, un portavoz de CBP fue tajante: ¡°La realidad permanece: Estados Unidos sigue aplicando la ley de inmigraci¨®n, y los inmigrantes deben utilizar v¨ªas seguras, legales y ordenadas para llegar a Estados Unidos¡±.

Los ¨²ltimos datos disponibles sobre las entradas de migrantes, de septiembre, han sido los m¨¢s bajos desde que Biden asumi¨® la presidencia. Durante el mes hubo un poco m¨¢s de 100.000 encuentros con personas en la frontera sur, un poco m¨¢s de la mitad de ellas fuera de los puestos fronterizos. Esto es alrededor de un 7% menos que en agosto, y 170% menos que septiembre del a?o anterior. El papel de M¨¦xico en la intercepci¨®n de migrantes antes de que lleguen a la frontera ha sido clave.

Estas tendencias se han ido sucediendo de mes a mes desde que el presidente Biden firm¨® su decreto, pero tambi¨¦n aceler¨® las deportaciones. Desde el 5 de junio hasta ahora, seg¨²n la informaci¨®n de CBP, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha triplicado el porcentaje de extranjeros procesados para una ¡°expulsi¨®n acelerada¡±, y el n¨²mero de personas liberadas por la Patrulla Fronteriza en espera de procedimientos judiciales migratorios se ha reducido en un 80%. Como resultado, el DHS ha expulsado o devuelto en ese periodo a m¨¢s de 160.000 personas a m¨¢s de 145 pa¨ªses, sin incluir las repatriaciones del CBP en aeropuertos o en la frontera norte.

Para todo el a?o fiscal 2024, que corre de octubre de 2023 hasta el final de septiembre de 2024, los datos preliminares muestran que Estados Unidos complet¨® m¨¢s de 700.000 deportaciones, m¨¢s que en cualquier a?o fiscal anterior desde 2010. Esto incluye m¨¢s expulsiones a pa¨ªses distintos de M¨¦xico que en cualquier a?o anterior. El DHS tambi¨¦n ha reducido a m¨¢s de la mitad el tiempo que tarda en expulsar a las personas que no establecen una base legal para permanecer en los Estados Unidos con respecto a su media hist¨®rica. Adem¨¢s, el n¨²mero estimado de fugas de migrantes ¡ªpersonas que cruzaron la frontera sin encontrarse con las autoridades¡ª ha disminuido aproximadamente un 60% del a?o fiscal 2023 al a?o fiscal 2024.

Pero esta realidad sigue siendo laxa en comparaci¨®n a lo que la imaginaci¨®n arroja cuando se piensa en la frontera bajo la segunda presidencia de Trump. Tras nombrar la semana pasada a tres halcones migratorios para algunas de las posiciones m¨¢s importantes en esta materia ¡ªStephen Miller, como jefe adjunto de Gabinete de la Casa Blanca; Tom Homan, como ¡°zar de la frontera¡±; y Kristi Noem, como secretaria de Seguridad Nacional¡ª el cierre a cal y canto de la frontera parece inminente. Este lunes el presidente electo Trump asegur¨® que decretar¨ªa la emergencia nacional, lo cual le permitir¨ªa desplegar al ej¨¦rcito para labores migratorias, y tambi¨¦n ha prometido una deportaci¨®n masiva, el final de los programas del parole humanitario y el aumento significativo de las camas para alojar temporalmente a migrantes detenidos, incluso usando o expandiendo c¨¢rceles.