La vanguardia del Caribe
Powell, que ayer hizo 9,77s, fue el impulsor de la ola de velocistas caribe?os
El a?o que Asafa Powell decidi¨® no ser mec¨¢nico, el estadounidense Tim Montgomery bati¨® el r¨¦cord mundial de los 100 metros con 9,78 segundos. Luego se supo que las pruebas de velocidad de aquella ¨¦poca estuvieron pobladas de atletas dopados. Montgomery fue uno de los numerosos velocistas que eligieron alimentar su organismo con drogas prohibidas: esteroides y hormona del crecimiento.
En 2002, mientras Montgomery bat¨ªa su r¨¦cord en Par¨ªs, Powell, en la localidad italiana de Rovereto, hac¨ªa una marca que pasar¨ªa inadvertida: 10,12s. Ten¨ªa 20 a?os. Era la semilla de una carrera marcada por la perfecci¨®n y el miedo.
Ayer, Powell regres¨® a Italia, a Rieti, donde corri¨® en 9,77s. A la luz de las marcas que ha producido -y ha inspirado- el atleta jamaicano en los ¨²ltimos a?os, 9,77s parecen una vulgaridad. Basta con repasar las diez mejores de todos los tiempos, sin embargo, para comprobar que Powell ha transformado el sprint. Posee cinco de los tiempos m¨¢s r¨¢pidos de la historia.
"Bolt es una fuerza de la naturaleza y Powell es perfecto", dicen los t¨¦cnicos
Los jamaicanos han desplazado de las finales a africanos y europeos
Desde 2005 y hasta hace unos meses, Powell fue el ¨²nico hombre capaz de bajar de 9,80s sin la ayuda de estimulantes ilegales. Ahora comparte ese territorio con el estadounidense Tyson Gay y su compatriota Usain Bolt. Pero ¨¦l fue a la vanguardia. El pionero de una de las incursiones m¨¢s extraordinarias que se han hecho en la velocidad.
En su aventura, Powell se convirti¨® en el impulsor de un grupo de atletas que han cambiado la geograf¨ªa del ranking. Nunca ha habido tantos caribe?os en puestos relevantes del hect¨®metro. Los jamaicanos Nesta Carter, Michael Frater y Bolt han brillado en Pek¨ªn y en los m¨ªtines junto con Churandy Martina, de las Antillas Holandesas, y la pareja de trinitenses Marc Burns y Richard Thompson. Todos bajaron de 10s. La invasi¨®n no tiene precedentes y ha desplazado de las finales a europeos y africanos.
El producto m¨¢s descomunal de la ola caribe?a es Bolt, que en la final de los Juegos de Pek¨ªn se adelant¨® a su ¨¦poca corriendo los 100 metros en 9,69s. Powell lo contempl¨® agarrotado. Igual que en los Juegos de 2004, qued¨® quinto. Repiti¨® su estigma de las grandes citas y confirm¨® la evidencia de que, bajo presi¨®n, es incapaz de controlar el miedo. El primer oro de su vida lo gan¨® en el relevo de 4x100 metros. Se lo dedic¨® a sus dos hermanos muertos: uno, en un tiroteo; otro, jugando al f¨²tbol americano. Su familia, que llevaba a?os de luto, respir¨®.
Manuel Pascua, el entrenador espa?ol que convirti¨® a Francis Obikwelu en el ¨²ltimo gran sprinter africano, cree que el hundimiento de Powell en los 100 metros, en Pek¨ªn, fue tan predecible como su evoluci¨®n: "Me esperaba que Asafa se acercara a los 9,70s [hizo 9,72s hace dos semanas] y que fallase en los Juegos porque no soporta la presi¨®n. Suele pasar con los atletas que, como ¨¦l, piensan demasiado. Los que no se enteran de nada tienen ventaja".
"Bolt es una fuerza de la naturaleza que vale 9,50s", opina Pascua; "pero mec¨¢nicamente no aprovecha toda su zancada. Asafa es t¨¦cnicamente el m¨¢s perfecto de todos los nuevos velocistas. Su f¨ªsico es portentoso, pero no es lo ¨²nico. Asafa ha sido muy constante: ha mejorado a lo largo de los ¨²ltimos seis a?os y lo ha hecho sobreponi¨¦ndose a lesiones graves. S¨®lo cuid¨¢ndose mucho, con una gran disciplina, se puede llegar a correr de forma tan equilibrada, sin gastar movimientos innecesarios. Su zancada es adecuada a su talla (1,90 metros) y sus pasos de aceleraci¨®n son muy buenos".
Powell prefiere correr lejos del gran ruido. Cuando est¨¢ tranquilo, como en Rieti, es la expresi¨®n m¨¢s perfecta de la bala humana. Ejemplo de sprinter.
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