Pimpinela Aguirre
Esperanza Aguirre no puede disimular por m¨¢s tiempo la faz que oculta bajo su m¨¢scara acartonada de sonrisa sard¨®nica, ella es la Pimpinela Escarlata de la nueva ola de la privatizaci¨®n que ha venido a salvar de la guillotina (l¨¦ase bancarrota) a los empresarios del antiguo r¨¦gimen cuyos negocios, lastrados por su insaciable codicia y su imperiosa avidez de grandes beneficios a corto plazo, se tambaleaban a causa de una crisis que ellos mismos hab¨ªan provocado al primar la especulaci¨®n sobre la producci¨®n y al accionariado sobre la clientela en imaginativas tramas, trampas, financieras. El papel de Esperanza lo interpretaba en el cine el recientemente fallecido Leslie Howard, muy cre¨ªble en su papel de remilgado petimetre que destinaba sus numerosos momentos de ocio a rescatar a sus colegas de la aristocracia del filo de la cuchilla. La novela que inspiraba la pel¨ªcula estaba firmada por la Baronesa de Orczy, seud¨®nimo (la cosa va de disfraces) de sir Percy Blakeney, prol¨ªfico autor de folletines. En una escena cumbre de la pel¨ªcula, Leslie, en su histri¨®nica personificaci¨®n de pisaverde bufonesco, recita unos versitos par¨®dicos sobre su heroico sosias, mientras se?ala con el dedo a una ristra de cortesanos emperifollados que le r¨ªen la gracia entre dientes: "?Estar¨¢ aqu¨ª, estar¨¢ all¨¢? ?La Pimpinela d¨®nde estar¨¢...?".
La Pimpinela madrile?a, nuestra Pimpi, est¨¢ en todas partes en su caracterizaci¨®n de presidenta de todos los madrile?os, y adalid de sus libertades, la hemos visto tocar la bater¨ªa entre j¨®venes rockeros y mascar chicle para mantener impert¨¦rrito el rictus, impasible el adem¨¢n, mientras atravesaba las filas hostiles de damnificados de la sanidad o de la educaci¨®n p¨²blicas, esos aterrorizantes monopolios que inhiben las libertades de los madrile?os en materias educativas, sanitarias y asistenciales, impidi¨¦ndoles elegir entre una saludable variedad de siglas, entre un conglomerado de empresas dedicadas, en primer t¨¦rmino a la obtenci¨®n de beneficios, como es su obligaci¨®n: sin beneficios no habr¨ªa empresas y sin empresas no se cubrir¨ªan los servicios pactados por ellas con la Administraci¨®n. El primer objetivo de una empresa es la supervivencia, aunque sea, como en este caso, a costa de la supervivencia de otros.
En su tercera ola privatizadora, Esperanza Aguirre, se reafirma como enemigo p¨²blico (de lo p¨²blico) n¨²mero uno: la reciente eliminaci¨®n de las plazas gratuitas de las guarder¨ªas p¨²blicas, o el desalojo de la FAPA Giner de los R¨ªos, federaci¨®n mayoritaria que representa a 800 asociaciones de padres y madres de alumnos, son algunas de las medidas tomadas con agostidad, alevos¨ªa y desprecio hacia los m¨¢s desfavorecidos. Si los socialistas consiguen desalojar a los populares de la Comunidad de Madrid se encontrar¨¢n seguramente con un vac¨ªo casi absoluto en cuanto a materias que administrar y su labor se limitar¨¢ a la vigilancia y supervisi¨®n de las tratas, contratas y subcontratas efectuadas por sus predecesores. Como en los peores desalojos a la mexicana, los nuevos inquilinos del Gobierno regional no encontrar¨¢n ni los muebles, o mejor dicho los encontrar¨¢n pero privatizados y subcontratados a una empresa "externalizada" a la que habr¨¢n de pagar puntualmente el alquiler.
En una perversa variante del anarquismo, nuestra Pimpinela lucha contra el Estado que representa, no para devolver el poder al pueblo sino para ponerlo en manos de nuevos amos sin m¨¢s ideolog¨ªa que la del lucro personal, individuos que no se achantan cuando se habla de jornadas laborales de 65 horas, defensores de dos libertades b¨¢sicas a las que deben someterse las restantes, la libertad de mercado y el despido libre. Suena bien la propuesta del presidente Zapatero de no dar ni un euro para reflotar a las empresas que se enriquecieron con las vacas gordas del ladrillo y la hipoteca hasta dejarlas exhaustas y exang¨¹es y ahora solicitan m¨¢s pienso del Estado para seguir orde?¨¢ndolas. Suena bien, pero me temo que ninguno de los empresarios presuntamente afectados se ha dado por aludido. Con clientes como la Comunidad de Madrid tienen el horizonte despejado para nuevos negocios. Nuestra Pimpinela, siempre solidaria con los suyos, atraer¨¢ empresas de fuera, a las que aplicar¨¢, "si lo solicitan", la normativa de implantaci¨®n de su regi¨®n de origen para ahorrar obst¨¢culos burocr¨¢ticos y permitirles acogerse a las normas que m¨¢s les interesen. La nueva ponencia econ¨®mica del PP regional donde se har¨¢n p¨²blicas ¨¦stas y otras recetas se celebrar¨¢ durante su pr¨®ximo congreso regional. Chollomadrid est¨¢ en marcha.
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