Historias de la vida cotidiana

"Lo real de que hablo tiene cierta severidad y pureza. Rigor, sencillez, claridad; es directo, cristalino, y carece de pretensiones art¨ªsticas en el sentido afectado de la palabra", as¨ª defin¨ªa Walker Evans (1903-1975) su concepto de la fotograf¨ªa. Evans es uno de los seis fot¨®grafos norteamericanos seleccionados por la Fundaci¨®n Mapfre (avenida del General Per¨®n, 40, Madrid) que hoy presenta la exposici¨®n Coleccionar el mundo, 77 obras en total en la que se incluyen adem¨¢s las adquisiciones fotogr¨¢ficas de la fundaci¨®n de obras de Diane Arbus, Garry Winogrand, Henry Callahan, Lee Friedlander y Hellen Levitt.

Evans es uno de los fot¨®grafos esenciales del siglo XX. Su admiraci¨®n por autores como Joyce, Elliot, Hemingway o Virginia Wolf le llevaron al Par¨ªs de los a?os veinte. La atracci¨®n por la literatura se transform¨® paulatinamente en una obsesi¨®n por la fotograf¨ªa. A su vuelta a Nueva York en los ¨²ltimos a?os de la d¨¦cada, opta definitivamente por el mundo de las im¨¢genes. Eran los tiempos en los que EE UU viv¨ªa la Gran Depresi¨®n y encontr¨® en Walker Evans a su mejor cronista. "Nada debe ser impuesto a la experiencia. La verdad debe ser descubierta, no construida", una premisa que explicaba su oficio.

Diane Arbus (1923-1971), de la que se incluyen en la muestra 15 fotograf¨ªas, se adapta perfectamente a sus propios deseos respecto a su trabajo. Arbus afirmaba que su obra persegu¨ªa "lo que es ceremonia, es curioso y es com¨²n porque ser¨¢ legendario". Pues bien, la fot¨®grafa norteamericana es ya parte de la leyenda de la cultura del siglo XX y lo es porque su c¨¢mara dej¨® constancia de la normalidad de lo anormal. Gentes comunes y extraordinarias unidas por una mirada que siempre es directa, tensa, turbadora. Sus protagonistas son plenamente conscientes de que est¨¢n siendo retratados. No hay equ¨ªvocos. En 1967, el MOMA de Nueva York present¨® News Documents, una exposici¨®n que reun¨ªa a tres grandes fot¨®grafos: Diane Arbus, Lee Friedlander y Garry Winogrand. Los tres est¨¢n presentes en Coleccionar el mundo.

Con Lee Friedlander (1934), el objeto, los objetos, se convierten en el epicentro de la fotograf¨ªa. Son interiores de hotel, carreteras, escaparates, en los que lo inanimado es el rey. La habitaci¨®n rompe su ascetismo con un aparato que parece compartir la soledad. En ¨¦l se asoma un ni?o, un desnudo femenino o un motorista. La pantalla se integra en una historia inacabada. Alguien sali¨® del dormitorio y se dej¨® el televisor encendido. Podr¨ªa ser un cuento de Raymond Carver.

Las 12 fotograf¨ªas que se exhiben de Helen Levitt muestran una impecable coherencia. Su mundo es la calle y su intenci¨®n, reflejar lo que en ella ocurre y ve. "Decid¨ª que deb¨ªa hacer fotos de la clase obrera y contribuir a los movimientos. Cualquier movimiento -socialismo, comunismo, lo que estuviera pasando en el momento-. Luego vi las fotos de Cartier Bresson y descubr¨ª que la fotograf¨ªa pod¨ªa ser un arte, y eso me hizo ambiciosa", explicaba a la periodista Melissa Block. Una ambici¨®n estimulada por sus dos mentores, Walker Evans y el ya citado Cartier Bresson, que encuentran en su mirada lo que todo artista que se precia anhela: trascender la realidad. Sus escenas callejeras retratan la cotidianeidad de los barrios neoyorquinos pero lo hacen con un lirismo inaprensible para la mayor¨ªa.

Harry Callahan (1912-199) es el m¨¢s vanguardista de los seleccionados. Su dominio t¨¦cnico y su af¨¢n por experimentar le permiten recorrer el largo camino de la sencillez. "Creo que todos los artistas o casi todos", escribi¨®, "intentan sin cesar llegar hasta el borde de la nada, donde resulta imposible ir m¨¢s lejos". Su fin del mundo lo encontr¨® en su extraordinaria serie Mujeres ensimismadas, unos retratos femeninos despojados de toda referencia externa: primeros planos de damas que buscan captar sus pensamientos. La geograf¨ªa del rostro humano.

Garry Winogrand (1928-1984) es una especie de hermano peque?o de Robert Frank. La leyenda cuenta, como se afirma en el cat¨¢logo de la exposici¨®n Coleccionar el mundo, que "sal¨ªa todos los d¨ªas a la calle con su Leica, un objetivo gran angular y 10 rollos de Tri-X. Volv¨ªa a casa con Nueva York en los bolsillos". Sus obras no pretenden transformar el mundo, simplemente conocerlo. Si su admirado Robert Frank fue el autor de The Americans -probablemente la mejor disecci¨®n fotogr¨¢fica de un pa¨ªs, EE UU-. Winogrand lo es de Women are beautiful y The Animals, libro este ¨²ltimo en el que muestra su fascinaci¨®n por los zoos, esos lugares en los que cada vez resulta m¨¢s complejo saber qui¨¦n contempla a qui¨¦n. Winogrand pertenec¨ªa a esa minoritaria especie de creadores alejados de la presunci¨®n y la vanidad. "Lo ¨²nico realmente dif¨ªcil es cambiar de carrete cuando las cosas est¨¢n sucediendo". ?Se puede pedir m¨¢s sencillez?

Tras la muestra que se comenta, Mapfre tiene prevista una programaci¨®n en la que se incluyen monograf¨ªas de fot¨®grafos hist¨®ricamente ya consagrados como Walker Evans, Alexander Rodchenko o Lisette Model junto a autores vivos como Fazal Sheik, Graciela Iturbide o Anna Malagrida.Walker Evans dec¨ªa que "la verdad debe ser descubierta, no construida" Winogrand: "Lo dif¨ªcil es cambiar el carrete cuando las cosas est¨¢n sucediendo"

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