Aspirante a un Oscar: George Bush
Oliver Stone estrena en octubre en Estados Unidos 'W', una de las pel¨ªculas m¨¢s esperadas del a?o sobre la vida del presidente norteamericano
La presidencia de George W. Bush se acaba este a?o. Pero el pol¨¦mico cineasta Oliver Stone no le permitir¨¢ irse de rositas. El London Film Festival tendr¨¢ la primicia de estrenar a mediados de octubre una de las pel¨ªculas m¨¢s esperadas del a?o, W, el biopic sobre el pol¨ªtico republicano que ha ocupado la Casa Blanca durante los ¨²ltimos ocho a?os y que est¨¢ a punto de abandonarla con los ¨ªndices de popularidad m¨¢s bajos de su carrera. El 17 de ese mismo mes el filme llegar¨¢ a las pantallas estadounidenses, exactamente dos semanas antes de las elecciones que pondr¨¢n punto final al reinado de George W. Bush.
La cinta no tendr¨¢ un tono dram¨¢tico y monumental, sino c¨®mico
Josh Brolin es el blanco de los republicanos m¨¢s extremistas
Stone no navega en aguas presidenciales por primera vez. Diseccion¨® a Kennedy en JFK, y realiz¨® un afilado retrato del ambicioso Nixon en la cinta hom¨®nima. Pero en ambos casos, los protagonistas originales no ten¨ªan modo alguno de rebatir a Stone: ambos estaban muertos. Esta vez, en cambio, el verdadero George W. Bush podr¨¢ sentarse en la oscuridad de su sala de proyecciones y remasticar su propia vida a trav¨¦s de Josh Brolin, el actor escogido para reencarnarle en la pantalla. Junto a ¨¦l, una selecci¨®n de actores atrevidos como Elisabeth Banks (Laura Bush), James Cromwell (Bush padre), Jeffrey Wright (Colin Powell), Richard Dreyfuss (Dick Cheney), Toby Jones (Karl Rove) o Thandie Newton (Condoleezza Rice). ?Atrevidos por qu¨¦? Seg¨²n Stone, completar el casting no fue f¨¢cil. Pese a lo que diga la leyenda, en Hollywood hay mucho actor republicano. E incluso entre los dem¨®cratas, muchos tuvieron dudas. "Odian tanto a Bush que no entienden por qu¨¦ quiero hacer una pel¨ªcula sobre ¨¦l", declar¨® el director en la revista Entertainment Weekly al arrancar el rodaje en primavera.
M¨¢s dif¨ªcil a¨²n fue encontrar dinero para filmar una cinta que recorre la salvaje juventud de Bush, sus a?os de conversi¨®n religiosa y su primer mandato como presidente, invasi¨®n de Irak incluida. A juzgar por el tr¨¢iler que ya circula online, no tendr¨¢ un tono dram¨¢tico y monumental, sino m¨¢s bien c¨®mico. "Bush no es una persona compleja y oscura como Nixon, as¨ª que esta pel¨ªcula puede ser graciosa porque Bush lo es. Es un tipo extra?o y algo payaso y pone caras raras constantemente. No es un presidente com¨²n, as¨ª que podemos divertirnos un poco. Estoy cansado de tener que defender la exactitud de mis pel¨ªculas", ha asegurado Stone.
No hubo estadounidenses dispuestos a invertir en un cineasta que, pese a sus tres oscar, sus m¨²ltiples candidaturas y los r¨ªos de tinta que ha generado con cintas como Nacido el 4 de julio, Natural born killers, Salvador o Platoon, no ha producido ning¨²n gran ¨¦xito en m¨¢s de una d¨¦cada. No hubo kamikazes con pasaporte estadounidense dispuestos a atacar directamente al coraz¨®n de la Casa Blanca, pero s¨ª hubo chinos, alemanes y australianos interesados, de cuyos bolsillos han salido los 21,5 millones de euros que parece ha costado el filme.
No obstante, seg¨²n declar¨® la pasada semana en Toronto la Condoleezza del filme, Thandie Newton, "quienes esperen una diatriba anti-Bush se sorprender¨¢n". Seg¨²n esta actriz, "la vida no es en blanco y negro y creo que esta pel¨ªcula tiene sus diferentes escalas de grises. En realidad, es una cinta que har¨¢ que la audiencia llegue a sus propias conclusiones". En palabras de Josh Brolin, entrevistado por la revista New York, Stone no ha hecho una caricatura de Bush, sino "una historia apasionante e irresistible sobre un hombre que era como un rat¨®n en un laberinto, que estaba completamente perdido, buscando el queso que no encontraba. Y de repente, se convirti¨® en presidente de los Estados Unidos".
Desde que se supo que se meter¨ªa en la piel de Bush, Brolin se ha convertido en el blanco de los republicanos m¨¢s extremistas, como el periodista de la televisi¨®n Fox Bill O'Reilly. Sin embargo, tanto Stone como Brolin intentan convencer a los estadounidenses de que la pel¨ªcula tambi¨¦n deber¨ªa gustarle a los republicanos. "No es pol¨ªtica, es biogr¨¢fica. La gente recordar¨¢ que este hombre es humano ya que fuera de la pel¨ªcula siempre le deshumanizamos, le llamamos idiota, marioneta y fracasado. En el filme, en cambio, preguntamos ?c¨®mo crece un hombre y llega a convertirse en esa persona?", afirm¨® Brolin en junio en Los Angeles Times.
Pero cuando los republicanos vean a su comandante en jefe atragant¨¢ndose con un pretzel, dif¨ªcilmente sonreir¨¢n. Y, menos a¨²n, cuando aparezca borracho y esnifando coca¨ªna como hac¨ªa en sus tiempos mozos. Sin duda, el personaje tiene entidad suficiente para alimentar una buena pel¨ªcula. Pero para juzgar su calidad a¨²n habr¨¢ que esperar a que Stone salga de la sala de edici¨®n ya que el filme a¨²n no lo ha visto nadie. Y qui¨¦n sabe, quiz¨¢s el que m¨¢s curiosidad tenga sea el mism¨ªsimo George W. Bush...
El presidente, toda una industria
George W. Bush es toda una industria en s¨ª mismo. A lo largo de estos ocho a?os se han publicado cientos de libros que han analizado su presidencia, decenas de documentales que de una u otra manera han desmenuzado sus acciones pol¨ªticas y varias pel¨ªculas de ficci¨®n que por lo general se han mofado de su persona. Michael Moore estren¨® justo antes de las elecciones de 2004 su Fahrenheit 9/11, que sin llegar a ser un retrato del presidente, dejaba en evidencia todos sus errores previos y posteriores a los ataques del 11-S. Fue el documental con la mayor audiencia en cines de la historia y adem¨¢s, se llev¨® un Oscar.
La ficci¨®n en cambio no ha tenido tanto ¨¦xito en sus retratos y parodias del presidente. John Sayles, siempre firme en sus convicciones de izquierdas, fue uno de los primeros en atreverse a utilizarla para atacar a Bush. Su pel¨ªcula Silver City, estrenada poco antes de las presidenciales de 2004, era una excelente parodia de un tejano corrupto que aspiraba a gobernador en la que Chris Cooper imitaba con mucha sorna a un ¨¢lter ego de George W. Bush llamado Dicky Pilager. Su audiencia fue m¨ªnima pero Sayles trat¨® de impulsarla viajando por todo Estados Unidos en una caravana que ofrec¨ªa proyecciones gratis. "Quer¨ªa contribuir a que no fuera reelegido" dijo Sayles. Fracas¨®.
Sin embargo, los libros sobre el presidente y sus acciones pol¨ªticas, ya sean c¨®micos o serios, s¨ª han tenido mucho tir¨®n. Entre los primeros, Bushisms, donde se recogen las frases m¨¢s est¨²pidas que ha pronunciado el mandatorio. Entre los serios, todos los de Bob Woodward: Bush at war, Plan of Attack y el m¨¢s reciente, publicado esta semana: The war within: a secret white house history 2006-2008.
Babelia
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