El misterio de Ra¨²l
La lesi¨®n del capit¨¢n del Madrid en el tend¨®n de Aquiles, ocultada una semana, justifica los temores de Schuster, que pidi¨® otro delantero
"El siete est¨¢ tocado en el tend¨®n de Aquiles", le dijo un t¨¦cnico a otro en lo m¨¢s rec¨®ndito de un vestuario. En la Ciudad Deportiva de Valdebebas trabajan cientos de personas y ninguna necesita aclarar qui¨¦n es el siete. A Ra¨²l, como a los emperadores de la dinast¨ªa Ming, ya nadie le nombra. Lo conveniente es decir "el siete". Con eso es suficiente. Como confiesa un preparador del Madrid: "Ra¨²l es un tema tab¨²".
Ra¨²l sirve para explicar el momento delicado que atraviesa el Madrid. Hace una semana, el parte oficial del club inform¨® de que Ra¨²l no se entrenaba porque hac¨ªa "un plan espec¨ªfico" en el gimnasio. La versi¨®n autorizada era que Ra¨²l tonificaba su musculatura en la sala de pesas. Extraoficialmente, filtraron que el capit¨¢n hab¨ªa jugado los dos partidos de la Supercopa espa?ola y el de Riazor con "molestias musculares". As¨ª justificaron que jugara tan mal. Pero Ra¨²l sigui¨® sin entrenarse. S¨®lo el martes se le vio trotar en compa?¨ªa de Sneijder, que sufre la rotura parcial de un ligamento.
Los m¨¦dicos tienen prohibido emitir informes sobre el 'siete'
El t¨¦cnico sabe que deber¨¢ administrar con cuidado su tiempo de acci¨®n
Ayer, fuentes de la directiva empezaron a reconocer que Ra¨²l est¨¢ lesionado y que padece "una inflamaci¨®n en el tend¨®n de Aquiles de la pierna izquierda". De este modo, en el club se anticipan a la posible baja del jugador en el encuentro de Liga del domingo, en el Bernab¨¦u, contra el Numancia.
Las fuentes oficiales y las extraoficiales dan versiones autorizadas y oficiosas. Pero la verdad es dif¨ªcil de saber porque los m¨¦dicos tienen prohibido emitir informes sobre la lesi¨®n de Ra¨²l. "El club suspender¨¢ los partes m¨¦dicos para las lesiones a menos que sean graves", dicen los portavoces, que anuncian una medida que coincide en el tiempo con los misteriosos problemas del capit¨¢n.
En el Madrid nadie se hace cargo de la voluntad de mantener en secreto el estado f¨ªsico de los futbolistas. Como suele ocurrir desde que se march¨® Fabio Capello, en el club no aparece una sola figura capaz de asumir la responsabilidad de una decisi¨®n, aparte de Ram¨®n Calder¨®n, el presidente, que sirve de escudo a todos. En materia de estrategia deportiva lo mismo que en cuestiones m¨¦dicas.
La estructura permite que Ra¨²l ejerza de director deportivo en la sombra. Sanciona todas las decisiones importantes que adoptan los dirigentes. Es el hombre que m¨¢s habla con Calder¨®n y con el propio director deportivo, Pedja Mijatovic. Como en Valdebebas no hay nadie m¨¢s influyente, lo mismo discute sobre altas y bajas que resuelve prohibir a los m¨¦dicos publicar informes sobre las lesiones o cerrar indefinidamente los entrenamientos al p¨²blico y a la prensa. El Madrid ha pasado a convertirse en un b¨²nker. Tiene el aroma artificial de las multinacionales. "El Manchester United es igual. Y el Milan y el Liverpool, tambi¨¦n", dicen los portavoces olvidando que, a diferencia del Madrid, que es un club social, son sociedades an¨®nimas.
El aislamiento del equipo se ha vuelto contra Bernd Schuster. El t¨¦cnico, poco dotado para la pol¨ªtica, prefiere evitarse problemas. Refractario a la vida social y a las intrigas, ha quedado en desventaja frente a todos los que han dedicado gran parte de su agenda a cultivar la relaci¨®n con Calder¨®n.
Este verano, Schuster descubri¨® que en el club nadie le hace caso. En las oficinas le acecha Mijatovic, que sue?a con destituirle y acaricia la idea de poner a Miguel ?ngel Portugal en su lugar. En la sala de pesas, Ra¨²l sabe m¨¢s que ¨¦l de los planes deportivos. Schuster mira con creciente desconfianza la participaci¨®n de Ra¨²l en la toma de decisiones que son de su competencia. La preocupaci¨®n del alem¨¢n es directamente proporcional al aumento de poder de Ra¨²l.
Schuster ha observado con indignaci¨®n lo que ha interpretado como un sabotaje. Est¨¢ convencido de que Mijatovic ha hecho todo lo posible para no ficharle a un delantero. El entrenador asegura que reclam¨® a Villa en marzo y que el club, incomprensiblemente, procur¨® deshacer las negociaciones cuando estaban pr¨¢cticamente cerradas. Lo mismo cree del fichaje frustrado de Cazorla. La versi¨®n de Mijatovic se desconoce. El director general de f¨²tbol no responde a las llamadas de este peri¨®dico.
Dicen en el Madrid que Ra¨²l pas¨® de hacer un plan espec¨ªfico de tonificaci¨®n a estar lesionado en un tend¨®n. El tr¨¢nsito entre un estado y otro no queda claro, pero cabe sospechar que el capit¨¢n procur¨® ocultar la lesi¨®n.
Schuster tiene un problema. Empieza a pensar que Ra¨²l est¨¢ demasiado desgastado como para darle la titularidad en todos los partidos y esto incluye la visita del Numancia. Los preparadores f¨ªsicos respaldan esta idea porque consideran que, fisiol¨®gicamente, no es recomendable que un delantero de 31 a?os sea el hombre que m¨¢s minutos de competici¨®n acumule en la plantilla. En la temporada pasada, el capit¨¢n quiso disputar todos los encuentros. Su ambici¨®n por meter goles y acudir a la Eurocopa le llev¨® a jugar 3.800 minutos entre la Liga y la Champions. Marc¨® 23 goles. Pero nadie dispuso de m¨¢s posibilidades.
Ra¨²l dedic¨® sus vacaciones a entrenarse con un preparador f¨ªsico para llegar al comienzo de la temporada m¨¢s cerca del pico de fuerza y resistencia. Quer¨ªa volver a la selecci¨®n espa?ola y estaba ilusionado con meter muchos goles antes de la segunda convocatoria de Vicente del Bosque, en octubre.
Sin embargo, est¨¢ lejos de su mejor versi¨®n. En el Madrid han alegado problemas musculares para explicar el apag¨®n. Ante el Deportivo, en la primera jornada del campeonato, seg¨²n los m¨¦dicos, fue precisamente cuando empez¨® a padecer la inflamaci¨®n en el tend¨®n de Aquiles. Al ver que daba se?ales de agotamiento, Schuster le sustituy¨® por Drenthe en el minuto 70. Fue un mensaje.
Las sustituciones de Ra¨²l se dan cada vez con m¨¢s frecuencia. En el curso pasado, Schuster le cambi¨® en diez de los 37 partidos de la Liga. Esta temporada lo ha hecho en los tres oficiales. En la ida y la vuelta de la Supercopa, ganada al Valencia, fue reemplazado por Guti e Higua¨ªn en el minuto 74 y el 79 respectivamente.
Schuster sabe que deber¨¢ administrar con sumo cuidado el tiempo de acci¨®n de Ra¨²l. Primero, porque no cuenta con m¨¢s goleadores de la jerarqu¨ªa del capit¨¢n para acompa?ar a Van Nistelrooy. Quienes dirigen el club se han encargado de que as¨ª sea al vender a Robinho y rechazar el fichaje de Villa. Segundo, porque Ra¨²l no es un jugador cualquiera. Es el hombre con m¨¢s poder pol¨ªtico en el club. El que nadie nombra. El tab¨². El siete.
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