Hundidos en la crisis del ladrillo
Algunas pymes est¨¢n atrapadas por impagos de varias firmas concursadas - La deuda media es de 60.000 euros
Se han quedado colgados de un hilo. Centenares de peque?as y medianas empresas que prestaban servicios a las grandes promotoras, constructoras e inmobiliarias, est¨¢n con una mano delante y otra detr¨¢s. Algunas esperan que los juzgados resuelvan los concursos en los que est¨¢n inmersas las grandes firmas que les daban trabajo, y otras ven con desesperanza c¨®mo el frenazo en seco que ha dado la venta de pisos les ha dejado su cartera de pedidos bajo cero, y con muchas facturas impagadas.
S¨®lo en el concurso de Urazca, que dej¨® a la vista un pasivo de 450 millones, son m¨¢s de 2.500 acreedores. Todos ellos se preguntan c¨®mo es posible que las grandes constructoras, promotoras e inmobiliarias, hayan llegado a la suspensi¨®n de pagos, con los importantes beneficios que han acumulado durante estos a?os de crecimiento continuado.
"El sector est¨¢ enfermo. Nos pagan a 180 d¨ªas y ellos cobran a 30"
"He visto gente llorar con el administrador. Lo han perdido todo"
"Las peque?as empresas son las aut¨¦nticas paganas de la crisis del sector", aseguran desde el bufete de abogados IURE, que aglutina a buena parte de los afectados por los concursos de varias inmobiliarias, incluida la constructora vasca.
Un portavoz de Pinturas Cig¨¹el S. L. critica que en este momento "me han cogido en medio varios impagados por valor de 500.000 euros. Este a?o no me he podido ir ni de vacaciones", explica preocupado. Urazca le ha dejado una deuda de 46.000 euros. "Es muy cruel porque nos pagaban a 180 d¨ªas, pero para entrar a la obra nos exigen que tengamos toda la documentaci¨®n de los pagos a la Seguridad Social, el IVA, y las n¨®minas al corriente de pago. Yo no le puedo decir a la administraci¨®n que le pago a 180 d¨ªas", critica.
"Viv¨ª la crisis de principios de los a?os 90 y no era como esta ni de lejos. Ahora se ha hundido el barco de la construcci¨®n", dice. "Y quiero recordar que nosotros perdemos nuestras propiedades, hipotecadas para afrontar la crisis, los grandes grupos no".
Un portavoz de Construcciones Avil¨¦s Nieto, en Madrid, explica que Urazca les debe 120.000 euros. "No quisimos asumir muchos riesgos con ellos, a pesar de que solicitabas informes financieros y todos dec¨ªan que Urazca era una muy buena empresa", explica un portavoz acreditado. "Es m¨¢s", recuerda, "cuando la cosa empez¨® a ponerse fea les pedimos que nos adelantaran los pagos y la respuesta de Urazca siempre era si desconfi¨¢bamos de que nos iban a pagar en plazo. Al final, mira".
En su opini¨®n, "el sector estaba enfermo. Nos estaban pagando a 180 d¨ªas y ellos cobran a 30. Sin embargo, mis veinte trabajadores cobran todos los meses. Al final llegas a la conclusi¨®n de que no son constructoras sino financieras. Las peque?as empresas les aport¨¢bamos todo, la mano de obra y todos los gremios, cuando ellos no asum¨ªan ning¨²n riesgo. Si no ganan dejan de pagar, y te dejan en el camino seis meses de trabajo".
El problema de la mano de obra de las peque?as empresas es que entran dentro del bloque de acreedores, con la misma consideraci¨®n que el cemento o las puertas. Si eres plantilla de la empresa principal concursada y hay un ERE los empleados cobran del Fondo de Garant¨ªa Salarial. "Si eres mano de obra de una subcontrata, con un poco de suerte te pagan el 75% de la deuda acumulada por las n¨®minas en tres a?os, cuatro o cinco", si todo va bien. "He visto gente llorando frente al administrador concursal porque lo han perdido todo", asegura.
Talleres Ballester es una empresa que se dedica a la fabricaci¨®n de estructuras met¨¢licas. El socio de la firma, J. B. , asegura que el concurso del grupo vasco les ha dejado en una situaci¨®n delicada. "Somos un taller de doce personas, nos deben 60.000 euros, y es indignante que con todo el dinero que han ganado, hayan llegado a esta situaci¨®n, sobre todo cuando ellos arriesgan el patrimonio de los dem¨¢s y nosotros tenemos que hipotecar nuestras propiedades para hacer frente a las inversiones que demandaban algunos contratos".
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