Torpeza inexcusable

Por si la tarea de contener los efectos de la crisis econ¨®mica no fuera suficiente, dos miembros del Gobierno, el ministro de Industria, Miguel Sebasti¨¢n, y la ministra de Ciencia e Innovaci¨®n, Cristina Garmendia, se han enredado en una penosa discusi¨®n de competencias a cuenta de qui¨¦n domina administrativamente la financiaci¨®n de las inversiones espa?olas en programas aeroespaciales.

Las consecuencias son p¨¦simas, porque la batalla ha estallado en forma de carta del Ministerio de Industria a la Agencia Europea del Espacio en la que desautoriza a la delegaci¨®n enviada por el otro ministerio. A causa de una fr¨ªvola torpeza que exige explicaciones, el conflicto se est¨¢ desarrollando ante los at¨®nitos socios de la UE y en puertas de importantes cumbres europeas sobre programas espaciales.

Esta pelea entre Industria y Ciencia encubre el deseo de controlar las inversiones en I+D, una indiscutible fuente de poder en la Administraci¨®n, y una pugna por mantener indemnes las competencias del Ministerio de Industria. La tormenta se anunciaba pr¨¢cticamente desde la formaci¨®n del Gobierno, en abril. Pero esas tensiones, comprensibles en su momento, deber¨ªan de haberse mantenido en la trastienda y sujetas al arbitraje de instancias superiores del Ejecutivo.

Lo m¨¢s sorprendente del asunto es la descoordinaci¨®n gubernamental que revela. Parece que nadie hab¨ªa ca¨ªdo en la cuenta de que las atribuciones de Sebasti¨¢n y Garmendia en esta materia eran una causa potencial de conflicto que nadie previ¨® ni supo luego atajar. Hay responsabilidades directas de ambos ministros en este desprop¨®sito, que socava la credibilidad de los gestores espa?oles ante las instituciones internacionales; pero tambi¨¦n de la vicepresidencia del Gobierno, que no ha sabido encauzar una tensi¨®n grave entre dos carteras cuyos titulares supuestamente manten¨ªan una afinidad pol¨ªtica y personal muy elevada.