Los inmigrantes sufren m¨¢s diabetes y de forma m¨¢s precoz
Su metabolismo es m¨¢s vulnerable a los excesos de la dieta occidental
Su metabolismo est¨¢ adaptado a sobrevivir con escasez de alimentos, de manera que la abundancia de comida y la introducci¨®n de dietas poco saludables propias del modelo alimentario occidental est¨¢ provocando que los inmigrantes sufran m¨¢s diabetes y de forma m¨¢s precoz que la poblaci¨®n aut¨®ctona. Y hasta tal punto est¨¢ creciendo esta patolog¨ªa que se ha convertido en el segundo motivo de consulta en los servicios sanitarios por parte de la poblaci¨®n inmigrante.
Los especialistas estiman que la incidencia de diabetes, casi siempre de tipo 2 (la que se debe a la edad y la dieta), en la poblaci¨®n inmigrante oscila entre un 15% y un 25%, mientras que en la poblaci¨®n aut¨®ctona es del 12%. "Creemos que en estos momentos hay cerca de 500.000 diab¨¦ticos inmigrantes, diagnosticados o no, la mayor¨ªa latinoamericanos, marroqu¨ªes y paquistan¨ªes", explica Josep Franch, m¨¦dico de familia del Centro de Atenci¨®n Primaria Raval Sud Drassanes de Barcelona.
Se estima que hay 500.000 extranjeros con problemas de az¨²car
Pero esto son, de momento, s¨®lo estimaciones. Franch coordina, junto a Alberto Goday, endocrin¨®logo del Hospital del Mar, el estudio IDIME con el que se espera conocer mejor c¨®mo afecta la diabetes a la poblaci¨®n inmigrante. En el proyecto participan m¨¢s de 2.000 diab¨¦ticos, 1.000 aut¨®ctonos y 1.000 inmigrantes, de unos 200 centros de atenci¨®n primaria y consultas de endocrinolog¨ªa de toda Espa?a.
La obesidad es el principal desencadenante de la enfermedad. Para controlar la diabetes, los expertos creen necesario adaptar los consejos m¨¦dicos a una cultura gastron¨®mica mestiza, que conserva buena parte de las tradiciones y ha incorporado al mismo tiempo los peores h¨¢bitos occidentales, como los excesos en el consumo de boller¨ªa o refrescos azucarados. Recomendaciones como comer verdura hervida y carne o pescado a la plancha no encajan f¨¢cilmente con su cultura. "Debemos conseguir que coman menos jugando con sus propios alimentos", a?ade Franch.
Por ejemplo, en India y Pakist¨¢n el chapati, tambi¨¦n llamado naan, una torta plana de harina, es un acompa?ante imprescindible en cualquier comida, igual que lo es el pan para muchos occidentales. En ambos casos, son alimentos ricos en hidratos de carbono que las personas con diabetes deben controlar. "Debes comer menos chapatis", aconseja Fariza Aviv, mediadora multicultural paquistan¨ª del Hospital del Mar de Barcelona, a los pacientes diab¨¦ticos que proceden de estos pa¨ªses y que acuden a este centro enclavado en una zona con alto porcentaje de inmigrantes.
En el caso de la poblaci¨®n marroqu¨ª, uno de los retos es conseguir que tomen menos dulces con miel, abundantes en su gastronom¨ªa. Y en la poblaci¨®n latinoamericana, menos refrescos azucarados.
El control de la diabetes tiene otras barreras culturales: "Su concepto de enfermedad es diferente del nuestro. Si no tienen dolor, no creen estar enfermos, cuando las consecuencias de la diabetes sobre la salud son a medio o largo plazo", explica Franch. Adem¨¢s, en Occidente, "muchas veces los alimentos hipercal¨®ricos, con m¨¢s grasas y az¨²cares, son los ¨²nicos que se pueden permitir personas con ingresos muy limitados", concluye Goday.
Con el estudio tambi¨¦n se espera obtener m¨¢s datos sobre el perfil gen¨¦tico que predispone a que la diabetes aparezca a edades m¨¢s tempranas en algunas etnias. El famoso gen ahorrador, al que en general se responsabiliza de la obesidad, "se podr¨ªa encontrar m¨¢s conservado en estas poblaciones", afirma Goday. "De hecho, otros estudios demuestran que, proporcionalmente, la prevalencia de la enfermedad entre individuos de una misma etnia es mayor en el pa¨ªs receptor que en su pa¨ªs de origen", a?ade. Pero podr¨ªan intervenir otros condicionantes gen¨¦ticos, ya que en pacientes paquistan¨ªes la diabetes aparece antes, alrededor de los 30 a?os, cuando en la poblaci¨®n occidental aparece a partir de los 45.
Ramad¨¢n sin dulces
Durante el Ramad¨¢n, el mes sagrado del islam, el precepto religioso estipula que no se puede ingerir nada durante las horas de luz solar: ni comer, ni beber, ni tomar medicamentos. Este a?o empez¨® el 2 de septiembre y finalizar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 30. "Supone la complejidad m¨¢xima a la hora de tratar la diabetes", afirma el endocrin¨®logo del Hospital del Mar (Barcelona) Alberto Goday. "Si la persona no se prepara, el ayuno no controlado puede provocar una descompensaci¨®n, una hipoglucemia o una hiperglucemia, aparte de otras complicaciones", a?ade.
Muchos m¨¦dicos informan a sus pacientes diab¨¦ticos de que el Ramad¨¢n puede ser perjudicial para su salud, pero ¨¦stos acaban haci¨¦ndolo. Mhammed Ziri, mediador multicultural de la Fundaci¨®n Salud y Familia, dice que a algunos musulmanes diab¨¦ticos les cuesta renunciar al ayuno. "Les explico que el Cor¨¢n dice que cualquier persona con una enfermedad cr¨®nica no tiene que hacerlo. La religi¨®n es para facilitar la vida, no para empeorarla. Tambi¨¦n dice que el cuerpo es un regalo que hay que cuidar hasta que se lo des al Se?or", cuenta. "Si no me creen, les aconsejo que consulten al im¨¢n", a?ade.
Los diab¨¦ticos tipo 2 estables, sin complicaciones cr¨®nicas y no tratados con insulina, pueden permitirse el ayuno con un riesgo aceptable, aunque deben poner en marcha las medidas adecuadas, entre ellas tomar la medicaci¨®n por la noche y vigilar lo que comen.
El primer cambio se produce en el ritmo de las comidas. A todo diab¨¦tico se le aconseja que reparta la ingesta en seis tomas diarias, para que el cuerpo asimile lentamente los az¨²cares. Con el Ramad¨¢n, s¨®lo se hacen dos grandes almuerzos. El primero, al caer el sol, alrededor de las 21.00, y el segundo antes de que salga, hacia las 5.00. Adem¨¢s, se toman alimentos muy energ¨¦ticos para suplir la falta de comidas durante el d¨ªa, pero el diab¨¦tico debe evitarlos. Por ejemplo, es tradici¨®n romper el ayuno comiendo d¨¢tiles, como tributo al profeta, y con un consistente guisado. Tambi¨¦n se comen unos crepes con mantequilla y miel, los baghrir, rghaif y masaman.
Tambi¨¦n se han de adaptar los controles: "Si tenemos que hacer un an¨¢lisis y no es urgente, lo retrasamos, porque durante el Ramad¨¢n no pueden venir en ayunas", explica el m¨¦dico de familia Josep Franch.
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