EE UU anuncia una agencia estatal para salvar a los bancos en apuros

Los tabloides de Nueva York van como locos buscando un broker que se arroje al vac¨ªo desde uno de los imponentes rascacielos que albergan los grandes bancos de inversi¨®n, los ¨ªdolos ca¨ªdos que el hurac¨¢n financiero va convirtiendo en cenizas. "Al paso que vamos ser¨¢ la foto de la crisis", dec¨ªa ayer un fot¨®grafo ante la sede de Lehman Brothers, la gran v¨ªctima hasta este momento. Lo ¨²nico que de verdad se ha despe?ado los ¨²ltimos d¨ªas son los ¨ªndices burs¨¢tiles, pero la Administraci¨®n Bush puso en marcha ayer toda su maquinaria para impedir que el hurac¨¢n financiero siga arrastrando a la banca, a la Bolsa y al conjunto de la econom¨ªa.

En apenas unas horas y tras un arranque dubitativo que hac¨ªa presagiar lo peor, el Dow Jones se dio un atrac¨®n de euforia con una subida cercana al 4%, la mayor recuperaci¨®n diaria de los ¨²ltimos seis a?os. Un caudal de noticias procedente de Washington aliment¨® ese fenomenal avance.

En una ofensiva sin precedentes, Washington apunt¨® que ultima la creaci¨®n de una superagencia estatal que permita una soluci¨®n "permanente" a los bancos con problemas.

La Administraci¨®n Bush se ha convertido en la piedra angular de la econom¨ªa y los mercados, pero ahora persigue ir m¨¢s all¨¢ de lanzar salvavidas a los bancos con problemas y dar la estocada final a la crisis. La Reserva Federal (el banco central) y el Tesoro estudian proponer que la nueva entidad absorba los activos contaminados por las hipotecas locas, es decir, buena parte de la deuda relacionada con el mercado hipotecario de EE UU. Ser¨ªa una reedici¨®n de la Resolution Trust Corporation, que absorbi¨® cr¨¦ditos morosos en la crisis bancaria de los ochenta. Anoche, el Tesoro y la Fed se reunieron con los congresistas en Washington para explicarles el plan de rescate.

El senador Charles Schumer se?al¨® a los periodistas que ha hablado ya con las autoridades financieras sobre la posibilidad crear la nueva superagencia. La iniciativa tiene el apoyo del Fondo Monetario Internacional, seg¨²n se?al¨® su n¨²mero dos, John Lipsky. El presidente de EE UU, George Bush, asegur¨® en una breve comparecencia en Washington que su Administraci¨®n continuar¨¢ tomando las "medidas extraordinarias" necesarias para lidiar con los "serios desaf¨ªos" a los que se enfrentan los mercados.

Eso no es todo. Adem¨¢s, el Gobierno perseguir¨¢ lo que Bush denomin¨® cr¨ªpticamente "las manipulaciones del mercado". Los especuladores est¨¢n de nuevo en el punto de mira. EE UU persigue impedir la venta a la baja de acciones de forma especulativa, una nueva normativa contra los inversores que se han hinchado a ganar dinero apostando a que una acci¨®n va a caer. La nueva regulaci¨®n, que ha sido adoptada tambi¨¦n por Reino Unido, llega de la mano de los esfuerzos del sector privado en la misma direcci¨®n: varios fondos de pensiones han anunciado que no vender¨¢n t¨ªtulos de Goldman Sachs ni Morgan Stanley, dos de los bancos de inversi¨®n m¨¢s duramente atacados en los ¨²ltimos d¨ªas.

Las ayudas llegan por tierra, mar y aire. Para contener la sangr¨ªa burs¨¢til de los ¨²ltimos d¨ªas, los principales bancos centrales unieron ayer de nuevo fuerzas y anunciaron que inyectar¨¢n 247.000 millones de d¨®lares (171.400 millones de euros). Consiguieron tranquilizar las cosas moment¨¢neamente. M¨¢s tarde, las Bolsas se torcieron y los mercados europeos cerraron con p¨¦rdidas, pero Wall Street se recuper¨® con creces por el arre¨®n final que supone la creaci¨®n de la nueva agencia estatal y la persecuci¨®n de las ventas especulativas.

La marea de liquidez parti¨® de Estados Unidos, Europa, Jap¨®n, Canad¨¢, Reino Unido y Suiza. Las inyecciones de liquidez son en realidad pr¨¦stamos a la banca a muy corto plazo que se hacen con el dinero que hay en las arcas de los bancos centrales. Las entidades financieras se prestan habitualmente ese dinero en el mercado interbancario. Pero desde el estallido de las hipotecas locas, los bancos no quieren prestarse dinero entre s¨ª. El mercado no fluye, est¨¢ seco, y para hacer frente a sus obligaciones los bancos acuden a la ventanilla del banco central en busca de dinero fresco, y a cambio depositan garant¨ªas.