Remedios para la infoman¨ªa
Un especialista brit¨¢nico en salud laboral, Cary Cooper, ha confirmado lo que buen n¨²mero de usuarios de correo electr¨®nico sospechaba: los mensajes que cada d¨ªa saturan el ordenador son una de las principales causas de estr¨¦s. Tanto es as¨ª que la Facultad de Psiquiatr¨ªa de la Universidad de Londres ha creado un nombre para este nuevo padecimiento, al que los expertos conceden rango de enfermedad mental: infoman¨ªa. A grandes rasgos, la dolencia se caracteriza, no por sentirse asediado por los mensajes electr¨®nicos, sino por buscar, precisamente, su asedio. S¨®lo as¨ª se explicar¨ªa que el 53% de los internautas norteamericanos consulte su correo desde la cama, y hasta un 12% desde la iglesia. Claro que esta cifra es s¨®lo la mitad de quienes lo consultan desde el ba?o: hasta un 37%. La encuesta no ofrece m¨¢s datos poniendo en relaci¨®n posibles actividades cotidianas y frecuencia de las consultas del correo. Bien pensado, mejor que sea as¨ª, sobre todo para evitar que el diagn¨®stico de un grave problema acabe convirti¨¦ndose en motivo de chirigota.
En su d¨ªa, recibir una de aquellas primorosas cartas postales produc¨ªa emoci¨®n. La sobriedad imperiosa del telegrama, en cambio, provocaba sobresalto. Existe, pues, una l¨®gica sutil en que los correos electr¨®nicos empujen desde el sobresalto hasta el estr¨¦s. La paradoja de todo ello es que unos medios y otros desencadenan sus respectivas sensaciones con independencia del contenido. Pues bien: tal vez por ah¨ª podr¨ªa venir una eventual terapia para la infoman¨ªa.
Su principio activo ser¨ªa sencillo: se tratar¨ªa de contradecir a trav¨¦s de los contenidos las sensaciones que provocan las diferentes v¨ªas de comunicaci¨®n. As¨ª, por ejemplo, habr¨ªa que enviar las buenas noticias, y s¨®lo las buenas noticias, a trav¨¦s de telegramas. Las requisitorias de cualquier naturaleza deber¨ªan ir por carta postal, mejor cuanto m¨¢s primorosas. Y con respecto al correo electr¨®nico, habr¨ªa que reservarlo, por su parte, para todo lo superfluo. Podr¨ªa ser un buen remedio, qui¨¦n sabe. Aunque eso s¨ª: siempre y cuando no empiece a circular un spam solicitando voluntarios para probar su eficacia.
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