Violencia estructural
La providencia del juez Baltasar Garz¨®n ha conectado con un hondo movimiento social y de opini¨®n, y dado lugar a una intensa controversia. Este peri¨®dico se ha hecho eco de numerosas manifestaciones de apoyo, m¨¢s o menos cr¨ªtico, a su iniciativa. En otros han dominado las de ¨ªndole negativa. Se detecta una gran incomunicaci¨®n o incomprensi¨®n entre los participantes. Quiz¨¢ pudieran recortarse, al menos en t¨¦rminos de l¨®gica y de conocimiento, tal vez menos en el ¨¢mbito ideol¨®gico, de tener en cuenta una obra muy reciente que pone el punto sobre las ¨ªes en relaci¨®n con el fen¨®meno subyacente de la violencia, republicana o franquista.
Se trata de una s¨ªntesis -magn¨ªfica- de un joven historiador, doctor por el Instituto Universitario Europeo de Florencia, conocido entre los especialistas por sus estudios sobre los campos de concentraci¨®n franquistas. De su lectura, y no requiere m¨¢s de tres horas, las clases pol¨ªtica, judicial, eclesial y period¨ªstica podr¨ªan extraer numerosas informaciones.
Hasta la ra¨ªz. Violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista
Javier Rodrigo
Alianza. Madrid, 2008
256 p¨¢ginas. 18 euros
Sobre la violencia en la guerra y larga posguerra se ha investigado y escrito mucho. Para una y otra siguen siendo v¨¢lidos los t¨ªtulos coordinados por Santos Juli¨¢ o Juli¨¢n Casanova, respectivamente, con aportaciones propias o de autores consagrados como Francisco Espinosa, Conxita Mir, Francisco Moreno, Josep Maria Sol¨¦ y Joan Villarroya. Pero los progresos hechos desde su aparici¨®n, la investigaci¨®n no se ha detenido nunca, hac¨ªan imprescindible una puesta a punto.
La presente se distingue en particular por la muy lograda combinaci¨®n de evidencia emp¨ªrica y planteamientos te¨®ricos. Rodrigo es de quienes creen que escribir historia sin basamento te¨®rico conduce a ejercicios meramente descriptivos, pero tambi¨¦n que teorizar sin ¨¦l equivale poco menos que a escribir en el vac¨ªo. Lo mismo ha dicho Barnett al referirse a los horrores del estalinismo. De aqu¨ª que la bibliograf¨ªa abarque casi 400 t¨ªtulos: 120 sobre la Rep¨²blica, guerra y dictadura; m¨¢s de 140 sobre violencia; 32 sobre c¨¢rceles y los campos de concentraci¨®n y de trabajos forzosos; 23 sobre memoria(s) de la guerra, y el resto, sobre violencias, fascismos y memorias colectivas. Un acopio realmente impresionante.
El resultado queda a mil leguas de esos remedos de juegos de pimp¨®n en que los participantes se arrojan cifras en lugar de pelotas: unos mataron 30.000 y otros 80.000; ?no!, los primeros liquidaron a 45.000, los segundos, a 53.000. No es que Rodrigo ignore las cifras y los denodados esfuerzos por estimar y cuantificar el n¨²mero de asesinados y desaparecidos. Tampoco ignora un cierto paralelismo en los usos funcionales de la violencia en ambas zonas para garantizar el ejercicio del poder o para controlar, intimidar y reducir a la sumisi¨®n a las poblaciones. Pero, con toda raz¨®n, destaca las profund¨ªsimas asimetr¨ªas que caracterizan lo que ocurri¨® en una y otra. Asimetr¨ªas que se revelan en el origen de la violencia, en las formas de su puesta en pr¨¢ctica, en sus aspectos sociol¨®gicos y cualitativos, y en su extensi¨®n territorial, temporal y cuantitativa. No hay la menor equivalencia posible entre la zona republicana y la franquista. En esta ¨²ltima se mat¨® premeditadamente, m¨¢s y m¨¢s deprisa, y, a medida que pasaba el tiempo, "mejor". En ella se estableci¨® el m¨¢s denso sistema concentracionario de la Europa meridional, se explot¨® econ¨®micamente a los presos sin el menor pudor y se garantizaron manos libres a la venganza con el mantenimiento del estado de guerra hasta 1948, sustituido por formas menos rotundas pero no menos eficaces. La violencia contra los vencidos, la "anti-Espa?a", se prolong¨® durante largos a?os. Tuvo car¨¢cter estructural y fue una excelente inversi¨®n para sostener la dictadura. Al fin y al cabo, se trataba, seg¨²n un p¨¢rroco ovetense, de hacer la guerra "contra ellos, hasta que no quede ni la ¨²ltima ra¨ªz".
El cardenal primado ha afirmado que "la verdad no puede asustarnos ni la podemos, ni debemos, ocultar; (...) pertenece a nuestra memoria y a nuestra identidad; (...) ha de ser asumida y tambi¨¦n superada..." (www.architoledo.org). Estoy de acuerdo. La estupenda s¨ªntesis de Rodrigo muestra lo mucho que se sabe sobre lo ocurrido. Tambi¨¦n sobre las responsabilidades insertas en unas oleadas de violencia que nunca fueron similares y sobre el papel de la traumatizada Iglesia como actor pol¨ªtico, testigo y exculpador de desaguisados. Se comprende que, con 7.000 miembros del clero regular y secular asesinados, no tuviera simpat¨ªa hacia los republicanos. Pero ?qu¨¦ ha dicho de la mayor violencia contra los vencidos que condon¨® durante tantos a?os? No le faltaba raz¨®n a Manuel de Irujo cuando afirm¨® que la Iglesia figurar¨ªa como m¨¢rtir en una zona y como parte, a manera de segundona, de los piquetes en la otra. Para sucesivas aclaraciones, quedamos a la espera de la exploraci¨®n de Jos¨¦ Luis Ledesma sobre la violencia republicana.
El pr¨ªncipe del Renacimiento.
Vida y leyenda de C¨¦sar Borgia
Jos¨¦ Catal¨¢n Deus
Barcelona. Debate, 2008
624 p¨¢ginas. 26,90 euros
Biograf¨ªa. ?Otra biograf¨ªa de C¨¦sar Borgia! Tenemos, sin contar con las que figuran insertas dentro de otros estudios m¨¢s generales sobre la familia o con aquellas dedicadas a su tr¨ªada m¨¢s famosa (Rodrigo, o sea, el papa Alejandro VI, C¨¦sar y Lucrecia), un buen ramillete de solventes biograf¨ªas del personaje, debidas a historiadores italianos, franceses, ingleses o alemanes, todos prestigiosos especialistas en la materia y profundos conocedores de la Europa del Renacimiento. Y, entre nosotros, Miquel Batllori nos dej¨® muy sabias p¨¢ginas sobre su figura y las de sus allegados. Sin embargo, hay que pensar enseguida en la constante fascinaci¨®n que el duque Valentino ha ejercido a trav¨¦s de los tiempos. As¨ª se desvel¨® ante el esp¨ªritu de Maquiavelo, que lo consider¨® como modelo de los pr¨ªncipes del momento, o as¨ª lo hizo tambi¨¦n ante Jacob Burckhardt, para quien pudo ser el verdadero prototipo del hombre renacentista. En cualquier caso, ?qui¨¦n se resiste a esta personalidad que pasa por la historia como una centella, como una estrella fugaz que ilumina el cielo durante una d¨¦cada y se apaga entrecruzando las chispas de su espada con las armas de veinte enemigos en el campo de batalla en torno a la Viana de Navarra? Jos¨¦ Catal¨¢n ha reconstruido la vida de C¨¦sar Borgia (como ya lo hab¨ªa hecho con la de Alejandro VI) en casi seiscientas p¨¢ginas de una amena narraci¨®n, avalada por el rigor hist¨®rico, por una acertada elecci¨®n de los autores que le sirven de fuente y por una bella escritura, de estilo pulido y vigoroso a un tiempo. En ese espacio se desparraman los misterios, las aventuras y las leyendas en torno a la andadura vital de este hombre atractivo y valiente, culto e inteligente, mecenas de Leonardo y ejemplo para Maquiavelo, cardenal reconvertido en condottiero, maestro de la intriga pero traicionado a su vez por el papa Julio II, Fernando el Cat¨®lico y Luis XII de Francia. En suma, el lector puede sumergirse en un mundo apasionante que fue real, porque el autor no nos ofrece ninguna novela, ninguna ficci¨®n al uso, sino un libro de historia, que trata con sutileza cr¨ªtica temas tan proclives a la fabulaci¨®n fraudulenta como el de su nacimiento como posible fruto de los amores del futuro papa Alejandro VI o el del destino de sus restos mortales. Y que adem¨¢s se propone la reivindicaci¨®n de un hombre de su ¨¦poca, quiz¨¢s mejor que la actual. Como acertadamente se?ala el autor, la comparaci¨®n entre los condottieri italianos del Renacimiento y los mercenarios empleados por el Gobierno estadounidense en guerras como la de Irak no se salda precisamente a favor de las pr¨¢cticas de hoy, mucho m¨¢s c¨ªnicas, desvergonzadas y brutales que las de aquellos tiempos. Carlos Mart¨ªnez Shaw
Or¨¢culos griegos
David Hern¨¢ndez de la Fuente
Alianza. Madrid, 2008
272 p¨¢ginas. 7,50 euros
Ensayo. David H. de la Fuente, adem¨¢s de profesor universitario y estudioso de la Antig¨¹edad, es uno de los m¨¢s vigorosos representantes de la nueva narrativa espa?ola, algo de lo cual da fe en su intrincado libro Continental (Kalias, 2007). Por eso no sorprende que esta incursi¨®n acad¨¦mica, con su ¨¢gil estilo fundamentado en concatenar informaci¨®n de m¨²ltiples fuentes y convertir los elementos cl¨¢sicos del mito en literatura, se lea como un deleitable relato y recuerde a las magn¨ªficas clases del historiador de las religiones Mircea Eliade. Or¨¢culos griegos desbroza el significado y esencia del arte del augurio en la Grecia antigua, el cual no s¨®lo vertebr¨® a la cultura griega sino que concentraba la posibilidad de ver el futuro, como principio ¨¦tico y religioso, y cardinalmente proven¨ªa de la presciencia del dios Apolo. La adivinaci¨®n era el canal de comunicaci¨®n entre las deidades y los humanos para pactar un hado mejor para el ser humano y sus comunidades pol¨ªticas. Y no en vano David H. de la Fuente recalca que "la profec¨ªa es el motor sobrenatural de los mitos". De ah¨ª que su libro motive al lector a desaparecer de nuestras atosigadas ciudades para buscar alg¨²n indicio de revelaci¨®n en los santuarios oraculares de la Grecia m¨¢gica, por m¨¢s que de su antiguo resplandor quede menguados vestigios y de los augurios vaporosas respuestas, confundidas entre maldiciones, invocaciones y un silencio furtivo. Este estudio no comparativo ayuda a arrojar luz sobre los or¨ªgenes de tales pr¨¢cticas, desvelando un accesible compendio al no iniciado y a la vez fecundo en datos historiogr¨¢ficos, que lo convierten no s¨®lo en una excelente introducci¨®n a las disciplinas ¨®rficas, sino que permite viajar en el tiempo para reencontrarnos con una fascinante y articulada atemporalidad. Lury Lech
Una carta. (De Lord Philipp
Chandos a Sir Francis Bacon)
Hugo von Hofmannsthal
Pr¨®logo de Claudio Magris
Traducci¨®n e introducci¨®n de Jos¨¦ Mu?oz Millanes. Con textos de varios autores
Pre-Textos. Valencia, 2008
288 p¨¢ginas. 17 euros
Ensayo. Tiene 26 a?os, ha escrito algunos libros, se propon¨ªa empezar a contar el reinado de Enrique VIII y, de pronto, Lord Chandos s¨®lo atina a mandarle una carta a Sir Francis Bacon, el fil¨®sofo, para contarle que renuncia a la escritura, que las palabras se le escapan, que ya no encuentra la manera de nombrar el mundo. Una carta, de Von Hofmannsthal, apareci¨® en 1902 y el autor le coment¨® a un amigo que pod¨ªa leerla como si fuera suya; si la hab¨ªa situado en un remoto periodo, el isabelino, lo hizo por percibir lo lejano como "estrechamente emparentado". Son s¨®lo unas cuartillas, pero entran con tal hondura en ese punto en que todo se fracciona y uno empieza a habitar el vac¨ªo, que siguen tan vivas que en este volumen a Lord Chandos le contestan, entre otros, Jos¨¦ Luis Pardo. Y le dice: "Todo lo que hemos aprendido, lo que nos fue transferido con el mayor empe?o y la m¨¢s extremada disciplina, se ha convertido hoy en un pesado fardo de ilusiones y espejismos...". Otros autores son Jos¨¦ Luis Pardo, Stefan Hertsmans, Cl¨¦ment Rosset, Esperanza L¨®pez Parada, Hugo M¨²jica, Abraham Gragera y Juan Navarro Baldeweg. Jos¨¦ Andr¨¦s Rojo
El mar de todos los muertos
Javier Arg¨¹ello
Lumen. Barcelona, 2008
256 p¨¢ginas. 19,90 euros
Narrativa. En 2002 Javier Arg¨¹ello (Buenos Aires, 1972) public¨® Siete cuentos imposibles (Lumen), en donde el lector encontrar¨¢ claves para entender su primera novela, El mar de todos los muertos. Una clave es la l¨ªnea que divide la realidad de la ficci¨®n, asunto muy trabajado en la novel¨ªstica espa?ola de los ¨²ltimos a?os. O el de la vigilia y el sue?o, como se pudo observar en la ¨²ltima novela de Clara S¨¢nchez, Presentimientos. Pero por serlo, la audaz labor narrativa de Arg¨¹ello en su novela no deja de tener enorme m¨¦rito. El m¨¦rito de una depurad¨ªsima t¨¦cnica de composici¨®n y el no menor de la densidad espiritual que impregna sus p¨¢ginas. No resulta f¨¢cil resumir el argumento. Un exceso de informaci¨®n quebrar¨ªa no tanto el misterio de su historia como el misterio de su funcionamiento como maquinaria narrativa. En este misterio se sostiene gran parte de El mar de todos los muertos. En el libro de cuentos que se cit¨® al principio hay uno que se titula 'Volver a verla'. De ¨¦l se desprenden algunos de los dispositivos de la novela que se comenta. Uno de ellos es el desdoblamiento de personajes. Quien narra en la novela se llama Joaqu¨ªn, como el escritor que sale de la mente de Ramiro, el protagonista del cuento. La incertidumbre que el lector ir¨¢ acumulando mientras lee la novela es la misma por la que se mueven sus personajes. Los que viven o lo parecen, los que est¨¢n muertos o a lo mejor no, los que son personajes de ficci¨®n en la ficci¨®n que no sabemos hasta el final si es tal. O si todo y todos no son m¨¢s que las criaturas que el mar en torno al cual pasa lo que se nos cuenta los ha visto y los ver¨¢ transcurrir infinitamente. En otra pieza de Siete cuentos imposibles, titulada 'Andan' se nos narra las andanzas de unos seres que existen detr¨¢s de los agujeros que aguantan un enchufe en la pared. Las realidades subterr¨¢neas, imperceptibles; las vidas paralelas que desconocemos en la vida, son territorios rec¨®nditos y paralelos, como los que describe el narrador de El Aleph en el c¨¦lebre cuento de Borges, que tambi¨¦n funcionan en la novela de Arg¨¹ello. El mar de todos los muertos re¨²ne varios g¨¦neros. La novela de misterio, la novela de aventuras (en la l¨ªnea metaf¨ªsica de Melville), incluso la realista, que es a la postre, a esa realidad prosaica, a la que aspira Joaqu¨ªn. La iron¨ªa que supone ir a una isla no para escribir sino para no hacerlo, ya da idea del atractivo narrativo de nuestro protagonista. Con personajes que se quedar¨¢n en la retina de los lectores. Resultado est¨¦tico encomiable trat¨¢ndose de seres que se mueven como sombras. Como almas a la deriva en busca de un lugar exacto en la memoria de alguien o en la capacidad de fabulaci¨®n de un escritor perdido en una isla del Mediterr¨¢neo. Arg¨¹ello ha escrito una novela de gran calado literario. Y en cierta manera ha escrito tambi¨¦n una hermosa novela de amor. No en el sentido tradicional de las buenas historias de amor. Sino en el de sensaciones familiares con la gran tradici¨®n latina de nuestra literatura. Hablo de Virgilio. Hablo de Eneas bajando a la regi¨®n de los muertos a rogar el perd¨®n de su amada Dido. Una sensaci¨®n parecida de espiritualidad verdadera. J.E. Ayala-Dip
Geograf¨ªa del tiempo
A. G. Porta
Acantilado. Barcelona, 2008
138 p¨¢ginas. 14 euros
Narrativa. Los personajes y las situaciones de la novela anterior de A. G. Porta (Barcelona, 1954), su obra m¨¢s extra?a y ambiciosa, Concierto del no mundo, se prolongan en este m¨¢s breve escrito, Geograf¨ªa del tiempo, de parad¨®jico t¨ªtulo (pues, si es posible cartografiar el espacio, ?c¨®mo hacer lo propio con el tiempo?), que contiene un discurso zigzagueante y metaf¨ªsico, controlado por una imaginer¨ªa de ciencia-ficci¨®n cuyo protagonista es el cazador de extraterrestres, el poseedor de un arma capaz de reconocerlos tras sus disfraces. El hombre recuerda, sue?a o habla interminablemente desde su asiento del Hong Kong Caf¨¦ de manera que recuerda al protagonista de la novela de Bernhard Tala despotricando desde su sill¨®n de orejas. Dos presencias vivas ejercen de contrapunto, una desde la televisi¨®n, la presentadora Rosita que puede ser tambi¨¦n la ni?a pianista de la novela anterior, otro es Mac Gregor que ejerce su vigilancia desde la lejan¨ªa, que es dudoso que reciba mensajes y que recuerda al interlocutor del protagonista de Braudel por Braudel. Por lo dem¨¢s, el protagonista est¨¢ rodeado de un sinf¨ªn de cad¨¢veres, ¨²nicos habitantes de una ciudad que es todas las ciudades, prolijamente descritos. Al lector se le transmite un tiempo disuelto, un mundo apocal¨ªptico situado en un punto indefinible entre la realidad, el sue?o o, simplemente, el cerebro trastornado del narrador. Repeticiones, elipsis e incongruencias narrativas sugieren la anulaci¨®n de todo transcurrir. La fecha indicada en el inicio ("Jueves, uno de septiembre de 1994") ser¨ªa el d¨ªa en que transcurre toda la historia (por cierto, y quiz¨¢s no por casualidad, como en el Ulises de Joyce). Aunque el mundo descrito sea zigzagueante e indeciso y la narraci¨®n, no siempre f¨¢cil de seguir, sea inferior a otras obras de su autor ello no impide admirar su estilo claro y riguroso y su brillante despliegue formal. Llu¨ªs Satorras
Desde fuera
?lvaro Valverde
Tusquets. Barcelona, 2008
180 p¨¢ginas. 13 euros
Poes¨ªa. Se podr¨ªa ensayar, con los t¨ªtulos de sus obras, una definici¨®n de la poes¨ªa de ?lvaro Valverde (Plasencia, 1959), hasta llegar a este ¨²ltimo libro, Desde fuera, que con claridad confirma el alcance de su mundo: "Mis temas, yo lo veis, / son los residuos, cuanto queda / del paso fugitivo de la vida". Una mirada que observa, a un tiempo, lo de fuera y lo de dentro como ejes de una misma realidad. La cita de C¨¦sar Sim¨®n que abre el libro acaba por afirmar que lo esencial "es percatarse del hecho extraordinario de la existencia, como si la vi¨¦ramos desde fuera", dejando patente el desaf¨ªo de su escritura. Ajustado a un modo preciso de decir, los poemas ganan distancia para ver de otro modo, abri¨¦ndose al perfil del otro y de lo otro, dibujado con m¨¢s nitidez que nunca, gracias a una mirada doble, experiencias y acontecimientos menos apegados a lo que eran sus lugares comunes. Acaso una lectura conc¨¦ntrica, pero tambi¨¦n enfrentada, nos llevar¨¢ en este libro de libros, con el tono y la emoci¨®n de siempre, hasta un lugar m¨¢s amplio que desvela la vida de quien observa, desde fuera y con asombro, perplejo y maravillado, aquello que sucede delante de sus ojos: "Vivir es deslizarse, repetiste, / captar nuestra experiencia de soslayo / o verla desde lejos, en lo alto, con la perplejidad del que contempla". La escritura abre otros espacios, y transformada la memoria, la mirada se ampl¨ªa hacia lo porvenir, interior y exterior juntos: "Cambia el paisaje y todo dentro cambia". Frente a la vida, la sequedad y la muerte: "En realidad, no s¨¦ / si vamos al encuentro de la muerte / o si venimos ya de su certeza". Aqu¨ª est¨¢ el trayecto maduro de una vida, y quiz¨¢s ¨¦ste sea si no el mejor, el m¨¢s alto de sus libros. Antonio Ortega
Will Eisner. El esp¨ªritu de una vida
Bob Andelman
Traducci¨®n de Ra¨²l Sastre
Norma Editorial. Barcelona, 2008
376 p¨¢ginas. 18 euros
Biograf¨ªa. Will Eisner (1917-2005) fue el creador de la novela gr¨¢fica, un nuevo g¨¦nero literario que, con apariencia de c¨®mic, utiliza con audacia las t¨¦cnicas narrativas del teatro, el cine y las Bellas Artes. Contrato con Dios (1978), la primera novela gr¨¢fica, tuvo una repercusi¨®n comercial modesta pero un profundo impacto art¨ªstico. El libro termin¨® en el almac¨¦n de las librer¨ªas ante la confusi¨®n de los libreros que no sab¨ªan en qu¨¦ secci¨®n colocarlo. Eisner, que hab¨ªa empezado a trabajar como creador de tiras para los diarios, no se desanim¨®. Por entonces ya gozaba de prestigio como autor de The Spirit, un justiciero enmascarado cuyas aventuras aparecieron durante los a?os cuarenta y cuya adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica, dirigida por Frank Miller (Sin City y 300), est¨¢ a punto de estrenarse. The Spirit mostraba novedades muy atractivas: ¨¢ngulos de c¨¢mara extra?os, un concepto desconocido de la vi?eta, un impactante uso de las sombras... Eisner resisti¨® el mal comienzo de Contrato con Dios con la terquedad de un visionario. Acert¨®. La novela gr¨¢fica abri¨® posibilidades jam¨¢s entrevistas al tebeo: revolucion¨® un medio art¨ªstico, expandi¨® sus l¨ªmites y se convirti¨® en un soberbio instrumento para expresar una visi¨®n del mundo. Los creadores de c¨®mic surgidos tras Eisner son, de una forma u otra, sus herederos. No s¨®lo ellos; cineastas como Spielberg y Tarantino reconocen su influencia. El esp¨ªritu de una vida es el libro id¨®neo para seguir el proceso creativo del artista. Su autor, Bob Andelman, dedic¨® casi tres a?os a entrevistar a Eisner y a las personas que se cruzaron en su camino: Bob Kane (Batman), Neil Gaiman (Sandman), Alan Moore y Dave Gibbons (Watchmen), Michael Chabon (Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay), Stan Lee (creador y editor de Marvel Comics)... El esp¨ªritu de una vida, reconocida por Eisner como su biograf¨ªa oficial, incluye una exhaustiva documentaci¨®n, aunque pasa de puntillas sobre aspectos cruciales de su vida, como la muerte de su hija, sus dudas religiosas o su relaci¨®n con el dinero. A los 85 a?os, Eisner segu¨ªa trabajando, aunque s¨®lo hasta las cinco, porque su mujer no le permit¨ªa continuar hasta m¨¢s tarde. Muri¨® a los 87. Niria Barrios
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