Un fantasma en el coraz¨®n del poder

El lugar del escritor ingl¨¦s Robert Harris como uno de los maestros contempor¨¢neos del "thriller literario inteligente" (las palabras son del Times) est¨¢ tan asegurado que una cita en una de las solapas interiores de su nueva novela, El poder en la sombra, no pertenece a un cr¨ªtico literario sino a una de las personalidades m¨¢s importantes de nuestro tiempo: Nelson Mandela. "Un autor que maneja el suspense como un Alfred Hitchcock literario", escribe el premio Nobel surafricano. Tal como est¨¢n las cosas, no es dif¨ªcil imaginar la pr¨®xima novela de Ruiz Zaf¨®n con una frase de Sarkozy en la cubierta. Los cr¨ªticos literarios, esa entidad tan extra?a, se han devaluado tanto que una muestra de la importancia de un autor parece ser hoy su capacidad de prescindir de ellos.

Hay una conspiraci¨®n de alto vuelo en la que se halla involucrada la CIA. El final se deja llevar por la paranoia y no es del todo plausible

Lo cierto es que Robert Harris (Nottingham, 1957) ha escrito obras maestras del g¨¦nero. Enigma es una muy buena novela para el verano o un largo viaje en avi¨®n; Patria, sobre una posible victoria nazi en la II Guerra Mundial, es incluso algo m¨¢s: una de las mejores obras que se han escrito sobre historia alternativa (Patria sobrevive a la comparaci¨®n con Philip K. Dick y su Hombre en el castillo, y es superior a Philip Roth en La conjura contra Am¨¦rica). ?D¨®nde, entonces, situar El poder en la sombra? No entre las mejores novelas de Harris, pero tampoco en su lista de libros flojos (Imperium). Digamos: una entretenida median¨ªa.

En los ¨²ltimos a?os ha surgido un subg¨¦nero en la ficci¨®n anglosajona: la narrativa del 11 de septiembre. Este tipo de novelas pertenece a una categor¨ªa m¨¢s amplia que podr¨ªa llamarse "ficci¨®n sobre la guerra contra el terror". Aqu¨ª se encuentran novelas como las de Ian McEwan (S¨¢bado) y Harris. El poder en la sombra trata de las peripecias de Adam Lang, un ex primer ministro ingl¨¦s muy parecido a Tony Blair, en su lucha por librarse de la justicia internacional, y de los intentos del narrador por escribir las memorias del ex primer ministro. El narrador es un "negro", alguien que escribe libros por encargo; ghostwriter, la palabra en ingl¨¦s para "negro", es mucho m¨¢s precisa para sugerir la invisibilidad del oficio. The Ghost, el t¨ªtulo en ingl¨¦s de la novela de Harris, recoge esa invisibilidad del narrador. Quiz¨¢s se debi¨® haber pensado en una traducci¨®n al espa?ol m¨¢s creativa del t¨ªtulo; El poder en la sombra es el t¨ªpico t¨ªtulo de un thriller clase B de Hollywood. De paso, cada cap¨ªtulo se inicia con una cita tomada de un manual de escritura para "negros", con lo que la novela reflexiona de manera inteligente sobre el mismo proceso de su construcci¨®n ("Un 'negro' que s¨®lo tenga un conocimiento somero del personaje estar¨¢ en situaci¨®n de plantear las mismas preguntas que un lector no versado y en consecuencia har¨¢ el libro m¨¢s interesante para un n¨²mero mayor de lectores").

Lo mejor de Robert Harris es su capacidad para minar los titulares pol¨ªticos de los peri¨®dicos de los ¨²ltimos a?os para inventarse una ficci¨®n veros¨ªmil en buena parte de sus p¨¢ginas, acerca de la posibilidad de que debido a las ilegalidades cometidas para justificar la guerra en Irak, el ex primer ministro ingl¨¦s termine siendo acusado como un criminal de guerra. Lang aparece retratado como un actor de primera -el tono anaranjado de su piel se debe al maquillaje-, a quien le interesa m¨¢s el ¨¦xito de su papel que el bien com¨²n de Inglaterra; para describirlos a ¨¦l y su esposa, hay que pensar en el t¨ªtulo de una novela de Graham Greene, El poder y la gloria. El trabajo del narrador como "negro", entonces, es humanizar a Lang, hacer que los lectores se conmuevan con su historia de sacrificios, la forma en que se impuso a la adversidad para llegar a ser lo que es; el narrador fracasa, porque lo que queda del libro es una cr¨ªtica despiadada a la alianza de Inglaterra con Estados Unidos en la guerra en Irak, y una mirada sarc¨¢stica a la integridad moral del ex primer ministro ingl¨¦s.

El poder en la sombra se inicia con la muerte en circunstancias sospechosas de McAra, el "negro" original de Lang. Esa muerte permitir¨¢ que el narrador se convierta en el nuevo "negro" de Lang. El narrador tratar¨¢ de descubrir el lado oscuro del pasado de Lang, aquello que descubri¨® McAra al escribir su manuscrito y que lo llev¨® a la muerte. Hay una intriga internacional, una conspiraci¨®n de alto vuelo en la que se halla involucrada la CIA. El final se deja llevar por la paranoia y no es del todo plausible; sin revelar mucho, baste sugerir que el t¨ªtulo de la novela en ingl¨¦s se presta a una sugerente ambig¨¹edad: ?qui¨¦n es ese "fantasma" del entorno de Lang, todo un esp¨ªa de la CIA enclavado en el coraz¨®n del poder ingl¨¦s?

Lo saludable de este escritor es que no alberga grandes pretensiones en torno a lo que hace; con un gui?o al lector, Robert Harris pone en boca del narrador estas palabras en torno a su trabajo de "negro" que bien pueden aplicarse al propio Harris: "Me veo como el equivalente literario de un experto tornero o de un fino alfarero: hago objetos medianamente interesantes que a la gente le gusta comprar". Pues s¨ª: en materia de muy buena ficci¨®n comercial, nada como la verdad. -