Los inmigrantes acogen sin inter¨¦s el plan del Gobierno para volver a su pa¨ªs

La aprobaci¨®n, ayer, en el Consejo de Ministros del plan para el retorno voluntario de extranjeros en paro ha dejado fr¨ªos a los posibles beneficiarios. Las principales asociaciones de inmigrantes manifestaron que no est¨¢n interesados en absoluto en la propuesta del Gobierno de favorecer el regreso a sus pa¨ªses de origen mediante el pago de toda la prestaci¨®n por desempleo en dos plazos (el 40% aqu¨ª y el 60% al llegar a su pa¨ªs), a cambio de perder su permiso de residencia y de trabajo y no regresar a Espa?a en al menos tres a?os. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que en junio estimaba en m¨¢s de un mill¨®n el n¨²mero de inmigrantes que se acoger¨ªan a su plan, redujo ayer la entusiasta cifra a 87.000, con una duraci¨®n media de la prestaci¨®n del paro entre seis y 18 meses.

Argumentan las asociaciones de inmigrantes, entre otras cosas, que por muy mal que se pongan las cosas en Espa?a, siempre estar¨¢n mejor que en sus pa¨ªses, y eso a pesar de que los empleados extracomunitarios han sufrido especialmente la crisis y el par¨®n del sector de la construcci¨®n. En julio hab¨ªa m¨¢s de 165.000 inmigrantes extracomunitarios desempleados.

Una de esas v¨ªctimas de la crisis es F¨¦lix Vela, ecuatoriano, de 42 a?os. Desde que lleg¨® a Espa?a, hace seis, trabaj¨® "sin parar" en la construcci¨®n, hasta hace un mes. "De los 50 empleados que ten¨ªa la empresa, todos inmigrantes, han despedido a la mitad", relata. Vela, que compr¨® un piso en Madrid cuando nada le hac¨ªa presagiar que estallar¨ªa la burbuja inmobiliaria, teme no poder hacer frente a la hipoteca, pero a¨²n as¨ª afirma que "por nada del mundo" se plantea regresar a Ecuador.

"All¨ª se empieza a trabajar de ni?o. Yo empec¨¦ a los 7 a?os, en la agricultura. Todo lo que hab¨ªa ahorrado desde entonces lo invert¨ª en el viaje a Espa?a. Tuvimos que vender nuestras tierras para poder pagar los billetes, y tuve que pagar una deuda de unos 7.000 d¨®lares (unos 5.000 euros). Aqu¨ª, mis hijos pueden estudiar y mi hijo, enfermo del coraz¨®n, recibir un medicamento muy caro que necesita", explica.

No tirar la toalla

Para V¨¦lez, retornar ser¨ªa tirar la toalla. Por eso ha sido de los primeros en apuntarse a cursos de reciclaje para empleados de la construcci¨®n. "Voy a sacarme la licencia para conducir camiones y manejar maquinaria pesada", concluye.

"El inmigrante que se acoge al plan de retorno pierde su permiso de residencia durante tres a?os. Lo que no est¨¢ diciendo el ministro de Trabajo es que se reserva el derecho de volver a conced¨¦rselo pasado ese tiempo, y eso, despu¨¦s de lo que han sufrido para conseguirlo, no le interesa a nadie", advierte Dora Aguirre, presidenta de la asociaci¨®n ecuatoriana Rumi?ahui. "Adem¨¢s, hemos calculado que el Gobierno podr¨ªa entregarle a cada inmigrante un promedio de 7.000 euros. Eso no cubre, ni de lejos, las necesidades de una familia que, en la mayor¨ªa de los casos, lo ha vendido todo para poder venir", a?ade. "Por mucho que empeore la situaci¨®n econ¨®mica en Espa?a, siempre ser¨¢ mejor que la ecuatoriana, al menos en el corto plazo".

En la misma l¨ªnea, ?lvaro Zulueta, de la Asociaci¨®n Cultural por Colombia e Iberoam¨¦rica Aculco, argumenta: "El Gobierno ha hecho una previsi¨®n muy por lo alto de los inmigrantes que quieran acogerse a ese plan. Experimentos parecidos tampoco han resultado en otros pa¨ªses. Porque el regreso es siempre la ¨²ltima alternativa. Si aqu¨ª se gana 800 euros, en Colombia no ser¨¢n m¨¢s de 400. Y a eso hay que unir el paro, que all¨ª es mucho mayor; la inflaci¨®n, los problemas de inseguridad...".