Al Qaeda siembra el terror en Islamabad
Un cami¨®n bomba mata a 60 personas al explotar ante el hotel Marriott
El ¨²ltimo ¨®rdago de Al Qaeda contra el Gobierno de Pakist¨¢n dej¨® ayer al menos 60 muertos y dos centenares de heridos cuando un cami¨®n bomba estall¨® ante uno de los principales hoteles de Islamabad, el Marriott. El atentado, el m¨¢s grave sufrido por la capital paquistan¨ª, se produjo horas despu¨¦s de que el nuevo presidente del pa¨ªs, Asif Ali Zardari, se comprometiera ante el Parlamento a seguir apoyando a EE UU en su guerra contra el terrorismo, algo a lo que se oponen tanto los islamistas como una buena parte del estamento militar. El ataque, en pleno distrito gubernamental, evidencia una importante brecha de seguridad y sin duda va a polarizar a¨²n m¨¢s a los paquistan¨ªes.
La explosi¨®n dej¨® un cr¨¢ter de entre seis y 10 metros de profundidad
Algunas de las v¨ªctimas son ciudadanos extranjeros
Acababa de terminar la oraci¨®n de la tarde y las calles de Islamabad se hab¨ªan sumido en el silencio que a lo largo de todo el mundo isl¨¢mico precede a la ruptura del ayuno de Ramad¨¢n. Justo entonces, una potente explosi¨®n sacudi¨® la capital y la tranquilidad de sus residentes. La detonaci¨®n pudo o¨ªrse hasta 10 kil¨®metros del Marriott, uno de los dos ¨²nicos hoteles internacionales, situado en el centro de la ciudad, a escasa distancia del Palacio Presidencial y del Parlamento. Enseguida las sirenas de las ambulancias y de los coches de polic¨ªa se superpusieron a los gritos de p¨¢nico y a las invocaciones a Dios.
Las versiones sobre lo ocurrido difieren. Testigos entrevistados por las televisiones locales aseguraban que el cami¨®n se par¨® frente a la verja del hotel y estall¨®. Sin embargo, algunos supervivientes relataron que hubo una primera explosi¨®n y que luego el veh¨ªculo se lanz¨® contra la barrera de seguridad que desde la ola de atentados de 2002 se ha hecho habitual ante los principales edificios de Islamabad. Anoche tampoco estaba claro si se hab¨ªa tratado de una operaci¨®n suicida o si el conductor hab¨ªa saltado de la cabina antes de detonar la carga.
El due?o del hotel, Sadruddin Hashwani, asegur¨® que los guardias de seguridad hab¨ªan parado el cami¨®n en la verja e intercambiado disparos con su conductor. "Les dispararon, uno de los guardias respondi¨® y entretanto [el atacante] deton¨® los explosivos. Todos los guardias de la entrada resultaron muertos", declar¨® citado por la agencia Reuters.
La deflagraci¨®n dej¨® un cr¨¢ter de 20 metros de di¨¢metro y entre seis y 10 de profundidad. La onda expansiva arranc¨® ventanas y puertas, hundi¨® los falsos techos y provoc¨® el incendio de la fachada principal que, luego debido a un escape de gas, se extendi¨® a todo el edificio. Algunos hu¨¦spedes saltaron desde los balcones. Varias horas despu¨¦s, ya entrada la noche, los bomberos segu¨ªan luchando contra las llamas y tem¨ªan que el hotel se viniera abajo. Ninguna fuente era capaz de determinar cu¨¢ntas personas segu¨ªan atrapadas en su interior.
Antes de que nadie reclamara la autor¨ªa de la matanza, todas las miradas estaban puestas en Al Qaeda. En las ¨²ltimas semanas, ese grupo terrorista ha lanzado una sangrienta campa?a de atentados en represalia por las operaciones de las fuerzas de seguridad paquistan¨ªes contra sus militantes, que se esconden en las regiones lindantes con Afganist¨¢n. Desde que los bombardeos estadounidenses les expulsaron de ese pa¨ªs en 2001, los seguidores de Osama Bin Laden han encontrado refugio entre las tribus pastunes de Pakist¨¢n, cuyas simpat¨ªas con el derribado r¨¦gimen talib¨¢n han sido alentadas por los servicios secretos paquistan¨ªes.
A pesar de que, tras el 11-S, el Gobierno de Islamabad se comprometi¨® ante EE UU a combatir a los terroristas, el entonces presidente no fue capaz de cumplir su palabra. Como todos los dictadores militares que le precedieron, el general Pervez Musharraf sigui¨® viendo a los extremistas isl¨¢micos como una baza para azuzar a la India en Cachemira. As¨ª que sus fuerzas se libraron a un peligroso juego: capturar a los militantes de Al Qaeda (en su mayor¨ªa ¨¢rabes y otros extranjeros) y seguir cortejando a los terroristas locales que amparaban a aqu¨¦llos. Su reciente dimisi¨®n y la elecci¨®n de Zardari hacen esperar un mayor empe?o en acabar con esa ambig¨¹edad.
De hecho, EE UU ha empezado a presionar en ese sentido con operaciones anti Al Qaeda dentro de territorio de Pakist¨¢n, lo que el pasado lunes estuvo a punto de provocar un choque cuando el Ej¨¦rcito de ese pa¨ªs dispar¨® contra las tropas norteamericanas. La injerencia ha puesto en una dif¨ªcil situaci¨®n a Zardari, viudo de la asesinada Benazir Bhutto y hombre que cuenta con la confianza de Washington. El nuevo presidente se vio obligado a declarar durante su primera comparecencia ante el Parlamento que no va a tolerar "la violaci¨®n de la soberan¨ªa e integridad territorial por parte de ninguna potencia". El atentado que se produjo unas horas despu¨¦s deja claro que eso no es suficiente.
La provocaci¨®n, en pleno distrito gubernamental, demuestra que los terroristas cuentan no s¨®lo con medios, sino con buena informaci¨®n. La cadena privada de televisi¨®n paquistan¨ª Geo asegur¨® que en el hotel se hab¨ªan congregado varios centenares de personas para asistir a una recepci¨®n convocada por la presidenta del Parlamento, Fehmida Mirza, pero en el caos que sigui¨® a la explosi¨®n nadie pudo confirmar este extremo.
S¨ª pudo establecerse que algunas de las v¨ªctimas eran ciudadanos extranjeros. Al menos un diplom¨¢tico dan¨¦s y tres ciudadanos estadounidenses se encontraban entre los heridos, seg¨²n el diario Dawn. El Marriott ha sido desde su inauguraci¨®n un lugar de cita habitual de la peque?a colonia occidental de Islamabad porque su discoteca tiene una de las escasas licencias para la venta de alcohol de todo Pakist¨¢n. S¨®lo los extranjeros no musulmanes ten¨ªan permitida la entrada a The Bassment, un tugurio que se hizo muy popular entre los periodistas que cubrieron la campa?a norteamericana contra los talibanes en 2001. Hace cuatro a?os, un suicida se hizo estallar justo a sus puertas y mat¨® a un guardia de seguridad que intent¨® frenarle.
El Ministerio de Exteriores espa?ol no ten¨ªa anoche constancia de que ning¨²n nacional se encontrara entre las v¨ªctimas de ayer.
Ataques sin tregua
- 19 de julio de 2007. Tres atentados suicidas en tres ciudades causan 52 muertos.
- 19 de octubre de 2007. 139 personas fallecen en un ataque suicida en contra de Benazir Bhutto, que sobrevive.
- 21 de diciembre de 2007. Un atentado en una mezquita mata a 41 personas.
- 27 de diciembre de 2007. Benazir Bhutto es asesinada.
- 10 de enero de 2008. Un atentado contra un tribunal en Lahore mata a 19 personas.
- 29 de febrero de 2008. 38 muertos por un ataque durante un funeral.
- 19 de agosto de 2008. Un suicida causa 24 muertos en un hospital.
- 10 de septiembre de 2008. 14 muertos en un ataque con granadas contra una mezquita.
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