Amigos de Hirst pujaron para favorecer su subasta
Su marchante, Jay Jopling, destaca al frente del grupo
Todo lo que toca Damien Hirst se convierte en oro y pol¨¦mica a partes iguales. Si la semana pasada arrancaba con el espectacular ¨¦xito de la venta de dos centenares de sus obras en la casa Sotheby's, de Londres, un dominical brit¨¢nico revelaba ayer que los 140 millones de euros recaudados no fueron exclusivamente fruto de las pujas espont¨¢neas de ¨¢vidos coleccionistas. Amigos y socios del artista contribuyeron con sus considerables ofertas a elevar las cotizaciones de las piezas en el transcurso de la subasta, seg¨²n sostiene el Sunday Times citando a fuentes an¨®nimas del mundo del arte.
Al frente de ese grupo, que habr¨ªa operado entre bambalinas para preservar el valor de la producci¨®n de Hirst en el mercado, destaca Jay Jopling, propietario de la galer¨ªa White Cube y precisamente su marchante desde hace m¨¢s de una d¨¦cada.
En la jornada del pasado lunes d¨ªa 15 -que amaneci¨® con el hundimiento de los mercados financieros-, Jopling consegu¨ªa animar la subasta desde el primer lote, del que adquiri¨® un tr¨ªptico con mariposas y diamantes por 1,26 millones de euros. Tambi¨¦n pag¨® otros 3,6 millones de euros por tres vitrinas de cristal que contienen peces conservados en formol, y puj¨® sin ¨¦xito por uno de los famosos tiburones de Hirst que el martillo de la sala sentenci¨® en 12 millones de euros.
La participaci¨®n de su marchante, unida a la de otros dos personajes asociados de Hirst -Larry Gagosian y Harry Blair- cuestiona el car¨¢cter revolucionario que el artista quiso imprimir a la subasta, organizada sobre el papel sin que mediaran galer¨ªas ni marchantes.
Un famoso coleccionista que no quiso revelar su nombre declar¨® al dominical: "Damien Hirst es toda una industria y adem¨¢s un mercado que se maneja con gran habilidad. Mucha gente ten¨ªa el m¨¢ximo inter¨¦s en que la subasta fuese un ¨¦xito".
La revelaci¨®n del dominical brit¨¢nico encaja en la singladura de esta figura emblem¨¢tica del arte conceptual, cuya habilidad para los negocios, a diferencia de lo que ocurre con su talento, nadie discute. Hace un a?o, pretend¨ªa erigirse en el artista vivo que lograba la mayor recaudaci¨®n por una de sus obras, una calavera incrustada de diamantes, hasta que trascendi¨® que ¨¦l mismo formaba parte del consorcio que adquiri¨® la pieza por 63 millones de euros.
Nacido en 1965 en Bristol y criado en Leeds en un ambiente dif¨ªcil, Hirst demostr¨® pronto su facilidad para aprovecharse econ¨®micamente del arte. Su amor por el dinero le ha colocado a menudo en el centro de la pol¨¦mica y muchos cr¨ªticos han renegado de ¨¦l. Esta ¨²ltima subasta ten¨ªa vocaci¨®n de hacer historia al vender directamente su obra y as¨ª ahorrarse la onerosa comisi¨®n de sus galeristas. Pero va a ser hist¨®rica por doble raz¨®n.
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