"Ha dado una lecci¨®n"
S¨¢nchez Vicario elogia a Nadal, que lleva a Espa?a a la final con una contractura e impulsado por el p¨²blico
Sobre la roja tierra de Las Ventas, Rafael Nadal, el enterrador. Magullado con una contractura en el gl¨²teo. Rebozado en arcilla. Dolorido y maldiciendo un resbal¨®n transformado en ca¨ªda a plomo. El h¨¦roe, trastabillado y enfrentado en un partido trascendental de las semifinales de la Copa Davis contra Andy Roddick, finalmente derrotado (6-4, 6-0 y 6-4).
Estaba Nadal en el suelo cuando una voz atronadora y rugiente, m¨¢s de 20.000 espectadores unidos bajo un mismo impulso, acudi¨® en su rescate. "?Torero! ?Torero! ?Enti¨¦rralo!", le gritaron mientras a¨²n se discut¨ªa la primera manga. Feliciano L¨®pez, olfateando el momento clave, pidi¨® palmas desde el banquillo. Emilio S¨¢nchez Vicario, el capit¨¢n, busc¨® blancas toallas con las que socorrer al campe¨®n ca¨ªdo. Y Nadal, que luchaba contra Roddick, escuch¨® el griter¨ªo mientras aparec¨ªa desmadejado y tirado sobre la empapada arcilla. Fue el inicio de su abrumadora avalancha. Azuzado por la ovaci¨®n del gent¨ªo, Nadal se levant¨® del suelo, gan¨® siete juegos seguidos (6-4, 6-0 y 6-4), y se qued¨® a un paso de completar una obra inhumana. Si Espa?a gana la final de la Copa Davis contra el vencedor del Argentina-Rusia (del 21 al 23 de noviembre), el mallorqu¨ªn habr¨¢ ganado Roland Garros, Wimbledon, el oro ol¨ªmpico y la Davis en el mismo a?o. Tremendo.
"Rafa estuvo impresionante", resumi¨® el seleccionador espa?ol
Nadal se cay¨® al suelo, fue ovacionado y, tras levantarse, gan¨® siete juegos seguidos
"Al llover, se perdi¨® la sensaci¨®n de altura... ha sido b¨¢sico en mi juego"
La victoria del espa?ol cobra a¨²n m¨¢s valor a la luz de sus circunstancias. El s¨¢bado se hizo una resonancia magn¨¦tica para conocer el alcance de una contractura en el piramidal del gl¨²teo, sufrida durante el entrenamiento. Ayer, antes del partido contra Roddick, el n¨²cleo duro del equipo espa?ol valor¨® junto a ¨¦l la posibilidad de que no jugara el encuentro. Y el lunes, una noche despu¨¦s de llegar a Madrid, se desplaz¨® junto a Feliciano L¨®pez para someterse a una anal¨ªtica. Dio valores normales, seg¨²n quienes observaron los resultados. Su m¨¦dico, sin embargo, considera que sigue sintiendo "la fatiga normal por todo lo acontecido", y que necesita tomarse un descanso, como har¨¢ entre hoy y el 11 de octubre, cuando arranca el torneo de Madrid.
No lo pareci¨® ante Roddick. No en Las Ventas. No con la clasificaci¨®n para la final de la Davis en sus manos y la llamarada de la llamada de Espa?a prendiendo en la grada.
Llovi¨® a c¨¢ntaros en Madrid, y a¨²n as¨ª acudieron en masa los aficionados. Se parapetaron los de la grada sin techo bajo los arcos neomud¨¦jares del exterior de la plaza, y mientras tanto se aneg¨® la pista. Se destap¨® la h¨²meda tierra con hora y media de retraso. Son¨® el desgarro de los pasodobles, la alegr¨ªa de las palmas flamencas, y viendo todo eso, casi santigu¨¢ndose antes de entrar al ruedo, Roddick, el bombardero de Nebraska, empez¨® a lamentar su suerte.
"Esas seis horas de lluvia no me ayudaron nada", reconoci¨® luego el estadounidense, todo un ex n¨²mero uno del mundo. "Vi que llov¨ªa y me dije: 'no, no, no'. Vi que pon¨ªan m¨¢s tierra y me dije: 'No, no, no'. No puede haber escenario m¨¢s duro en el que jugar contra Nadal". El agua, transformada en humedad, aument¨® la lentitud de la pista y contrarrest¨® los efectos de la altura.
"Al llover el clima es diferente, y se pierde la sensaci¨®n de altura", explic¨® Nadal, simplemente excepcional en su respuesta al juego de saque y carga a la red del estadounidense. "Eso ha sido b¨¢sico en mi juego. He jugado realmente bien. Ha sido emocionante, por el p¨²blico. Son partidos que hay que vivir y disfrutarlos... he disfrutado jugando", cerr¨®. "Rafa dio una lecci¨®n", resumi¨® Emilio S¨¢nchez Vicario, el seleccionador. "No daba cr¨¦dito a lo que ve¨ªa. Iba 6-4 y 6-0 arriba, hab¨ªa hecho una rotura, y jugaba cada punto como si se lo quisiera comer. Impresionante".
La grada no dio descanso. Sobre los exabruptos del estadounidense -"Fuck, fuck, fuck!", gritaba- reson¨® siempre la charanga del anfiteatro. Con el partido resuelto, lleg¨® el primer silencio. La respuesta de Roddick, liberado por primera vez de ruido en dos partidos, fue inmediata. "Yes!", grit¨® con los brazos abiertos. El p¨²blico pag¨® el gesto con un homenaje: "?Roddick! ?Roddick!". No era cuesti¨®n de castigar a nadie. Nadal, que acab¨® dando la vuelta al ruedo sobre los hombros de Feliciano L¨®pez, ya le hab¨ªa regalado al estadounidense una dur¨ªsima tarde. Sud¨® Roddick bajo la comba de las bolas de Nadal, entre el crepitar de las casta?uelas y al son del retumbar de los tambores. Luego, derrotado y rendido, vio ondear una bandera blanquiazul que se adelant¨® a los acontecimientos, pero que para ¨¦l fue una bofetada: "Rafa, te esperamos en Argentina".
Argentina espera a Espa?a
Quiz¨¢s acabe pasando a los anales como un caso de mala gesti¨®n de recursos, pero al final Argentina recibir¨¢ a Espa?a entre el 21 y el 23 de noviembre para disputar la final de la Copa Davis, tras derrotar por 3-2 a Rusia en semifinales.
La selecci¨®n argentina lleg¨® a la caldera del Parque Roca, en Buenos Aires, plante¨¢ndose si no ser¨ªa mejor enfrentarse a Espa?a en una pista r¨¢pida y bajo techo. Fue un reflejo impulsivo de la opini¨®n de los expertos, que consideraron como escasas las posibilidades de Rusia, su rival en semifinales, pese a la demostrada capacidad competitiva del campe¨®n de 2006 y finalista en 2007. Las predicciones quedaron confirmadas el viernes, cuando el equipo liderado por David Nalbandian se acost¨® con una ventaja de dos cero. Y, a¨²n as¨ª, el domingo se lleg¨® al drama del quinto y decisivo partido. ?Qu¨¦ pas¨® en medio?
Pas¨® que Alberto Mancini, el capit¨¢n argentino, decidi¨® que el ascendiente de Nalbandian deb¨ªa imponerse a cualquier consideraci¨®n sobre su estado f¨ªsico. Que el argentino, que nunca se ha distinguido por ser un musculoso Apolo, disput¨® y gan¨® un partido individual el viernes contra Andreev; jug¨® y perdi¨® el dobles el s¨¢bado en cinco sets; y que, agotado, volvi¨® a jugar y perder el domingo, esta vez contra Nikolay Davydenko, n¨²mero cinco (3-6, 6-3, 7-6 (7-2) y 6-0). Su decepcionante actuaci¨®n dej¨® la responsabilidad de lograr la victoria en el ¨²ltimo partido a Juan Mart¨ªn Del Potro, que derrot¨® a Igor Andreev (6-4, 6-2 y 6-1).
Nalbandian irrit¨® a Davydenko camino de la derrota. En el pelead¨ªsimo tercer set, el argentino azuz¨® a la grada con sus gestos. Y una cosa, protest¨® luego el ruso ante la prensa, es que la afici¨®n local empuje espont¨¢neamente a su equipo, y otra que su jugador la caliente. Eso no es ni bonito ni profesional.
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