El af¨¢n de las monedas
Por treinta denarios vendi¨® Judas (que no contento con llamarse Judas se apellidaba Iscariote, ya me explicar¨¢n) al pobre Jes¨²s camino ya de su calvario predeterminado. Con esos antecedentes, ya me dir¨¢n qu¨¦ hac¨ªa Juan Villalonga, otro apellido b¨ªblico, intentando hacerse con el numerario futbolero de un tal Juan Soler, de profesi¨®n hijo constructivo o deconstructor, qui¨¦n sabe, de las monedas ladrilleras de su padre. Es lo que tiene el color del dinero en proporciones suficientes, que desata m¨¢s conductas impropias que las que se atribuyen a una piara de cerdos camino del matadero. Y si no, vean el espect¨¢culo de dem¨®cratas y republicanos estadounidenses apoyando el rescate estatal de un sistema financiero echado a perder por su mala cabeza, lo que costar¨¢ varios centenares de millones de d¨®lares a los contribuyentes. Para evitar males mayores, naturalmente, cuando resulta peliagudo encontrar un mal mayor que las tenebrosas sacudidas de un mercado obediente en exclusiva a sus propias obediencias, algo que, por cierto, jam¨¢s ha ocurrido en sentido estricto.
La de cosas que podr¨ªa escribir si tuviera un poco de tranquilidad. Por ejemplo, Carlos Fabra. El otro d¨ªa acudi¨® a una rueda prensa o a una comparecencia judicial, que para ese personaje viene a ser lo mismo, y una pe?a de fornidos guardaespaldas se hizo pasar por periodistas para cerrar el paso a las preguntas que los periodistas aut¨¦nticos deseaban formularle al pr¨®cer de Castell¨®n. Lo vi durante pocos segundos en una televisi¨®n, pero lo que me llam¨® la atenci¨®n es que se dijo all¨ª que entre los periodistas fingidos se encontraba nada menos que uno de los guardaespaldas que se adjudic¨® en su momento a Juan Jos¨¦ Tamayo (?remember?), el protagonista de aquel sonado tamayazo que le birl¨® a los socialistas madrile?os la presidencia de su comunidad. No he visto en ning¨²n sitio nada escrito sobre el asunto, aunque es verdad que ¨²ltimamente leo muy poco, pero no me digan que no resultar¨ªa curiosa la veracidad de un dato que situar¨ªa nada menos que en el entorno pr¨®ximo a Fabra a un personaje de esas muy comprometidas caracter¨ªsticas. ?Se le ve por Castell¨®n, o particip¨® en el acto en comisi¨®n de servicio? ?Y de qu¨¦ servicio? ?Es uno de los innumerables asesores del padrino castellonero?
Pero no se acaban ah¨ª el poder del dinero ni las noticias singulares. Sin ir m¨¢s lejos, tan lejos como en Calp el Bloc y el PP desalojan a los socialistas del poder municipal, as¨ª que el portavoz del Bloc, un tal Ximo Tur, se convertir¨¢ en el pr¨®ximo alcalde de esa bonita localidad tur¨ªstica en detrimento del socialista Luis Serna. Nada que no haya ocurrido antes en multitud de ocasiones, pero en ¨¦sta todo queda m¨¢s claro cuando el tal Tur dice admitir sus diferencias con el PP, para precisar que "los populares se han comprometido a dejar que yo lleve la direcci¨®n pol¨ªtica, y eso es lo m¨¢s importante". Lo ser¨¢, sin duda, para ¨¦l. Que a?ade esta guinda de muchos quilates de pesadumbre: "Si Luis Serna me ofrece la alcald¨ªa se frenar¨ªa la moci¨®n de censura, porque yo tambi¨¦n aceptar¨ªa ser alcalde con el PSPV, ya que no son tan diferentes". ?Ven ustedes c¨®mo est¨¢ el patio? No me extra?a que las bases de los socialistas enmienden casi todos los p¨¢rrafos de la ponencia de su pr¨®ximo congreso. Ni tampoco, aunque por otras razones, que la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, por as¨ª decir, destine m¨¢s de 130 de sus inspectores a vigilar de cerca a los profesores obligados a demostrar su ciudadan¨ªa en un ingl¨¦s comprensible.
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