El 'derby' de las recalificaciones
El derby Espanyol-Bar?a de ma?ana no llega bajo el signo de las descalificaciones, sino de las recalificaciones. A nadie le importan ya los desplantes entre directivas, si comen o no juntas, y si brindan por el partido. Ahora manda el sector inmobiliario. Laporta ha reclamado el mismo trato que "el otro club de la ciudad" -ese gran giro para obviar el nombre de la cosa- para recalificar los terrenos del Miniestadi y poder construir as¨ª 1.625 viviendas (el 40% de ellas de protecci¨®n oficial). Pero el Consistorio ya le ha advertido de que no son "magnitudes comparables". En 1997 el Espanyol consigui¨® que se edificaran en su antiguo estadio 450 pisos, todos puestos en el mercado libre. Es decir, estar¨ªamos hablando de una talla XXL fente a una S. Pero una visita a ambas zonas revela diferencias todav¨ªa m¨¢s sustanciales.
Laporta ha reclamado el mismo trato que tuvo el Espanyol para recalificar los terrenos del Miniestadi
En los Jardins del Camp de Sarri¨¤ -tal es el nombre oficial, un giro m¨¢s para evitar el nombre de la cosa- un filipino paseaba ayer por la ma?ana un gracioso perrito schnauser y una se?ora recog¨ªa las caquitas de una pareja de simp¨¢ticos cocker. Mientras, el tractor de Parques y Jardines segaba ruidosamente el c¨¦sped de las amables lomas. Es un parque primoroso, con una hilera de chopos delimitando el per¨ªmetro, palmeras en el lado de Mitre, acacias en el de la carretera de Sarri¨¤ y una notable variedad de especies en medio: tilos, encinas, mimosas, varios ciruelos y alg¨²n Eleagnus angustifolia, tambi¨¦n llamado ¨¢rbol del para¨ªso. La memoria del f¨²tbol es muy contenida en el lugar. Ante la gasolinera, un modesto tri¨¢ngulo, que recibe la exagerada consideraci¨®n de "plaza", est¨¢ dedicado a la memoria del glorioso portero Ricard Zamora (1901-1978). Un poco m¨¢s all¨¢, entre el Colegio Mayor Sant Jordi y un edificio donde tienen su sede compa?¨ªas con nombres gal¨¢cticos -Globalpraxis, Service Points, Media Contacts-, se extiende una plaza dura consagrada al fundador del Espanyol, ?ngel Rodr¨ªguez (1879-1959). Ning¨²n rastro de la victoria de la selecci¨®n italiana sobre la brasile?a en el Mundial de 1982.
El Miniestadi, en cambio, sobrevive asediado por grandes obras. En la esquina de la avenida del Doctor Mara?¨®n con la de Xile se trabaja febrilmente en la construcci¨®n de la l¨ªnea 9, y al otro lado de la calle, un poco m¨¢s abajo, se descubre el enorme boquete para cimentar el Parque Cient¨ªfico de Barcelona, ligado a la universidad. El estadio surge ensimismado entre hiedras y pinos polvorientos. En una de las entradas de Cardenal Reig unos pasquines descoloridos rezan: "Toler¨¤ncia zero amb: la mentida, la repressi¨® i els franquistes. Laporta dimissi¨®!". Nada relacionado con la recalificaci¨®n, pues. Un poco m¨¢s arriba de la calle, algunas mam¨¢s aireaban a sus reto?os en los modestos jardines de Josep Munt¨¦ (1913- 1956), fundador de la Asociaci¨®n de Vecinos Sant Ramon Nonat, una de las que se oponen a la recalificaci¨®n por considerarla "un pelotazo". Convengamos en que la palabra nunca fue mejor empleada.
El de ma?ana, adem¨¢s, ser¨¢ posiblemente el ¨²ltimo derby que se celebre en Montju?c, pues el Espanyol dejar¨¢ el a?o que viene la monta?a para trasladarse a sus nuevas instalaciones de Cornell¨¤. Pese a que entre el propietario de las instalaciones, que no es otro que el Ayuntamiento, y su inquilino durante todos estos a?os, el club, no ha habido precisamente buen rollo -las relaciones del inmobiliario son siempre muy complejas-, ahora el problema va a ser encontrar nuevos usos para el estadio ol¨ªmpico. Por fortuna, en este caso nadie habla de recalificaciones...
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