La crisis obliga a la Xunta a aplazar la negociaci¨®n con las tres universidades

La reforma del sistema universitario europeo, conocido como proceso de Bolonia, llega en muy mal momento. La Xunta reconoci¨® ayer que la crisis econ¨®mica ha obligado a aplazar las negociaciones con los tres rectores para buscar un modelo que permita financiar los cambios, un proceso que deber¨¢ estar listo en 2010 y que todos los implicados coinciden en considerar muy caro. La Conseller¨ªa de Educaci¨®n explica que los n¨²meros que se manejan para pagar la reforma son "muy ambiciosos", demasiado para las turbulencias financieras actuales. El rector de la Universidade de Santiago, Sen¨¦n Barro, se mostr¨® decepcionado con el aplazamiento y admiti¨® que pone a su instituci¨®n en una situaci¨®n econ¨®mica "muy dif¨ªcil". "Ten¨ªamos el compromiso de tener un plan de financiaci¨®n nuevo que aproximase el sistema universitario gallego al espa?ol", subray¨®, "es una mala noticia".

Educaci¨®n admite que los fondos para la reforma son ahora "muy ambiciosos"

Los conselleiros de Econom¨ªa y Educaci¨®n volver¨¢n a sentarse con los responsables de las universidades gallegas en el primer semestre de 2009, aunque los analistas no anuncian para entonces una recuperaci¨®n. De momento y como compensaci¨®n, el presidente, Emilio P¨¦rez Touri?o, afirm¨® ayer que los presupuestos de la Xunta para el a?o que viene reservar¨¢n 11 millones de euros extra para las tres instituciones. "Es una apuesta pol¨ªtica e institucional", defendi¨® Touri?o sobre esta partida, aprobada en un contexto de "crisis y austeridad econ¨®mica", argument¨®. El socialista promete que la nueva financiaci¨®n se "materializar¨¢" en los presupuestos auton¨®micos de 2010 y tendr¨¢ una vigencia de cinco a?os.

El anuncio, que Touri?o realiz¨® en Vigo durante la inauguraci¨®n oficial del curso acad¨¦mico, cogi¨® por sorpresa a los rectores que, aunque conoc¨ªan la decisi¨®n, ignoraban que el presidente de la Xunta la iba a hacer p¨²blica en el pistoletazo de salida de las clases. El rector coru?¨¦s, Jos¨¦ Mar¨ªa Barja, eludi¨® valorar la medida hasta estudiarla con m¨¢s detalle, mientras que su hom¨®logo compostelano no oculta su rechazo. Sen¨¦n Barro asegura que el aplazamiento de la nueva financiaci¨®n universitaria "pone en peligro" la "posici¨®n" de la Universidade de Santiago en el sistema universitario espa?ol, en el que ocupa el s¨¦ptimo lugar en investigaci¨®n. En riesgo, se?ala, est¨¢ tambi¨¦n la adaptaci¨®n al modelo europeo recogido en el proceso de Bolonia. "Una reforma de este calado conlleva ya unas dificultades que se agravan si los recursos no son suficientes", alert¨®. Los 11 millones adicionales que se repartir¨¢n las tres universidades en 2009 supondr¨¢n, a?ade Barro, un "refuerzo" de los medios econ¨®micos de los que dispondr¨¢n los campus el a?o que viene aunque, se?ala, no resolver¨¢n el problema de fondo.

El dinero que reciben las universidades del Gobierno gallego se plasma en el denominado Plan de Financiaci¨®n, un documento que tiene vigencia hasta 2010 pero que no prev¨¦ las inversiones que se tendr¨¢n que realizar para pagar la reforma. Touri?o reconoce que el plan actual tiene "carencias significativas" y pone como ejemplo el "peso m¨ªnimo" que tienen ciertos "objetivos estrat¨¦gicos". El grueso del modelo se concentra, a?adi¨®, en un fondo "sometido a fluctuaciones de dif¨ªcil previsi¨®n".

Las conversaciones aplazadas entre la Xunta y las universidades son fundamentales para reformular este modelo econ¨®mico y adaptarlo a los cambios. Los rectores quieren que las conseller¨ªas aporten a los campus una cantidad que supere el 1% del PIB gallego, un porcentaje que no llega a la media ni espa?ola ni europea.

El proceso de Bolonia provocar¨¢ cambios importantes en la vida universitaria. Las titulaciones se llamar¨¢n grados y deber¨¢n cumplir ciertos requisitos para seguir existiendo. Se fijar¨¢ una demanda m¨ªnima para la pervivencia de ciertos estudios, se controlar¨¢ el nivel de empleo de los titulados y se vigilar¨¢ el tiempo que precisan los alumnos para acabar la carrera. Los centros precisar¨¢n m¨¢s profesores para disminuir el n¨²mero de alumnos en los grupos y m¨¢s material para lecciones m¨¢s pr¨¢cticas. Los defensores de la reforma creen que derribar¨¢ las fronteras entre los campus europeos y mejorar¨¢ la formaci¨®n. Sus detractores aseguran que es la puerta de entrada de los criterios capitalistas en la cuna del saber.