?Agua va!
Esta Esperanza nuestra, empe?ada siempre en ser fiel al esp¨ªritu de las cosas castizas, ha vivido otra de sus semanas de gloria. En los oscuros y f¨¦tidos tiempos de siglos atr¨¢s, cuando unos vecinos avisaban a cualquier viandante al grito de "?Agua va!", la pe?a se apartaba porque le pod¨ªa llover encima una bacinilla con todo tipo de excrementos. Pues bien: con una buena raci¨®n de mierda ha inaugurado la presidenta los Teatros del Canal.
Despilfarro del bueno. Despilfarro liberal, que es el que a ella le gusta. Despilfarro caciquil y hortera. Con precios inflados y facturas descaradas que han alcanzado 1,5 millones de euros. Ah¨ª es nada. As¨ª han nacido los Teatros del Canal, tan mimados en su proyecto arquitect¨®nico por el gran Juan Navarro Baldeweg, al que han tratado como a un apestado poni¨¦ndolo en la ¨²ltima esquina. Menos mal. As¨ª se libr¨® y permaneci¨® impermeable a la bazofia que supuso todo aquel tinglado surrealista.
Con una buena raci¨®n de mierda ha inaugurado la presidenta los Teatros del Canal Me da a m¨ª que Espe, en su infinita ausencia de sabidur¨ªa, no conoce muy bien lo que ha sido Boadella
Una broma que nos ha costado a los madrile?os una pasta para nada, si exceptuamos esa paja mental de 57 minutos a cargo de Nacho Cano. Ni t¨ªtulo le ha puesto. Ha cogido la primera letra del abecedario y se lo ha plantado: A se llama esa cosa vol¨¢til que nadie nunca volver¨¢ a ver jam¨¢s. Fue el pr¨®logo para lo que realmente tocaba, que era dar una fiesta a la que estaban invitados s¨®lo los amigos de la presidenta... A excepci¨®n del alcalde, que, salta a la vista, no lo es.
Rebobinemos. Los Teatros del Canal fueron uno de los grandes proyectos culturales de Gallard¨®n en su ¨¦poca de presidente regional. Aguirre lo quiso echar por tierra y despedir al arquitecto, para empezar. Sigui¨® con ello, nombr¨® hace poco a Albert Boadella director art¨ªstico y lo abri¨® esta semana. Tampoco sabemos muy bien por qu¨¦. Hasta 2009 no va a funcionar con su programaci¨®n. Es posible que haya montado toda la parafernalia para sacarse un spot y poder privatizar su gesti¨®n lo m¨¢s r¨¢pidamente posible, como ha ocurrido con El Escorial, otro lujo que abre s¨®lo por temporada de verano.
Nadie tiene muy claro a qu¨¦ se van a dedicar estos teatros. Es un misterio. Si nos atenemos como pista al espect¨¢culo inaugural, nos echamos a temblar. Si acudimos a precedentes en la gesti¨®n de grandes teatros a cargo de Aguirre cuando fue ministra de Educaci¨®n y Cultura, nos da un pasmo. Arruin¨® el Teatro Real echando abajo, con la inestimable colaboraci¨®n de Miguel ?ngel Cort¨¦s, lo que pod¨ªa haber sido el mejor proyecto cultural de Madrid en siglos: el que lideraban Elena Salgado y St¨¦phane Lissner, hoy director de la Scala de Mil¨¢n.
Aquello la puso en evidencia como una mujer dada a dejarse llevar por la osad¨ªa que da la ignorancia. En cuanto al rumbo que tomar¨¢n los reci¨¦n nacidos teatros, esperamos que no nos haya dado pistas la cosa inaugural. La fijaci¨®n de la presidenta con los hermanos Cano viene de lejos. A punto estuvo de enchufar a Jos¨¦ Mar¨ªa para que estrenara su ¨®pera Luna en el Real. Ahora le ha dado pista libre a Nacho para que flipe con eso de la A. Cualquier d¨ªa le pide a Boadella que monte una Traviata para que la cante Ana Torroja. No tiene medida esta mujer.
Boadella, por cierto, es otra de las grandes inc¨®gnitas. Para ser fiel a s¨ª mismo, yo dir¨ªa que lo mejor es que le monte a Esperanza un Ub¨² president como el que le enchuf¨® en su d¨ªa a Jordi Pujol. A ver si hay huevos. Material de despiporre, desde luego, no le falta. La larga lista de montajes de Els Joglars, ese grupo teatral m¨ªtico que ¨¦l cre¨® y fue todo un s¨ªmbolo en la sacrosanta transici¨®n, puede servir de inspiraci¨®n. No estar¨ªa nada mal que montara un Teledeum, esa gran s¨¢tira blasfema que puso a los cat¨®licos en armas y a los fan¨¢ticos a rezar en la puerta de los teatros. Puede invitar a Rouco. Me da a m¨ª, que Espe, en su infinita ausencia de sabidur¨ªa, no conoce tampoco muy bien lo que ha sido Boadella. A no ser, quiz¨¢s, que Boadella se haya olvidado de qui¨¦n era, que tambi¨¦n puede haber pasado.
Pero no caigamos en el rencor. Ya tenemos otro teatro en Madrid. Celebr¨¦moslo. Quiero decir, aprovech¨¦moslo, porque celebrarlo, ya lo han celebrado algunos. De largo. Despu¨¦s del desm¨¢n que ha supuesto el fiestorro aqu¨¦l, pas¨¢ndose por el forro cualquier decoro y signo de austeridad que se precie en tiempos de vacas flacas, ?con qu¨¦ cara va la derecha a hablar de crisis ahora? Ay, se?or.
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