China reduce la marcha
El gigante asi¨¢tico crecer¨¢ menos del 10% por primera vez en cuatro a?os, mientras la ca¨ªda de las exportaciones hace temer una ralentizaci¨®n brusca de la econom¨ªa
Por ahora, parece ser s¨®lo un rasgu?o. La devastaci¨®n provocada por las hipotecas subprime y el consiguiente hurac¨¢n financiero no est¨¢ castigando a China tanto como a las grandes econom¨ªas occidentales, pero s¨ª est¨¢ haciendo mella en su econom¨ªa. Despu¨¦s de cinco a?os creciendo por encima de los dos d¨ªgitos, la mayor econom¨ªa de Asia se ralentizar¨¢ en 2008 hasta el 9%, seg¨²n las previsiones de los principales organismos internacionales. Aunque las grandes magnitudes siguen siendo s¨®lidas, hay se?ales que despiertan cierta inquietud con vistas al futuro.
"La situaci¨®n no es tan dura como en EE UU o Europa, puesto que la exposici¨®n de China a los productos derivados de las hipotecas subprime es sustancialmente menor", afirma Amadeo Jensana, director del departamento de Programas Econ¨®micos y de Cooperaci¨®n de Casa Asia. Sin embargo, subraya Jensana, la ca¨ªda de la demanda de productos de consumo en los pa¨ªses desarrollados est¨¢ haciendo da?o al primer centro manufacturero del mundo.
La ca¨ªda de los precios de la vivienda son motivo de preocupaci¨®n
La ralentizaci¨®n de la actividad econ¨®mica ha desbancado a la inflaci¨®n como preocupaci¨®n n¨²mero uno de las autoridades chinas, obligadas a satisfacer las expectativas de una poblaci¨®n ansiosa por acercar su nivel de vida al de los pa¨ªses ricos. "Es necesario encontrar un equilibro entre el mantenimiento de un crecimiento econ¨®mico estable y r¨¢pido y el control de la inflaci¨®n", afirm¨® esta semana el primer ministro, Wen Jiabao, cuyo Gobierno ha puesto en marcha un plan para estimular la actividad sin presionar al alza a los precios.
Como segundo consumidor de petr¨®leo del mundo, China es especialmente vulnerable a la subida del crudo. El precio del arroz, base de la dieta de la poblaci¨®n, se ha triplicado desde comienzos de 2007. Tras varios meses de ascenso desbocado, la inflaci¨®n se ha dado un respiro este verano: en agosto se moder¨® por cuarto mes consecutivo hasta el 4,9%, muy por debajo del 8,7% registrado en febrero.
La relativa estabilizaci¨®n de los precios ha permitido al Gobierno de Pek¨ªn dar un giro a su pol¨ªtica macroecon¨®mica. Por primera vez en seis a?os, el Banco Central baj¨® los tipos de inter¨¦s el 15 de septiembre. Y en otra decisi¨®n destinada a aumentar la liquidez, baj¨® un punto porcentual el umbral de reservas m¨ªnimas que deben mantener de los bancos, aunque dej¨® al margen de la medida a los cinco principales bancos comerciales. "La inflaci¨®n se ha ralentizado en los ¨²ltimos meses, pero no podemos relajarnos porque puede rebotar", ha advertido el presidente del Banco Central, Zhou Xiaochuan.
A medida que el crecimiento se ralentiza, la confianza de los chinos en la marcha de su econom¨ªa se resiente. Los pedidos procedentes del extranjero y los planes para comprar una vivienda han comenzado a caer. Seg¨²n la encuesta que efect¨²a trimestralmente el Banco Central entre empresarios, banqueros y ciudadanos de a pie, s¨®lo uno de cada cuatro chinos espera que sus ingresos aumenten en los pr¨®ximos tres meses, y ¨²nicamente el 13% tiene planes de comprar una vivienda en el mismo periodo, el nivel m¨¢s bajo desde que comenz¨® a hacerse la encuesta, en 1999.
El impacto de la crisis internacional ha llevado a muchos economistas a subrayar la necesidad de que China modernice un aparato productivo excesivamente dependiente de la fabricaci¨®n de productos con poco valor a?adido y una industria pesada muy contaminante que demanda grandes cantidades de capital.
No obstante, los signos de fortaleza son m¨¢s numerosos y m¨¢s contundentes. Las reservas chinas en divisa extranjera superan los 1,5 billones de d¨®lares, lo que constituye un mullido colch¨®n de seguridad ante las tormentas financieras. Las ventas al por menor han crecido un 23% tanto en julio como en agosto, el ritmo m¨¢s alto en nueve a?os. La recaudaci¨®n fiscal ha aumentado un 33% en los seis primeros meses del a?o, m¨¢s de lo esperado por el Gobierno.
?Explotar¨¢ la burbuja inmobiliaria china? Aunque el riesgo es menor que en otros pa¨ªses, como Espa?a, la ca¨ªda de la venta de viviendas y de los precios en algunas zonas de China son motivo de preocupaci¨®n. "El sector inmobiliario probablemente representa el mayor riesgo econ¨®mico y financiero de China", afirma el analista Yipin Huang, de Citigroup. Los precios de la vivienda en las 70 principales ciudades de China bajaron en agosto con respecto al mes anterior, aunque s¨®lo un 0,1%. En el ¨²ltimo a?o han subido un 5,3%, frente al incremento del 11% con respecto al a?o anterior. -
Desplome burs¨¢til
La Bolsa de Shanghai no ha sido ajena a las turbulencias del ¨²ltimo a?o en los mercados. Su principal indicador ha perdido un 56,4% de su valor en lo que va de a?o y un 69% desde que alcanzara su cota m¨¢xima en octubre pasado.
Pero el riesgo de que se produzca una debacle similar a la sufrida por los bancos de negocios de Wall Street es remoto debido a la fuerte regulaci¨®n ejercida por el Gobierno -controlado por el Partido Comunista- y a la escasa complejidad del sistema financiero chino, donde no se estilan productos como los que han causado la crisis en Occidente. "El sistema financiero es mucho m¨¢s rudimentario que el de EE UU o los europeos, y eso posiblemente lo ha salvado de una cat¨¢strofe", apunta Amadeo Jensana, de Casa Asia.
Para devolver la confianza a los mercados y atraer a nuevos inversores, el Gobierno de Pek¨ªn ha comprado acciones del Banco de China, del Banco Industrial y Comercial de China y del Banco de la Construcci¨®n de China, los tres mayores bancos comerciales del pa¨ªs. Aunque las cantidades son simb¨®licas -al menos en t¨¦rminos chinos-, la operaci¨®n no tiene precedentes y demuestra que las autoridades de Pek¨ªn est¨¢n dispuestas a mantener a toda costa la estabilidad en los mercados.
Como complemento a la operaci¨®n de apoyo al sistema, el Gobierno autoriz¨® a las empresas estatales a recomprar sus propias acciones sin necesidad de contar con autorizaci¨®n oficial. -
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