Al mundo le falta un tornillo

El negro Roberto Fontanarrosa (humorista), escribi¨®: "El problema no es la injusta distribuci¨®n de la riqueza, sino la generosa distribuci¨®n de la pobreza". Hoy, una parte de esa minor¨ªa de injustos poseedores, eleva sus mezquinas oraciones y ruegos para que el plan de salvaci¨®n de 700.000 millones de d¨®lares se haga realidad, no para aliviar el hambre del mundo, sino para salvar sus non sanctas econom¨ªas particulares. Ya no est¨¢ el gur¨² de las finanzas Milton Friedman para recordarles la m¨¢xima que el FMI aplica con todo rigor, en el saqueo, el genocidio de los pa¨ªses subdesarrollados: "Una econom¨ªa subsidiada jam¨¢s puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los respectivos intereses".

Los otros, los beneficiarios de esa generosa distribuci¨®n de pobreza, miramos ya indiferentes, qu¨¦ m¨¢s nos da que el plan de salvaci¨®n funcione o no, si el d¨ªa despu¨¦s con las actuales reglas continuaremos tan empobrecidos como el d¨ªa anterior. "El estanciero presume de gauchismo y arrogancia y cree que es extravagancia que su pe¨®n viva mejor, pero no sabe ese se?or que por su pe¨®n, tiene estancia", as¨ª lo explicaba Jorge Cafrune y es real, somos el motor que hace posible que el sistema funcione, pero ya estamos cansados de ser meros espectadores de este imp¨²dico fest¨ªn. Hoy s¨®lo esperamos ansiosos, por una cuesti¨®n de simple y elemental dignidad, el d¨ªa en que de acuerdo al culo sean los azotes.