Pacto muy lejano
Solbes y Montoro preparar¨¢n la 'cumbre' econ¨®mica entre Zapatero y Rajoy aunque el acuerdo es complicado
Poco a poco y con mucha cautela, la ideolog¨ªa ha llegado tambi¨¦n al debate sobre la manera de enfrentarse a la crisis econ¨®mica. A cuentagotas, evitando los grandes titulares, el PSOE y el PP han ido dejando claras sus diferencias. Si a ellas se suma el escaso inter¨¦s estrat¨¦gico que, seg¨²n fuentes de ambos partidos, tiene en este momento un gran pacto econ¨®mico que anular¨ªa el campo de choque natural entre derecha e izquierda, lo que queda es una batalla de imagen para ver qui¨¦n es menos pactista.
El lunes por la noche movi¨® ficha Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Llam¨® a Mariano Rajoy para citarle, sin fecha, en La Moncloa para hablar de econom¨ªa. Ayer, a primera hora, jug¨® Rajoy: "Yo no voy a Moncloa a hacerme la foto. Quiero una reuni¨®n preparatoria entre Solbes y Montoro para hablar en serio, de econom¨ªa". Moncloa respondi¨® r¨¢pido, y a primera hora de la tarde dio por hecha la reuni¨®n previa entre los dos m¨¢ximos responsables econ¨®micos de los dos bandos.
La pelea por ver qui¨¦n rompe la baraja contin¨²a. Y sin embargo, todos asumen que el pacto es imposible. Rajoy, instalado en su posici¨®n liberal en lo econ¨®mico -aunque sin llegar a los extremos de Esperanza Aguirre, la presidenta de Madrid, que ayer falt¨® a la conferencia econ¨®mica de su l¨ªder organizada por Europa Press despu¨¦s de haber confirmado su presencia- se moj¨® ayer mucho m¨¢s de lo habitual.
Una semana llevaba el PP mareando la perdiz sin decidir si apoyaba el plan de George Bush, que implica inyectar 700.000 millones de d¨®lares en la econom¨ªa y es la ant¨ªtesis de una pol¨ªtica liberal. S¨®lo ayer, despu¨¦s de que el plan fracasara en el Congreso de EE UU, Rajoy se moj¨® y reivindic¨® su liberalismo: "A m¨ª no me gusta que los contribuyentes tengan que pagar los excesos de otros. Probablemente, el plan que hab¨ªa planteado el presidente Bush no era una medida buena, pero no sabemos si otras medidas distintas eran una alternativa mejor. Lo que no se puede hacer es intervenir de matute, sin que la gente sepa lo que va a ocurrir", critic¨®.
Mientras, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se?al¨® la semana pasada que "comprende y respalda" el plan de rescate de Bush para hacer frente a una "circunstancia excepcional".
A¨²n m¨¢s evidentes son las diferencias en lo que tiene que ver con la crisis en Espa?a. En cuanto al mercado laboral, cuyas modificaciones han marcado en algunas ocasiones huelgas generales que han dividido ideol¨®gicamente al pa¨ªs, el PP tiene muy claro que hay que reformarlo para ayudar a las empresas y evitar que haya m¨¢s paro. Sin llegar a hablar claramente, como la CEOE, de abaratar el despido, Rajoy ha pedido una reforma consensuada, como la de 1997. Nada dice el l¨ªder del PP de la de 2002, ya con mayor¨ªa absoluta, que provoc¨® una huelga general. Mientras el PP quiere tocar los contratos, Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, ha descartado cualquier reforma laboral.
M¨¢s clara es a¨²n la diferencia en cuanto al gasto p¨²blico. El PP no se atreve a decirlo en p¨²blico, por el coste de opini¨®n que tendr¨ªa, pero en privado sus dirigentes plantean la necesidad de congelar salarios a los funcionarios. Los populares, en su ortodoxia liberal, est¨¢n en contra del d¨¦ficit del 1,5% que ha planteado el Gobierno para 2009, aunque insisten en que no recortar¨ªan de gastos sociales y no explican d¨®nde aplicar¨ªan la tijera. Las enmiendas a los Presupuestos, que se empezar¨¢n a preparar ahora, tal vez aclaren algo m¨¢s y dejen en evidencia las diferencias ideol¨®gicas aplicadas a la econom¨ªa.
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