Los fiscales alertan de la escalada de agresiones de hijos a padres

Ella estaba viendo la televisi¨®n cuando lleg¨® a casa. Su hijo le quit¨® el mando sin mediar palabra y cambi¨® de canal. Cuando ella pidi¨® que se lo devolviera porque estaba viendo un programa, ¨¦l agarr¨® el electrodom¨¦stico y lo arroj¨® por la ventana. Es uno de los casos que Teresa Gisbert, fiscal de menores entre 1992 y 2007, ha escuchado de madres desesperadas (cada vez m¨¢s) que acud¨ªan a la justicia exhaustas y deshechas para confesar entre l¨¢grimas que su hijo les pega, las maltrata, tira un televisor por la ventana en cuanto escuchan un "no".

En la mayor¨ªa de los hogares la v¨ªctima es la madre

La memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado recoge con "preocupaci¨®n" el aumento de las agresiones de hijos a padres e incluso a abuelos. El diagn¨®stico se realiza a partir de las memorias de cada fiscal¨ªa provincial de menores, que coinciden en este punto. La de M¨¢laga considera el incremento "alarmante". La de Lugo llama la atenci¨®n sobre un dato: 2007 es el primer a?o en que han visto m¨¢s v¨ªctimas progenitores (37) que hijos (23). El fiscal jefe de Zamora manifiesta su preocupaci¨®n por este "fen¨®meno nuevo, cuyo crecimiento se produce en r¨¦gimen de progresi¨®n geom¨¦trica, y que si el a?o pasado ofreci¨® siete casos, el actual ha presentado hasta 15". Y a?ade que m¨¢s preocupante a¨²n es saber que la mayor¨ªa de los agresores tiene entre 14 y 16 a?os.

Los expertos consultados por este peri¨®dico coinciden en que las cifras de denuncias est¨¢n todav¨ªa lejos de la realidad porque, aunque ahora se repita m¨¢s la escena del padre que, rendido, acude a un juez de menores para decir que no puede m¨¢s, la mayor¨ªa sigue sinti¨¦ndose incapaz de denunciar a su propio hijo.

"Despu¨¦s de la p¨¦rdida de un hijo, denunciarle es el mayor desgarro que puede sufrir un padre. Equivale a un sentimiento de fracaso absoluto, unido a otro muy fuerte de impotencia. No suelen denunciar a su hijo porque tienen miedo a que otros familiares no lo entiendan; a que los amigos les pregunten, a que al salir del centro donde han internado a su hijo, se le vuelva en contra", explica Javier Urra, primer defensor del menor de Madrid y psic¨®logo de la Fiscal¨ªa del Menor.

La experiencia ha ense?ado a los fiscales que no hay un perfil muy definido para el menor que agrede a sus padres. No es decisivo el nivel socioecon¨®mico ni el pa¨ªs de procedencia. Tienen entre 14 y 17 a?os. Y ¨²ltimamente, han aumentado las chicas, aunque ellas ejercen la violencia familiar de otra manera. "De cada diez casos, tres son ni?as. No suelen utilizar la violencia f¨ªsica, pero ejercen una resistencia m¨¢s sutil, se escapan de casa, insultan...", explica Gisbert.

En la mayor¨ªa de los hogares, la agredida es la madre. "El padre no suele enterarse porque la madre lo oculta". El agresor suele ser "hijo ¨²nico, o el hermano peque?o en un hogar que los mayores ya han abandonado", a?ade Urra.

?Por qu¨¦ ocurre? ?Qu¨¦ hace que un adolescente ataque a su madre? "El ni?o no nace tirano", explica Urra. "Pero si no se le ponen l¨ªmites, si cree que s¨®lo tiene derechos, se convierte en un tsunami imparable. Primero desvalijan la nevera, luego se niegan a ir a la escuela o lo rompen todo en cuanto escuchan un no. Influyen muchos factores: madres que no quieren a sus parejas y vuelcan todo su amor en el hijo -"t¨² eres mi tesoro"-; separaciones mal llevadas en las que el padre, por ejemplo, pone al chaval en contra de la ex -'no le hagas caso a tu madre, que s¨®lo dice tonter¨ªas'- el rato que pasa con ¨¦l el fin de semana... Cuando un ni?o llega tan alto es porque alguien le ha dejado subirse ah¨ª".

Las diferentes fiscal¨ªas a?aden las adicciones a alg¨²n tipo de sustancia estupefaciente, el alcoholismo, situaciones de exclusi¨®n y problemas mentales. "Hay casos de chicos que padecen alg¨²n trastorno mental que nunca deber¨ªan haber terminado en la fiscal¨ªa. Con prevenci¨®n y tratamiento se hubieran evitado, pero ni la sanidad ni los servicios sociales tienen medios", explica Gisbert. La Memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado recoge la queja de varias fiscal¨ªas de menores que reconocen tener equipos "insuficientes" para llevar a cabo su trabajo.

En la mayor¨ªa de los casos de agresiones de hijos a padres se acord¨® la medida de privaci¨®n de libertad, con lo que los menores fueron ingresados en centros donde pasan entre seis meses y dos a?os aprendiendo a manejar la ira y donde terminan, quiz¨¢, intuyendo el enorme sufrimiento que han causado a sus padres.

Es capital que el menor agresor pase por ese proceso. De su rehabilitaci¨®n, depende mucho m¨¢s que el bienestar de una familia. "La violencia de hijos a padres es un fen¨®meno mucho m¨¢s peligroso que cualquier otro tipo de violencia. Ese agresor estable, que ha perdido la capacidad de empat¨ªa, que es el bully en el colegio, est¨¢ dando un salto muy importante cuando agrede a un adulto. Est¨¢ alterando todo el sistema por el cual los adultos son los encargados de cuidar y proteger. Y son da?os muy dif¨ªciles de revertir", advierte Rosario Ortega, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa y experta en violencia infantil y juvenil.

Si agrede en el colegio, agredir¨¢ en casa y tiene todas las papeletas para terminar agrediendo tambi¨¦n a su pareja, admiten los expertos.