Los desfiles de Par¨ªs buscan soluciones
Los creadores enfrentan la coyuntura econ¨®mica en los primeros compases de la semana de la moda
M¨¢s que colores y tendencias, lo verdaderamente fascinante de las colecciones que desfilan estos d¨ªas en Par¨ªs para el verano 2009 es la variedad de respuestas que presenta la industria -enrarecida, pero industria al fin- ante la particular coyuntura econ¨®mica. Frente a un sistema capitalista acelerado y amenazado de recesi¨®n global, las primeras 72 horas de los desfiles de Par¨ªs han logrado presentar dos respuestas tan diametralmente opuestas como v¨¢lidas.
A primera hora de ayer martes el dise?ador franc¨¦s Nicolas Ghesqui¨¨re confirm¨® nuevamente su singular visi¨®n de la mujer Balenciaga. En el showroom que la firma gala -propiedad del grupo PPR- ocupa cada temporada en el barrio de Saint Germain, no fueron miles de flores las que sirvieron de decoraci¨®n (como fue el caso un a?o atr¨¢s) sino inquietantes instalaciones de ne¨®n plata. Una moqueta con motivos de geom¨¦tricos circuitos integrados sent¨® la t¨®nica para una colecci¨®n que posiblemente ser¨¢ recordada dentro de diez a?os como seminal.
Nicolas Ghesqui¨¨re confirm¨® su particular visi¨®n de la mujer Balenciaga
Margiela celebra su 20? aniversario reinterpretando los c¨®digos de la casa
Ignorando rotundamente las presiones econ¨®micas que acechan a los dise?adores del siglo XXI, Ghesqui¨¨re apost¨® por una m¨¦lange de inspiraciones que se sintetiz¨® en una silueta artificial y futurista.
Las chaquetas en organza metalizada rindieron homenaje a la t¨¦cnica de plis¨¦e soleil que hizo famoso a Capucci. Los trajes severos y minimalistas de l¨²rex en tonos carne hicieron referencia al Planeta de las mujeres prehist¨®ricas, el filme que Peter Bogdanovich rod¨® en 1968. Un remix superlativamente electr¨®nico de Hunter, la inquietante canci¨®n de Bj?rk, sirvi¨® de acondicionamiento perfecto para los zapatos tecno que se fund¨ªan en medias. La respuesta de Balenciaga ante el fantasma de la recesi¨®n revela la estrategia que Ghesqui¨¨re ha mantenido sin fisuras durante m¨¢s de una d¨¦cada. No se trata de acercarse a las necesidades de las clientas sino de generar el deseo del consumo.
La estrategia del creador gibraltarino John Galliano para Dior es, cabr¨ªa decir, exactamente la opuesta. La marca francesa -conocida como el caballo de batalla del gigante conglomerado de lujo LVMH Mo?t Hennessy-Louis Vuitton- se ha consagrado gracias a Galliano en estandarte de una sexualidad abierta y rebosante de vida. Para el pr¨®ximo verano, a un nivel posiblemente subconsciente, el director creativo de la casa arranc¨® su segunda d¨¦cada de creaci¨®n en Dior con un subliminal homenaje al creador tunecino Azzedine Ala?a. Los vestidos de punto en colores desnudos, el uso del punto stretch y el declarado ¨¦nfasis de las curvas de la mujer no son c¨®digos tradicionales de Galliano sino las se?as de identidad que hicieron de Ala?a un favorito de las amazonas de la d¨¦cada de los ochenta. Pero lo que s¨ª fue cien por cien Galliano fue la introducci¨®n del pecho c¨®nico, las chaquetas con formas de corset y los colores estridentes como el naranja africano y el rosa el¨¦ctrico.
En estos d¨ªas, tambi¨¦n se han visto en Par¨ªs los dise?os de Vivienne Westwood, Ann Demeulemeester y Yohji Yamamoto. Aunque las celebraciones -del 20 aniversario- han corrido a cargo de Maison Martin Margiela, a base de la reinterpretaci¨®n de los c¨®digos caracter¨ªsticos de la casa belga: las prendas agigantadas, el trampantojo o la deconstrucci¨®n.
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