Terror y monserga
Voy a ser imprudente, aunque tratar¨¦ de justificar mi atrevimiento. Me he mantenido al margen del reciente Festival de Cine donostiarra y no he visto la pel¨ªcula de Jaime Rosales, Tiro en la cabeza; sin embargo, voy a hablar de ella. En realidad, no voy a hablar de esa pel¨ªcula que no he visto. No, mi intenci¨®n es abordar el concepto, su estrategia formal b¨¢sica, o algunos aspectos de ¨¦sta que me resultan interesantes. Me situar¨¦, pues, antes de su realizaci¨®n, apoy¨¢ndome para ello en algunas declaraciones de su director. Tiro en la cabeza es una pel¨ªcula en la que no se habla, o en la que no se oye lo que hablan sus personajes. Es, sin embargo, una pel¨ªcula realizada para dar que hablar. Hay una ch¨¢chara previa a la pel¨ªcula y una ch¨¢chara posterior a ella. La primera tampoco se oy¨®, aunque es en ella en la que yo me emplazo, y lo hago vali¨¦ndome de la ch¨¢chara posterior.
La ideolog¨ªa del terrorismo puede parecernos absurda, pero no podemos obviarla al explicar ese fen¨®meno
Ignoro si Jaime Rosales ten¨ªa claro lo que quer¨ªa cuando se propuso realizar la pel¨ªcula. Los procesos creativos son complejos y no nacen armados de una vez, y ¨¦l mismo ha declarado, refiri¨¦ndose al momento del rodaje, haberse sentido en el acto de la creaci¨®n. Lo que s¨ª parece que ten¨ªa claro es c¨®mo iba a hacerla: ser¨ªa muda y rodada con teleobjetivo. Supongo que brot¨® de una intuici¨®n, surgida tras el crimen etarra que le sirvi¨® de inspiraci¨®n. Fue un golpe at¨ªpico, ya que no parece que estuviera planificado: un asesinato espont¨¢neo y a sangre fr¨ªa. Es ese car¨¢cter at¨ªpico el que puede ofrecernos una luz para realizar algo novedoso sobre un tema trillado; o bien, pueda ser que ese hecho at¨ªpico nos salga al encuentro, es decir, nos ofrezca una oportunidad para dar forma a algo que ya nos rondaba en la mente. En el segundo caso, no podremos presentarnos v¨ªrgenes de adherencias ideol¨®gicas.
Hay dos motivos insistentes en las declaraciones de Jaime Rosales que, en mi opini¨®n, construyen una especie de c¨ªrculo vicioso. El primero de ellos hace referencia a la desideologizaci¨®n que realiza su pel¨ªcula del acto criminal, present¨¢ndolo como un encadenamiento de "hechos ininteligibles que s¨®lo se podr¨ªan entender d¨¢ndoles una lectura ideol¨®gica", lectura que ¨¦l se abstiene de ofrecer, y sanciona: "si la ideolog¨ªa hace inteligible algo absurdo, es que la ideolog¨ªa es absurda". Nos enfrentamos, pues, a un hecho absurdo en su desnudez misma, un hecho que comporta una actuaci¨®n humana. Y ah¨ª entra el segundo motivo, el de la necesidad por entender al ser humano: "hay que comenzar considerando al otro extremo, al terrorista que roza lo inhumano, pero que tambi¨¦n comporta puntos de similitud con nosotros". Desideologizado y convertido en agente de un acto absurdo, el terrorista se nos vuelve humano, demasiado humano. Con esas premisas, la pel¨ªcula de Rosales no s¨¦ si se carga ella de ideolog¨ªa, pero s¨ª es evidente que trata de incidir en el actual debate pol¨ªtico sobre el terrorismo, o sobre los terroristas. S¨®lo que, presentado de esa forma, el terrorista deja de serlo.
El terrorismo es fundamentalmente discurso, o ideolog¨ªa, o monserga, si as¨ª lo prefieren. Nace de un discurso previo, se alimenta de ¨¦l y lo alimenta con sus actos. Y es un discurso ciego, de ah¨ª que resulte tan dif¨ªcil que un terrorista se arrepienta de sus cr¨ªmenes. No se ve como un criminal, se ve como un justiciero, y sus cr¨ªmenes siempre tienen sentido. Es posible que su ideolog¨ªa nos parezca absurda, pero no podemos obviarla al explicar ese fen¨®meno, ya que es ella la que genera al terrorista, que, por supuesto, puede ser cualquiera de nosotros -?cu¨¢ntos cualquiera de nosotros conocemos en esta tierra que acabaron cayendo en el terror?-. No viene despu¨¦s de, como instancia explicativa, sino que est¨¢ antes del crimen. Y puede ser tan persuasiva como para acabar permeando lo que pretende ser su ant¨ªdoto.
?No es algo as¨ª lo que le ocurre a Ibarretxe? No, la lucha ideol¨®gica es demasiado importante para acabar con el terror, y no podemos dejarnos persuadir por ninguna pel¨ªcula muda que nos invite a obviarla.
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