El modelo en tela de juicio
La alegr¨ªa ante la crisis del capitalismo democr¨¢tico de EE UU es peligrosa. Esta semana, mientras las demandas de la democracia chocaban con las del mercado, el primer ministro chino sonre¨ªa
Con un lunes de debacle (29 de septiembre) detr¨¢s de otro lunes de debacle (15 de septiembre), la monta?a del capitalismo estadounidense est¨¢ cambiando delante de nuestros propios ojos. Como con el Krakatoa, nadie sabe qu¨¦ aspecto tendr¨¢ cuando terminen las erupciones.
"El capitalismo democr¨¢tico es el mejor sistema jam¨¢s concebido", dijo el presidente George Bush a los estadounidenses en un solemne discurso televisado la semana pasada con el que trataba de obtener el apoyo del Congreso a un paquete de rescate valorado en 700.000 millones de d¨®lares para salvar "toda nuestra econom¨ªa". Sin embargo, el lunes, cuando la C¨¢mara de Representantes rechaz¨® el plan e hizo que el ¨ªndice Dow Jones perdiera 1,2 billones de d¨®lares en valor de mercado en un solo d¨ªa, la democracia se estrell¨® contra el capitalismo. Para ser m¨¢s exactos: las demandas de la versi¨®n estadounidense contempor¨¢nea de la democracia chocaron con las de la versi¨®n estadounidense contempor¨¢nea del capitalismo.
Wen Jiabao ilustra su argumento con una referencia a las dos principales obras de Adam Smith
Cuando todo pase, el papel del Estado en la econom¨ªa de EE UU puede parecerse m¨¢s al de pa¨ªses europeos
Un dato crucial es que fueron los republicanos de la C¨¢mara los que desafiaron el llamamiento de su presidente. Para algunos, la decisi¨®n fue ideol¨®gica. Estaban dispuestos a morir antes que votar a favor de una expansi¨®n del papel econ¨®mico del Gobierno, que consideran que equivale al socialismo. No, al bolchevismo. Veamos qu¨¦ dijo el representante Thaddeus McCotter, de Michigan -presidente del Comit¨¦ pol¨ªtico de los republicanos en la C¨¢mara y copatrocinador, hace unos meses, de una resoluci¨®n que instaba al presidente a designar 2008 como "el A?o Nacional de la Biblia"-, seg¨²n consta en las Actas del Congreso del debate del lunes:
"Es una dura elecci¨®n, que ya plante¨® en un libro Dostoievski. En Los hermanos Karamazov, el gran inquisidor se acerc¨® a Jes¨²s y le dijo: 'Si quieres someter a la gente, dale milagros, misterio y autoridad; pero, sobre todo, dale pan'. Siempre ha existido, especialmente en una crisis, la tentaci¨®n de sacrificar la libertad a cambio de promesas de prosperidad a corto plazo, y no fue casual que, durante la Revoluci¨®n bolchevique de 1917, el lema fuera 'paz, tierras y pan'. Hoy nos piden que escojamos entre el pan y la libertad. Me parece que las personas corrientes han dicho que prefieren su libertad, y yo estoy con ellas".
El Jes¨²s corriente y moliente contra el rescate bolchevique de Dostoievski. ?Qui¨¦n fue el que dijo que la realidad estadounidense es m¨¢s poderosa que su ficci¨®n?
Que todo haya ocurrido en medio de unas elecciones presidenciales no ha ayudado. Ambas partes pretendieron no estar haciendo pol¨ªtica partidista mientras hac¨ªan pol¨ªtica partidista. Pero lo principal es que los congresistas que votaron en contra -tanto dem¨®cratas como republicanos- ten¨ªan miedo de perder sus esca?os. Todos se presentan a la reelecci¨®n el 4 de noviembre, el mismo d¨ªa de la elecci¨®n del presidente. Casi todos hab¨ªan recibido una avalancha de correos electr¨®nicos y llamadas en los que se expresaba la ira de los ciudadanos porque los responsables en Wall Street y Washington iban a librarse de las consecuencias (incluidos muchos de los propios republicanos de la C¨¢mara, hasta ayer). Tonter¨ªas, pueden decir ustedes. Eso es hacer pol¨ªtica mezquina y no tener verdadera visi¨®n de estadistas, suspirar¨¢n. Y quiz¨¢ tengan raz¨®n. Pero no me digan que esto no es democracia, un sistema en el que la gente escoge a sus representantes.
?Por qu¨¦ reaccionaron tantos ciudadanos corrientes de esa forma? La primera reacci¨®n de la mayor¨ªa de los europeos ser¨ªa: ?Estado, corre al rescate! Pero esto es Estados Unidos, donde los g¨¦iseres de populismo anti-Washington y anti-Wall Street surgen de profundas fuentes hist¨®ricas. Y es el Estados Unidos de principios del siglo XXI, en el que los ricos son cada vez m¨¢s ricos y los pobres cada vez m¨¢s pobres, mientras que la clase media -a cuya situaci¨®n hace eficaz referencia Barack Obama- lo pasa mal para salir adelante. Entre los ricos que se han hecho m¨¢s ricos est¨¢ el arquitecto del primer plan de rescate, el secretario del Tesoro Henry Hank Paulson, ex consejero delegado de Goldman Sachs, cuyas acciones en la empresa, al parecer, se valoraron en 2006, en el momento de venderlas, en unos 500 millones de d¨®lares.
Escribo estas l¨ªneas el mi¨¦rcoles, mientras la C¨¢mara de Representantes est¨¢ en receso por la festividad de Rosh Hashanah, el primero de los 10 d¨ªas de arrepentimiento en el calendario jud¨ªo. Cuando ustedes lean este art¨ªculo, es posible que la C¨¢mara se haya arrepentido y est¨¦ dispuesta a aprobar una versi¨®n revisada y aprobada en el Senado del proyecto de ley. Quiz¨¢ eso baste para restaurar la confianza y hacer que los bancos vuelvan a conceder pr¨¦stamos, y podremos evitar otra Gran Depresi¨®n. O quiz¨¢ no. Veremos.
Aunque as¨ª sea, sigue pendiente la cuesti¨®n del capitalismo democr¨¢tico. Hace un cuarto de siglo, hacia el comienzo de lo que luego se llam¨® la revoluci¨®n de Reagan, el te¨®rico social cat¨®lico Michael Novak, estadounidense, public¨® un influyente libro titulado The spirit of democratic capitalism. Afirmaba que el capitalismo es "compatible s¨®lo con la democracia". "Aunque algunas formas bastardas de capitalismo parecen poder subsistir sin democracia durante un tiempo". Escrib¨ªa Novak: "La l¨®gica natural del capitalismo lleva a la democracia". Y el verdadero capitalismo requiere virtudes morales como "templanza y prudencia, fortaleza y justicia".
Estamos en 2008 y el capitalismo antidemocr¨¢tico de China parece un bastardo de lo m¨¢s pr¨®spero. Es m¨¢s, sus l¨ªderes aseguran que encarna algunas de las virtudes que especifica Novak para el capitalismo democr¨¢tico, y que parecen haber estado espectacularmente ausentes del modelo estadounidense en los ¨²ltimos tiempos. ?Templanza! ?Prudencia! ?Justicia! En una fant¨¢stica entrevista concedida hace poco a Fareed Zakaria, que puede verse en cnn.com, el primer ministro chino, Wen Jiabao, asegura que China combina una econom¨ªa de mercado con la direcci¨®n macroecon¨®mica del Gobierno. Lo asombroso es que ilustra su argumento con una referencia a las dos principales obras de Adam Smith. La riqueza de las naciones, dice Wen, destaca la necesidad de la mano invisible del mercado, y su Teor¨ªa de los sentimientos morales muestra la necesidad de la mano visible del Gobierno para poder tener igualdad social y un desarrollo armonioso. (Queda claro que hay un brillante futuro para el disc¨ªpulo de Adam Smith Gordon Brown, cuando deje de ser primer ministro brit¨¢nico: ser asesor del Partido Comunista Chino).
La realidad, por supuesto, es que China tiene enormes desigualdades y una corrupci¨®n masiva, y la afirmaci¨®n de que su modelo de capitalismo sin democracia -la de verdad, quiero decir, no s¨®lo la etiqueta- es una alternativa mejor, m¨¢s duradera y m¨¢s ¨¦tica, puede acabar siendo una chorrada. Aunque el primer ministro Wen explica su posici¨®n con m¨¢s elocuencia que el presidente Bush, creo que Bush tiene m¨¢s probabilidades de tener raz¨®n. Parafraseando a Winston Churchill, el capitalismo democr¨¢tico es el peor sistema posible, aparte de todos los dem¨¢s que se han probado en distintas ocasiones.
Pero el capitalismo democr¨¢tico, ahora, est¨¢ en tela de juicio. Se enfrenta a enormes problemas internos y a una competencia temible. Por suerte, existen muchas variantes del capitalismo democr¨¢tico, no s¨®lo la que est¨¢ en plena erupci¨®n. Para algunos europeos resultar¨¢ tentador decir: "?Ah, si los estadounidenses hubierais adoptado nuestra versi¨®n simp¨¢tica, humana e igualitaria del capitalismo socialdem¨®crata!". No hay duda de que, cuando la tormenta haya pasado y la lava haya dejado de correr, es muy posible que el papel del Estado en la econom¨ªa estadounidense se parezca m¨¢s al que tiene en algunos pa¨ªses europeos. Ahora bien, frente a cualquier proclamaci¨®n de superioridad europea no podemos olvidarnos de que casi todas las econom¨ªas europeas est¨¢n tratando desesperadamente de generar empleo, innovaci¨®n y creaci¨®n de empresas (entrepreneurship, un t¨¦rmino que procede del franc¨¦s, pero que designa una actividad completamente norteamericana) a un ritmo como el que ha tenido la econom¨ªa estadounidense durante gran parte de este cuarto de siglo. Y, en cualquier caso, no hay un modelo europeo, sino muchos distintos, adem¨¢s de otras variantes en otros pa¨ªses. ?sa es una virtud, la virtud del pluralismo.
El reto al que se enfrenta hoy la democracia estadounidense es nada menos que el de demostrar que puede reformar todo su modelo de capitalismo democr¨¢tico para mejorarlo. Roguemos para que as¨ª sea.
www.timothygartonash.com. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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