Mohamed VI ataca al islamismo radical
El rey de Marruecos impulsa una reforma religiosa para frenar el integrismo
Mohamed Ben Aberrahman al Maghraoui, un te¨®logo extremista marroqu¨ª, emiti¨® desde Marraquech, a principios de septiembre, una fetua (edicto isl¨¢mico) en la que "legalizaba" el matrimonio de ni?as, a partir de los nueve a?os, con hombres adultos porque "dan con frecuencia un mejor resultado que una joven de 20 a?os".
La m¨¢s alta autoridad religiosa, el Consejo Superior de los Ulemas, los sabios del islam que preside el rey Mohamed VI, tard¨® tres semanas en reaccionar. A finales del mes pasado denunci¨® a ese "agitador y mistificador al que nadie debe conceder la m¨¢s m¨ªnima atenci¨®n".
Las autoridades han reprendido al te¨®logo que loa las bodas con ni?as
Un nuevo consejo de ulemas aspira a controlar a los emigrantes
Este episodio y otros parecidos han incitado al monarca alau¨ª, que es tambi¨¦n el jefe espiritual de los musulmanes marroqu¨ªes, a anunciar desde Tetu¨¢n, al final del Ramad¨¢n, la puesta en marcha de una segunda reforma religiosa. Su objetivo: "premunir la fe y la identidad marroqu¨ªes de veleidades integristas".
La primera revisi¨®n del ¨¢mbito religioso la hizo en 2004, el a?o de los atentados islamistas de Casablanca. Consisti¨® en reestructurar el Ministerio de Asuntos Religiosos y en poner bajo control los 41.755 lugares de culto, de los que el 30% son grandes mezquitas. En muchos de ellos predicaban imanes radicales.
Aun as¨ª Marruecos padece la "infiltraci¨®n de ideas que perturban a las buenas gentes", reconoci¨®, el mi¨¦rcoles en televisi¨®n, Ahmed Toufiq, ministro de Asuntos Religiosos. Basta con darse una vuelta a la puerta de las mezquitas y comprobar qu¨¦ DVD y libros sobre la yihad (guerra santa) o las mujeres ofrecen vendedores barbudos vestidos a menudo a la afgana.
Se constata, explica Mohamed Darid, profesor de ciencias pol¨ªticas de la Universidad de Mohamedia, "un auge del salafismo y tambi¨¦n avanza la corriente chi¨ª en el este y norte del pa¨ªs y entre los marroqu¨ªes en el extranjero". A diferencia de Argelia, en Marruecos la radicalizaci¨®n de amplios sectores no genera terrorismo.
Para combatir el fen¨®meno, el soberano anunci¨® que se implantar¨¢n consejos regionales y provinciales de ulemas, hasta un total de 69, "para fortalecer la seguridad espiritual" y preservar la doctrina religiosa, "la de un Islam sun¨ª y tolerante".
El soberano ha establecido adem¨¢s un nuevo ¨®rgano, "el ¨²nico habilitado a emitir fetuas". "Nuestro objetivo es resguardar esta prerrogativa interpretativa de los intrusos y dem¨¢s impostores que se colocan al margen del marco religioso institucional", subray¨®. La alusi¨®n al te¨®logo defensor de las bodas infantiles es evidente.
Los ulemas supervisar¨¢n un programa de "puesta al d¨ªa de imanes" para que sepan dirigirse a los fieles en un lenguaje sencillo y comprensible. "Es una pol¨ªtica religiosa de proximidad", asegura Darif. Remunerados por el Estado, los imanes ser¨¢n incluidos en la Seguridad Social.
Mohamed VI lleva su af¨¢n por el control del islam m¨¢s all¨¢ de las fronteras. En Tetu¨¢n anunci¨® la instauraci¨®n de un consejo de ulemas para los 3,2 millones de marroqu¨ªes en el extranjero. Se trata de "promover una cierta apertura que tenga en cuenta las especificidades religiosas y culturales de esta comunidad" expatriada. El consejo dispondr¨¢ de una web, de una publicaci¨®n y tel¨¦fonos para que los inmigrantes puedan hacer consultas e informarse de sus recomendaciones.
Ser¨¢ presidido por Taher Tijkani, de 54 a?os, vicepresidente de la Alianza Isl¨¢mica en B¨¦lgica, y contar¨¢ con 18 miembros. Abdesalam Ghezouani, im¨¢n de Bilbao, y Abdelhamid Lahmidi, de Figueres podr¨ªan ser los designados para Espa?a, que alberga a 600.000 inmigrantes procedentes de Marruecos.
El pasado Ramad¨¢n, Rabat dio ya otro paso para preservar su influencia sobre la emigraci¨®n marroqu¨ª. Envi¨® a 176 predicadores (167 hombres y 9 mujeres) para "guiarla espiritualmente" durante el mes del ayuno, que este a?o fue en septiembre. Se repartieron por las principales mezquitas frecuentadas por marroqu¨ªes. En Espa?a se instalaron tan s¨®lo siete. Pero los l¨ªmites de esta iniciativa quedaron de manifiesto cuando, al finalizar el mes, regresaron a Marruecos. El monarca consider¨® entonces que hace falta presencia permanente.
El empe?o por controlar a la emigraci¨®n -"ponerla a salvo de tentaciones radicales", seg¨²n Rabat- tiene otra vertiente puesta de manifiesto en septiembre en los Pa¨ªses Bajos con el esc¨¢ndalo destapado por el programa televisivo Nova. Revel¨® que un sargento de la polic¨ªa, de origen marroqu¨ª, hab¨ªa sido expulsado del cuerpo tras descubrirse que trabajaba para el servicio secreto marroqu¨ª, que le reclut¨® para que le proporcionara datos sobre la inmigraci¨®n.
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