Antonio L¨®pez Eire, maestro y helenista

V¨ªctima de un accidente de tr¨¢fico, el 21 de septiembre fallec¨ªa a los 64 a?os, en plena actividad cient¨ªfica y docente, Antonio L¨®pez Eire, catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Griega desde 1972, primero en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y luego en la de Salamanca de 1975. Se hab¨ªa formado en esta ciudad bajo el magisterio de Mart¨ªn Ruip¨¦rez, de quien aprendi¨® el rigor que debe presidir el quehacer del investigador universitario. Era un extraordinario conocedor de la lengua griega y un consumado pol¨ªglota en lenguas de nuestro tiempo.

Resulta prodigiosa la enorme variedad de temas y ¨¦pocas que abarc¨® en su labor investigadora, siempre con originalidad y capacidad para sorprender e innovar: dialectolog¨ªa griega, lengua de la tragedia y la comedia, po¨¦tica, oratoria y ret¨®rica, estoicismo, epistolograf¨ªa, publicidad y comunicaci¨®n, son s¨®lo algunos de los temas en los que sobresali¨®. En una ¨¦poca de especialistas de campos cada vez m¨¢s min¨²sculos, integr¨® en un conjunto coherente los estudios de ling¨¹¨ªstica, historia de la literatura, mitolog¨ªa, filosof¨ªa, ret¨®rica y teor¨ªa de la comunicaci¨®n. Cubri¨® todo el espectro temporal del mundo antiguo, de la ¨¦poca mic¨¦nica a Libanio (siglo IV despu¨¦s de Cristo). En todos estos terrenos alcanz¨® gran reconocimiento internacional y recib¨ªa constantes invitaciones de universidades europeas y americanas, con las que estableci¨® una red muy fruct¨ªfera para proyectar nuestra filolog¨ªa cl¨¢sica en el exterior.

Sus conferencias resultaban provocativas e innovadoras

Busc¨® siempre, gracias a un caudal de lecturas variad¨ªsimo, entroncar el mundo antiguo con puntos de vista de nuestra ¨¦poca: la dialectolog¨ªa con la socioling¨¹¨ªstica, la po¨¦tica antigua con la teor¨ªa literaria actual, la ret¨®rica cl¨¢sica con el mundo de la comunicaci¨®n y la publicidad. Fue fundador de Logo (Asociaci¨®n Espa?ola de Estudios sobre Lengua, Pensamiento y Cultura Cl¨¢sica).

Supo revitalizar y actualizar los textos cl¨¢sicos para los lectores de nuestros d¨ªas: Homero, Arist¨®fanes, Dem¨®stenes, Arist¨®teles, Diosc¨®rides son algunos de los autores que se han beneficiado de traducciones memorables, llenas de vida y vigor.

Aparte de su ingente actividad investigadora, era un gran comunicador, como docente universitario y como divulgador ante auditorios no especializados a los que cautivaba con una excepcional elocuencia. Adem¨¢s de muy instructivas, sus conferencias resultaban divertidas, provocativas e innovadoras. Esta cualidad era bien conocida y explotada por quienes se quer¨ªan asegurar el ¨¦xito de p¨²blico en cualquier acto acad¨¦mico. Los que conviv¨ªamos con ¨¦l sab¨ªamos que su secreto, m¨¢s all¨¢ de su capacidad oratoria, radicaba en el estudio y muchas horas de preparaci¨®n.

Fue un gran universitario y supo formar equipos. Siempre respet¨® la libertad de quienes trabaj¨¢bamos bajo su magisterio. Hay disc¨ªpulos suyos en muchos institutos y universidades: Barcelona, Valencia, Murcia, La Rioja, Co¨ªmbra, M¨¦xico y, por supuesto, Salamanca. Con ¨¦l aprendimos mucho griego y, sobre todo, disfrutamos de la generosidad de su amistad. Salamanca y la filolog¨ªa cl¨¢sica han perdido a uno de sus grandes maestros.