La revoluci¨®n del regreso a casa
Los pa¨ªses africanos son muy conscientes del poder de su gente en la di¨¢spora (se calcula que son cien millones de personas) y de los beneficios de su retorno. Muchos de ellos han iniciado campa?as para la vuelta a casa de sus expatriados, en forma de foros o encuentros, "pero hay que hacerlo con mayor fuerza", opina Martine Schaffer, responsable de Homecoming Revolution (Revoluci¨®n del Regreso a Casa), una organizaci¨®n que facilita el retorno a Sur¨¢frica de sus ciudadanos, principalmente desde el Reino Unido, EE UU, Australia, Nueva Zelanda o Canad¨¢.
Schaffer considera que "el cambio global de la percepci¨®n hacia ?frica, con pases en vals de desarrollo, que supone la apertura de nuevos mercados, con 900 millones de potenciales consumidores y nuevas oportunidades, facilita mucho el retorno de los expatriados". Homecoming Revolution es muy activa en el Reino Unido, donde se calcula que viven m¨¢s de medio mill¨®n de surafricanos, y Schaffer considera que su pa¨ªs se encuentra en una posici¨®n m¨¢s competitiva que el resto de ?frica para atraer a su di¨¢spora. "Las oportunidades de negocio est¨¢n ah¨ª, la calidad de vida, la calidad de la ense?anza...", dice.
La organizaci¨®n ha contactado desde su creaci¨®n, en 2003, con 10.000 surafricanos, de los que un 30% ha regresado al pa¨ªs. Aunque Schaffer recuerda que el crimen en Sur¨¢frica, con el mayor n¨²mero de muertes violentas del mundo en un pa¨ªs sin conflicto b¨¦lico, es una de las principales objeciones de los expatriados para su retorno.
El nigeriano Babatunde Ogunnaike, profesor de ingenier¨ªa qu¨ªmica (Universidad de Delaware, EE UU) e invitado a Nigeria y Sur¨¢frica en el pasado mes para impartir clases, comenta: "Son muchos los factores que motivan la fuga de cerebros y son muchos los que hay que solucionar para que vuelvan".
Ogunnaike, despu¨¦s de formarse en EE UU, regres¨® a su pa¨ªs de origen entre 1982 y 1988, pero la situaci¨®n social, econ¨®mica y acad¨¦mica de Nigeria entonces motiv¨® su vuelta a Am¨¦rica. "No todo es facilitar un buen trabajo y un buen salario al profesional. Yo pensaba tambi¨¦n en la educaci¨®n de mis hijos, en la calidad de la ense?anza en uno y otro lugar", asegura. Ogunnaike regresa siempre que puede a ense?ar en pa¨ªses africanos. "Lo hacemos muchos", dice, "y puede que no en esta generaci¨®n, pero en la pr¨®xima, si las condiciones son adecuadas, podemos convencer a los profesionales de que no es necesario que abandonen sus pa¨ªses".
La creaci¨®n de redes de profesionales para intercambio de conocimientos a trav¨¦s de Internet est¨¢ a la orden del d¨ªa. Tambi¨¦n utiliz¨® la Red la brit¨¢nica de padres nigerianos Titilola Banjoko para crear su empresa, Find a Job in Africa, que conecta a empleadores en ?frica con potenciales empleados en la di¨¢spora.
Se calcula que los nigerianos en el extranjero, la gran mayor¨ªa residentes en EE UU, env¨ªan 1.400 millones de euros al a?o, lo que ha forzado a una adaptaci¨®n del sistema bancario y permitir a los expatriados abrir cuentas corrientes no s¨®lo para enviar fondos a sus familias, sino para invertir en negocios en el pa¨ªs, comprar casas o ayudar a proyectos solidarios.
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