"Hay que evitar que el 'narco' tome las calles"
El d¨ªa que Margarita Zavala entr¨® en este lugar lleno de ¨¢rboles y de ardillas acompa?ada de sus hijos -que entonces ten¨ªan cuatro, ocho y nueve a?os-, les advirti¨®: "Ustedes han prestado a su pap¨¢ como presidente de M¨¦xico, y eso significa algunos cambios, como vivir en esta casa, pero no se olviden de que una casa la hace una familia. Hay que vivir con sencillez, porque la vida es m¨¢s f¨¢cil si se vive de forma sencilla y austera".
-Han pasado ya dos a?os. ?Este lugar cambia a quienes lo habitan? En Espa?a hay antecedentes de que La Moncloa s¨ª...
-A lo mejor le respondo a eso despu¨¦s de 2012. Se la guardo, le guardo esa pregunta...
La cita es muy temprano, en la residencia presidencial de Los Pinos. Margarita Zavala (Ciudad de M¨¦xico, 1967) ofrece caf¨¦ y pastas, que se quedar¨¢n sobre la mesa orillados por la conversaci¨®n. La esposa de Felipe Calder¨®n es abogada y fue diputada del Partido de Acci¨®n Nacional hasta que su marido inici¨® la campa?a que le llevar¨ªa a la presidencia de la Rep¨²blica. Durante los ¨²ltimos d¨ªas, Margarita Zavala ha acompa?ado a los pr¨ªncipes de Asturias durante su visita al pa¨ªs -"son una gran pareja, no s¨¦ si en Espa?a son conscientes de ello"-, pero el papel que ella ha elegido para s¨ª tiene m¨¢s que ver con la pol¨ªtica que siempre fue que con el de una primera dama s¨®lo presente en los salones.
La primera dama de M¨¦xico impulsa una campa?a para luchar contra las drogas
M¨¦xico, adem¨¢s, no est¨¢ para muchas fiestas. Calder¨®n ha decidido enfrentar al narco, recibiendo como respuesta un aluvi¨®n de muertos diarios. Ella se esfuerza en trabajar discretamente, bajo radar, con un objetivo muy preciso: intentar que la droga no se lleve por delante a una generaci¨®n de mexicanos que a¨²n viste pantal¨®n corto. "El narcomenudeo nos est¨¢ trastocando la sociedad", admite Margarita Zavala olvidando por un momento la sonrisa que siempre subraya sus palabras. "El nuevo objetivo de los traficantes son los ni?os de 11 y 12 a?os. Y lo sabe la mam¨¢, el pap¨¢, la maestra, pero no saben c¨®mo enfrentarlo, porque ellos no tuvieron tanto acceso a las drogas. Tenemos que ense?arles para que ayuden a los m¨¢s j¨®venes a combatir esa tragedia. Ya que tienen acceso a las drogas, que tambi¨¦n tengan acceso a la informaci¨®n para defenderse".
La esposa de Felipe Calder¨®n vigila durante la conversaci¨®n la raya que no debe traspasar. A la pregunta de si la oposici¨®n est¨¢ implic¨¢ndose, ella ataja: "Eso tendr¨ªa que responderlo el presidente". Pero enseguida ofrece un an¨¢lisis muy claro de por qu¨¦ M¨¦xico lleg¨® a esta situaci¨®n de espanto -m¨¢s de 3.000 ejecutados desde enero y una generaci¨®n de muchachos acorralados por la oferta barata de drogas-. "Durante mucho tiempo no se enfrent¨® al narcotr¨¢fico, no se consider¨® un riesgo. Hasta se mitific¨®, se consider¨® un valor, aunque fuera un antivalor. De ah¨ª que muchos muchachos vieran en el narco un objetivo, una forma de vida. Ahora la sociedad tiene que decir basta, contar la verdad. El narco se enriquece envenenando a los j¨®venes. Hay que enfrentarlos. No dejar que tomen las calles, los negocios, el pa¨ªs...".
Margarita Zavala recupera su sonrisa para decir que ella no quiere ser una abanderada. "Yo me he sumado a un esfuerzo institucional para prevenir las adicciones, porque esta lucha la ganaremos si es cuesti¨®n de pol¨ªtica p¨²blica y de decisi¨®n de la sociedad. Esta batalla es demasiado importante como para que s¨®lo sea la bandera de la esposa del presidente...".
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