Lazkano revive el cambio del paisaje
El Museo de Euskal Herria muestra en Gernika 55 acr¨ªlicos y 30 acuarelas de una serie que el pintor realiz¨® de las vistas de Urdaibai desde su estudio
El pintor Jes¨²s Mari Lazkano (Bergara, 1960) trabaja en el coraz¨®n de Urdaibai, en el estudio que tiene en Gautegiz-Arteaga, creando im¨¢genes hiperrealistas de arquitecturas contempor¨¢neas, jardines cl¨¢sicos o naturaleza. Desde la ventana disfruta de un paisaje que ve transformarse, mutar con el paso del tiempo. Hace a?o puso en marcha un proyecto para llevar esos cambios a su pintura. El resultado fue una serie de cuadros de peque?o formato que fueron expuestos en 1996: un centenar y medio de pinturas diferentes sobre la vista de Urdaibai desde la ventana de su estudio. Ahora el Museo de Euskal Herria, de Gernika, recoge en la exposici¨®n De la memoria, 55 de aquellos paisajes de Urdaibai, en los que Lazkano quiso reflejar el paso del tiempo. "El tiempo transcurre independientemente de lo que ocurre en ese tiempo", dice el artista. "Hubiera dicho que pinto la luz, pero lo que quiero pintar es el tiempo".
"Lo que he querido es pintar el tiempo", asegura el artista
La muestra que ayer se inaugur¨® en el Museo de Euskal Herria se completa con una treintena de acuarelas sobre el mismo tema. Lazkano expuso su proyecto sobre el cambio del paisaje de Urdaibai en 1996 enla galer¨ªa Windsor Kulturgintza, en Bilbao. En total se colgaron en la galer¨ªa 150 cuadros, realizados al acr¨ªlico. La galer¨ªa Antonio Mach¨®n, de Madrid, tambi¨¦n mostr¨® las obras.
Las pinturas, desperdigadas muchas en manos de coleccionistas privados, volvieron a reunirse el pasado verano para formar parte de una exposici¨®n organizada sobre el paisaje contempor¨¢neo por el centro Arte y Naturaleza, de Huesca. El Museo de Euskal Herria quiso aprovecharlo para acercar, aunque s¨®lo fuera en parte, los paisajes a Gernika, a pocos kil¨®metros del lugar en el que fueron pintados.
Doce a?os despu¨¦s de ser expuestas por vez primera, Lazkano reconoce que se siente sorprendido al volver a contemplar las pinturas. "Son una explosi¨®n de color, el resultado de un proyecto muy intenso y vital", explica tras volver a enfrentarse a un paisaje que le resulta tan familiar. "Sin darme cuenta, mi pintura ha ido derivando a gamas m¨¢s claras, a tonos m¨¢s grises".
Lazkano cree que no ser¨ªa capaz de repetir la experiencia que culmin¨® con mucho esfuerzo en las exposiciones de 1996. Su proyecto emulaba al personaje interpretado por Harvey Keitel en la pel¨ªcula Smoke (1994), de Wayne Wang, que fotografiaba obsesivamente la misma esquina de Nueva York, convencido de que el espacio no era inmutable, que se altera constantemente con las experiencias humanas y las variaciones naturales. "Si hiciera ahora un proyecto similar ser¨ªa diferente", reconoce Lazkano. "Siendo el mismo, el paisaje ha cambiado y he cambiado yo, mi mirada sobre ese paisaje".
El pintor cree que el paisaje se observa en el siglo XXI de manera diferente y defiende el "caracter revolucionario" de detenerse a observar la naturaleza o la arquitectura en medio de la vor¨¢gine actual. "Recuperar los objetos para la mirada es ya un acto de contemporaneidad", se?ala.
En el cat¨¢logo de la exposici¨®n de 1996 Lazkano escribi¨® que con el proyecto del paisaje de Urdaibai hab¨ªa querido pintar la memoria, crear 150 im¨¢genes "como truco para la supervivencia". "Memoria para unirnos a unos hechos, a una realidad, a ser part¨ªcipes de ella, reconocerla y reconocernos en ella, una memoria como tabla de salvaci¨®n, como mecanismo para sobrevivir, frente a esa otra realidad mediatizada a trav¨¦s de los puntitos luminosos del televisor".
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