La Bienal de Sevilla se conecta
El p¨²blico puede participar en la gran mayor¨ªa de las obras, tanto f¨ªsicamente como a trav¨¦s de su tel¨¦fono m¨®vil o de Internet
Democr¨¢tica, participativa e intuitiva, Youniverse, la tercera edici¨®n de la Bienal de Arte Contempor¨¢neo de Sevilla (Biacs), abierta en el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo (CAAC), hasta el 11 de enero, quiere establecer una nueva complicidad entre el gran p¨²blico y el arte digital.
Su comisario Peter Weibel, director del ZKM del Karlsruhe (Alemania), ha elegido una serie de obras que no s¨®lo requieren la participaci¨®n directa del espectador, sino que le revelan sus mecanismos ocultos, haci¨¦ndole realmente part¨ªcipe del proceso.
La selecci¨®n re¨²ne unas 200 piezas, que utilizan todo tipo de recursos y van desde obras pioneras de los a?os sesenta y setenta hasta proyectos concebidos especialmente para el evento. "La idea es que el consumidor se convierta en productor y el visitante pase a formar parte del contenido", indica Weibel, autor tambi¨¦n de Flick-se, una obra que permite a los visitantes de la Biacs formar parte de la muestra, introduciendo sus propios retratos a trav¨¦s de un fotomat¨®n instalado en la librer¨ªa del museo.
No siempre se trata de una interacci¨®n consciente. A veces el espectador es simplemente utilizado por la pieza, como en el caso de Helios, una escultura luminosa, que reacciona a los datos ambientales y al movimiento del p¨²blico, creada por la artista alemana Rosalie para la iglesia del Monasterio de la Cartuja, sede del CAAC.
En el refectorio, una de las estancias m¨¢s antiguas del conjunto monumental, el colectivo alem¨¢n RobotLab ha instalado un robot amanuense, que va caligrafiando la Biblia con tinta sobre pergamino, durante toda la bienal. La obra, que al final tendr¨¢ m¨¢s de tres millones de caracteres grabados en 73 libros, se sit¨²a entre la escritura humana y la impresi¨®n mec¨¢nica, que sustituy¨® a los monjes y trastoc¨® el concepto de original y copia.
A pesar de que la web de la Biacs no es la que cabr¨ªa esperar de un evento que aboga por la conectividad total, la gran mayor¨ªa de proyectos son accesibles desde sus propios sitios y muchos permiten la participaci¨®n de los internautas. Es el caso de Aland, de Philippe Pocock, una compleja interpretaci¨®n digital de Al Andalus, que se compone de una versi¨®n en Second Life, generada a partir de la conversi¨®n algor¨ªtmica de textos b¨¢sicos musulmanes, jud¨ªos y cristianos, y una versi¨®n contempor¨¢nea que acepta colaboraciones en forma de im¨¢genes.
La Caja de Plata
Necesitan fotograf¨ªas de los internautas tambi¨¦n Giselle Beiguelman y Jos¨¦ Carlos Silvestre que, en el proyecto Filosof¨ªa de la Caja de Plata, proyectan las im¨¢genes en Internet y en la Biacs, despu¨¦s de manipularlas con un software que las transforma en interfaces inmersivas, con forma de objetos tridimensionales en movimiento perpetuo.
Permite la interacci¨®n online tambi¨¦n Ex-?les (Exilios/ Ex-Islas), una instalaci¨®n de Electronic Shadow, que forma parte de la secci¨®n de arquitectura biom¨®rfica, comisariada por Marie-Ange Brayer. Ex-?les quiere redefinir el concepto de territorio, mediante un estanque donde el espectador puede nadar virtualmente, dejando tras de s¨ª el rastro de su paso dibujado en una l¨ªnea luminosa, parecida a la estructura del ADN, que se mezcla con otras l¨ªneas activadas por los internautas desde la web. El agua del estanque se convierte as¨ª en el cruce de la realidad f¨ªsica y la digital, a trav¨¦s de la noci¨®n de sombra electr¨®nica, generada del encuentro entre la luz y el cuerpo del visitante.
La relaci¨®n entre el espacio f¨ªsico y el virtual se plasma tambi¨¦n en la tecnopolis subterr¨¢nea de Water 4 Bits, un proyecto del colectivo espa?ol Hackitectura.net, que pretende ofrecer una segunda oportunidad al Pabell¨®n de Europa, un vestigio de la Expo' 92 , en ruina y parcialmente inundado.
Water 4 Bits es una instalaci¨®n sincronizada y visitable en el espacio f¨ªsico del pabell¨®n y en el espacio digital de su clon tridimensional, construido en el mundo sint¨¦tico de Open Simulator, una versi¨®n libre y distribuida de Second Life. En este espacio virtual, que puede ser recorrido por los visitantes, se visualizan los datos ambientales del pabell¨®n, recogidos en tiempo real por medio de sensores, a la vez que se presenta un proyecto para su transformaci¨®n en un medialab ciudadano experimental.
De la relaci¨®n entre tecnolog¨ªa y naturaleza surge Akousmaflore, un proyecto del colectivo franc¨¦s Cosmoscene, que utiliza los sensores naturales de los vegetales para crear un peque?o jard¨ªn musical e interactivo, donde cada planta emite un sonido concreto, seg¨²n el tipo de contacto. El aura el¨¦ctrica y t¨¦rmica invisible del p¨²blico act¨²a sobre hojas y flores, de modo que ¨¦stas generan una melod¨ªa si los espectadores las acarician suavemente o percibiendo su calor si pasan muy cerca de ellas.
BIACS: www.fundacionbiacs.com ROBOTLAB: www.robotlab.de ALAND: http://roundearth.zkm.de/aland FILOSOF?A...: www.desvirtual.com/silverbox ELECTRONIC SHADOW: www.electronicshadow.com HACKITECTURA: www.hackitectura.net COSMOSCENE: www.cosmoscene.comSUNPENDULUM: www.sunpendulum.at
La otra cara del cielo
Cuando en 1999 Kurt Hofstetter, un artista austriaco especializado en instalaciones interactivas en el espacio p¨²blico, coloc¨® su primera webcam mirando el cielo desde la Universidad de Granada, no pod¨ªa imaginar que nueve a?os despu¨¦s la utilizar¨ªa en su instalaci¨®n para la Biacs.
La obra, Circum C, se basa en el SunPendulum Project, un proyecto que permite la intervenci¨®n del p¨²blico a trav¨¦s de Internet. Gracias a un conjunto de webcams, enfocadas constantemente hacia el cielo desde diferentes lugares del planeta, el SunPendulum permite visualizar en tiempo real el firmamento de cada lugar, en la pupila de un ojo humano ampliado.
En la instalaci¨®n de la Bienal, este sistema online sirve para visualizar el cielo de 12 sitios del mundo y de sus opuestos, a los dos lados de una gigantesca bola, que cuelga del techo de una habitaci¨®n sumida en la oscuridad. Cuando el visitante pulsa uno de los 12 lugares en una pantalla de controles, activa dos proyecciones simult¨¢neas a los dos lados de la bola, que -con su sombra- crea una especie de eclipses en las dos representaciones en tiempo real del cielo de la ciudad elegida y de la que se encuentra en la parte opuesta del globo.
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